Se vale soñar

Junior selló su paso a cuartos de final de la Copa Sudamericana, que mejor manera de empezar el día y una nota que con esta frase. El equipo barranquillero derrotó con un amplio 3-1 a su rival Cerro Porteño en el Metropolitano y adelantó los carnavales en la arenosa.

Los dirigidos por Comesaña saltaron al campo de juego con una sola consigna: ganar o ganar.  La estrategia se dejó ver con el once inicial escogido por el director técnico, una titular bastante ofensiva que prometía espectáculo y buen fútbol.  Sin embargo los primeros 45 minutos fueron trabados, los guaraníes montaron un bloque defensivo que desconectaba a las figuras de Junior e impedía cualquier peligro en su área.  

No obstante, casi finalizando la primera etapa, llegaría la primera pincelada de la noche, Luis Díaz anotaría el primer gol de Junior con el temple de un jugador de experiencia en la definición: acomodación inalcanzable para el portero Silva y respiro profundo para el cuadro tiburón.

A pesar de ir ganando, para el final del primer tiempo el resumen era un Ovelar errático, un Teo desaparecido, un Chará incómodo, un Pico desconocido y como figuras estaban Cantillo, que era el jugador claro y diferente del partido;  Pérez, quien salvó el partido en un monumental cierre cuando el juego estaba cero por cero y obviamente Díaz con el golazo anotado.

El futbol lindo que se esperaba estaba en deuda para la segunda mitad.  Por obligación o convicción (se asegura que Ovelar estaba mal con un resfriado) Comesaña mueve el banco e ingresa a Jarlan por Ovelar para la segunda mitad.  Punto de quiebre del partido, el ingreso de Barrera le dio un socio a Chará, espacio a Teo y fútbol pleno al equipo.  De sus pies salió el magistral y exquisito pase hacia Teofilo para anotar el segundo gol. 

Párrafo aparte para la definición de Teofilo Gutierrez, con sutileza, inteligencia y malicia en dos toques sacó a pasear al central y a Silva para anotar un cómodo dos a cero.  Calidad técnica innegable para el de la chinita al mejor estilo de juego de barrio, de bola e`trapo confirmando que cuando quiere jugar su nivel es incomparable.

Pero el show de Teo no había terminado, faltaba la pintura final con su socio de siempre: Chará. 

En una jugada de ensueño Chará y Teo se van al ataque teniendo en frente a cuatro defensores rivales, pero tranquilos pared y lujo entre los dos terminarían por tejer la mejor jugada del partido – e incluso hasta del torneo – con el puntazo final de Chará para anotar el tercer y definitivo gol.  Gol a lo play station, gol de genios, gol de un par de cracks, simplemente gol de CHATEO.

Tres a cero que ponía el ambiente en el estadio a reventar, el ole se escuchaba en la tribuna con un Junior amo y señor del balón y del partido.  Sin embargo llegaría el descuento con un golazo del equipo rival a pocos minutos del final del partido, tras un remate desde fuera del área de Oscar Ruiz.

En resumidas cuentas Junior vino de menos a mas, los cambios fueron acertados y a tiempo por parte del cuerpo técnico. El equipo gustó, ganó y goleó y se aeguró su continuidad a la siguiente ronda de la Copa Sudamericana, siendo el único equipo colombiano con vida en todos los torneos internacionales.

Quedó demostrado que cuando el equipo y sus referentes quieren jugar bien al balón lo ponen como un corozo en el gramado, imposible negar la calidez cuando se juntan Teo y Chará, agregándole clase con el estilo de Jarlan y claridad con la presencia de Cantillo;  seguridad con la templanza de Pérez y malicia con el carácter de Pico. 

Equipo hay señores, ¿quién no se atreve a soñar con esta plantilla?, con jugadores jóvenes y en formación como Luis Díaz – a quien la inexperiencia le costó la expulsión – con referentes de categoría como los antes mencionados.

Sueñe amigo Juniorista, soñar no cuesta nada, se vale soñar, se vale creer, con los pies en la tierra, pero con un equipo que permite hacerlo. A seguir trabajando con orden y constancia y les aseguro que este fin de año celebraremos vestidos de rojiblanco.