La Fe sigue, pero no intacta.

Sextos… el lugar que ahora ocupamos en la tabla de posiciones.  Después de haber permanecido durante toda la eliminatoria dentro de los parcialmente “clasificados” la suerte se nos acabó y el mal funcionamiento de la tricolor nos ubica en un puesto que está más acorde a nuestro desempeño en la cancha: sextos, parcialmente fuera de Rusia.

Cierto era el pensamiento que se sentía en el país: “Tenemos más puntos que fútbol” Sin embargo, la suerte siempre estuvo de nuestro lado y los demás equipos jugaron para nosotros hasta ayer.  Se puede decir que fue crónica de una muerte anunciada -  aunque aun no estamos muertos – Pekerman viene sumido en un mar de dudas y confusiones que desde el planteamiento táctico y técnico de los partidos hacen que arranquemos los mismos con una clara desventaja.

Para nadie es un secreto que las titulares se han vuelto un laboratorio de experimentos que hasta ahora no han dado resultados.  En tan solo las dos últimas fechas rotó a más de la mitad del equipo, puso a debutar a jugadores tirándolos al escarnio público y como si fuera poco en posiciones no propias.

Pasó con Brasil, pasó con Chile y ahora con Argentina, titulares sacadas de un invento, módulos tácticos errados que conllevaron a resultados adversos que hoy nos tienen dubitativos ante la clasificación a Rusia.  La Fe está, pero no está intacta.  Si la cabeza del equipo está mal, evidentemente todo lo que desde ahí se gesta y despliega estará igual de mal.

A Pekerman le preguntaría: ¿Para qué convocó a Fabra? Si tan limitado le parece, hasta el punto de preferir improvisar con un debutante como Balanta en esa posición, ¿para qué gastó un cupo de la convocatoria en él? ¿Por qué relega a Macnelly, jugador que le cambió la cara a Colombia ante Chile, a la banca? ¿Por qué pormenorizó al que fue su mejor jugador en la doble fecha anterior a la suplencia (Muriel)? ¿Por qué no le dio continuidad a su mejor jugador ante Chile, Abel, para contener a una Argentina herida? ¿Qué ganó con enlistar a Berrio (desaparecido), Barrios (perdido y errático), Balanta (improvisado y sin seguridad) todos debutantes, por encima de jugadores con trayectoria?

Esas serian  algunas de mis interrogantes para el cuerpo técnico, sin embargo no toda la repercusión y culpa es para él.  Los jugadores tienen la misma responsabilidad que el cuerpo técnico. No es posible que siendo jugadores internacionales y con experiencia desplieguen un nivel tan bajo de juego. Es irracional que él 10 del Real Madrid no haya podido concretar un solo pase habilitador en 180 minutos, increíble que los laterales de turno no hayan podido generar una aproximación de peligro por las bandas, indefendible que un central como Murillo juegue a la gallinita con un tal Lio Messi…  En fin, si bien es cierto que el técnico falló en su propuesta, también es verdad que los jugadores están viviendo otra realidad.  Los tratamos como estrellas, viven y levitan como tales fuera de la cancha, pero adentro se transforman en jugadores normalitos que ni siquiera juegan como equipo.

Los llamados a ser referentes brillan por su ausencia y no por su juego, incluso brillan más por sus declaraciones erróneas que por sus jugadas con el balón. ¿Dónde quedo el James que se echaba la selección al hombro y luchaba todos los balones? Ahora el 10 camina la cancha y discute con el árbitro… ¿Dónde están los delanteros a los que les bastaba una oportunidad para anotar? ¿Dónde quedaron los centrales que hacían respetar el área y eran los estandartes de la defensa? ¿Dónde está el estratega que me deslumbró con sus brillantes lecturas de partido?

Al mundial no se llega por ayudas externas o por resultados ajenos favorables, si la selección  – JUGADORES Y CUERPO TÉCNICO – no se pellizca y cambia radicalmente, será una espectadora por televisión del mundial. Quedan cuatro meses para el próximo partido… ¿se hará algún trabajo en ellos? ¿Los amistosos serán con Islas Fiji y Haiti? O por el contrario ¿habrá un trabajo de fondo y forma para tratar de darle vuelta a esto?

El camino por recorrer es escabroso, digamos que los únicos puntos medio seguros que tenemos en el papel son ante Bolivia y Paraguay.  Brasil aquí complicado y las visitas a Venezuela, Ecuador y Perú siempre han sido difíciles.

Lo bueno es que aun dependemos de nosotros, de nuestro desempeño y de los resultados que alcancemos, ¿quedará gasolina en el bus de Pekerman para Rusia?  Espero mayor autocritica por parte de cada uno de los integrantes de la selección, tienen cuatro meses para autoevaluarse, ¿de verdad creen que dieron todo en estos 180 minutos? Sencillamente hay que salir a jugar serios y a ganar sin importar la cancha, el árbitro, la falta, etc.   Rusia está a la vuelta de la esquina, es nuestra decisión si queremos ir o no.  En nuestras manos, bueno en nuestros pies y juego está el tiquete a Rusia… ojala no desaprovechemos esta oportunidad, como lo dije antes la Fe está, pero no está intacta.


Sin brújula

Un equipo desorientado y perdido en el terreno de juego fue la conclusión del pálido empate ante la selección Chilena.  No es exagerado asegurar que éste ha sido el juego mas discreto de la Selección en lo que va de esta eliminatoria.

Claramente atravesamos un mal momento que inicia desde la cabeza del grupo, el técnico argentino perdió la brújula y se quedo sin norte en el estilo de juego.  Lo anterior se comprueba con las constantes variantes en las titulares utilizadas para cada juego que se afronta, si bien es cierto que cada partido exige unas características y una táctica de juego especifica, también es verdad que un equipo debe tener una idea de juego establecida con una columna vertebral determinada.  Es claro que a Pekerman se le extravió la titular hace tiempo y desde entonces esta divagando para poder encontrarla nuevamente.

Para todos fue una gran sorpresa la línea titular que saltó al gramado del estadio Metropolitano, a pesar de haber sostenido el 4-2-3-1 la selección no encontró el engranaje requerido para manejar los hilos del partido.  

Particularmente, la alineación de Berrio y Borja fue una decisión desacertada, no porque no tengan las condiciones técnicas, sino porque no tuvo en cuenta primero, la presión del publico y la plaza – tener a Falcao en la banca era algo arriesgado y contradictorio – y segundo, no tuvo en cuenta la memoria futbolística, era evidente el riesgo que se corría al modificar de un solo golpe todo el ataque nacional, jugadores que no habían interactuado entre sí y que estaban prácticamente debutando con la selección serían los encargados de conducir el ataque tricolor.

A todo lo anterior debemos agregarle el excelente planteamiento táctico de Chile, durante los primeros 30 minutos se adueñaron del balón y explotaron la banda de Faryd Diaz a su antojo, afortunadamente para nosotros sin riesgo sobre el arco de Ospina que fue prácticamente un espectador mas.  Después de los minutos de reposición el clima “ayudó” a Colombia que pudo recuperar el balón pero sin ningún tipo de profundidad.  Desde ese momento hasta el final de partido los australes se posicionaron en el fondo de la cancha dejando a Vargas como único punta en busca de alguna sorpresa en contraataque. Razón por la cual siempre me sobró un volante de marca, ¿cuál era la necesidad de tener dos contenciones con un equipo que estaba totalmente replegado? ¿No era mas necesario un creador como Macnelly para ayudar a James y a Cardona?

No obstante, Pekerman espero hasta el medio tiempo para empezar con la modificaciones, pero solo hizo cambio de nombre y mantuvo el esquema, Borja por Falcao, sin resolver el eterno problema: falta de creación. Siguiendo la línea de cambios ingresó a Muriel por Berrio – de discretísimo partido- sin que esto ayudara a la situación.

Tan solo hasta el minuto 82, después de una lesión de Yerry Mina, el estratega Argentino decidió arriesgar al ingresar en su lugar a Macnelly Torres, jugador que debió estar en el terreno de juego desde el primer minuto.  Con su ingreso al partido Colombia mejoró un poquito en creación, con pausa y toques cortos, intentó romper la doble línea defensiva rival, sin embargo el tiempo no fue suficiente y al final Colombia no ganó un punto, sino que perdió dos.

Si se trata de buscar responsables, el que debe encabezar la lista esta vez es Jose Nestor, su planteamiento estuvo errático y por estar buscando enredar o confundir al rival, termino confundiéndose él y confundiendo a los jugadores.  Sus cambios tampoco fueron asertivos y fueron demasiado demorados.

Ahora bien, los jugadores también tiene su cuota de responsabilidad, James brilló por su ausencia y no por su juego, Cardona se vio lento y pesado en el terreno de juego.  Los dos encargados de generar fútbol, estuvieron ausentes y erráticos en la entrega de pases, jamás lograron asociarse entre sí y cuando tenían el balón buscaban transportar de forma individual es esférico.   Los laterales ratificaron que carecen de apoyo en el ataque y al menos por la banda izquierda Díaz fue una autopista en materia defensiva.  Todo eso confluyó en el sacrificio del delantero de turno, quedó nuevamente demostrado que la culpa no era de la Bacca.  Sea Falcao, Borja, Bacca, o quien sea que este solo en punta no podrá anotar goles si el balón no le llega limpio, el problema de la selección es la generación de juego.  El jueves, en 90 minutos el equipo solo tuvo dos opciones claras de gol, ambas de pelota quieta…. CERO opciones de juego colectivo.

El problema está identificado, falta la resolución del técnico.  Si bien todos los equipos jugaron para nosotros en esta fecha y quedamos ubicados en el tercer lugar, la siguiente fecha puede ratificar nuestra posición o saltar al sexto lugar.  Nos espera una Argentina dolida, preocupada, desesperada y al borde del abismo…. ¿Seremos capaces de desahuciarla? ¿O nuevamente seremos los encargados de revivirla? La suerte esta echada, los deficiencias identificadas …. ¿jugaremos bien o seguiremos dando como excusas la cancha, lesiones, etc?


Desolada clasificación

Un estadio vacío fue el marco para que Junior lograra una desolada clasificación, aún siguen haciendo eco las desacertadas declaraciones del dueño del equipo de un par de meses atrás.

En contra de eso, y a pesar del mal juego, Junior de Barranquilla consigue por segundo año consecutivo instalarse en la final de la Copa Águila.  ¿Ganamos y clasificamos? Lo primero no, con éste se suman once partidos sin conocer el significado de una victoria en los 90 minutos en la casa rojiblanca;  lo segundo, sí.  Por supuesto que siempre será bueno avanzar y más aún llegar a la final, sin embargo no se trata de ver solo el resultado, se trata de analizar e interpretar la forma y el fondo de lo realizado en el partido.

Empecemos por la titular, es muy fácil después de terminado el partido, aplaudir la inclusión de Escalante en la titular; pero, antes del pitazo inicial la mayoría nos preguntábamos que intentaba Giovanni al dejar en la banca a Rangel y a Sebastián Hernández para colocar a Domínguez – con función mixta, incluso más de ofensiva por la figura y los nombres alineados – y a Escalante.

Afortunadamente uno de los dos resulto siendo una buena apuesta, Escalante fue una de las figuras del encuentro. Con un gol y un pase gol fue el encargado de incursionar en el área rival por todo el frente de ataque.  Increíblemente a pesar de lo hecho, el técnico consideró oportuna su salida del campo a quince minutos del final para ingresar a Sebastián Toro y “parquear” el bus en búsqueda de sostener el marcador a favor que hasta ese momento se tenía. Literalmente, le salió el tiro por la culata y como bien saben, terminamos con gol en contra y sufriendo desde los tiros penales.

La otra apuesta de Giovanni en la titular fue la inclusión de Juan Guillermo Domínguez como volante mixto, claramente éste no le resulto para nada.  Nuevamente improvisa al jugador en una posición no natural para él, luciendo perdido en ataque y nulo en defensa durante todo el partido.  Sigo preguntándome, ¿Por qué improvisar una posición con un jugador teniendo otro de corte neto para esa posición? Por mucha crítica que tenga Sebastián Hernández, indiscutiblemente siempre será mucho más volante que Domínguez, siempre habrá una mayor probabilidad con él de un pase filtrado o una habilitación…Pero bueno, donde manda capitán, no manda marinero, ¿cierto?

La mayor de las interrogantes que hay en el ambiente es ¿Qué hizo Michael Rangel para no ser tenido en cuenta nunca jamás? No quiero hacer conjeturas, pero claramente es algo extrafutbolístico. La decisión no pasa por lesión física ni malas presentaciones en los escasos minutos que ha estado en cancha, es más, estando en racha de gol por partido lo mando a la banca indefinidamente. La inquietud es aún más arraigada teniendo en cuenta que fue uno de los dos refuerzos traídos para el semestre y no juega en ninguno de los tres torneos, como lo evidenciamos ayer,  no es ni siquiera la segunda opción, incluso peor, ni siquiera para los penales fue tenido en cuenta… la razón solo la conoce el cuerpo técnico, podría decirse que ese es el misterio de la Libélula.

Por otro lado, además de la clasificación, hay que destacar el trabajo de tres jugadores: Alexis Pérez, James Sánchez y Enrique Serje.  De los dos primeros ya conocemos el nivel y el talento que tienen,  afortunadamente en el juego de anoche desempolvaron su fútbol y nuevamente están intentando recobrar su nivel habitual. Me quiero concentrar el Serje, jugador silencioso, pero aplicado, poco a poco ha ido adueñándose de la posición con cortes precisos y recuperaciones efectivas en el medio.  Es un diamante en bruto para ser trabajado por Junior, tiene todo el potencial para convertirse en columna vertebral del equipo en el medio campo.

Uno que anda con la pólvora mojada es Ovelar, está divorciado con la red, y si bien es cierto que tiene que recoger el balón por detrás de la línea del medio campo, también es cierto que ha dilapidado opciones claras de gol.  Seguiré insistiendo en una dupla Ovelar/ Rangel, con el juego actual de Roberto, jamás se pisarían sus áreas y se aprovecharía a un centro delantero como lo es Michael.  Sin embargo aquí seguimos dándole largas a las definiciones inexistentes de Toloza, la de ayer fue la mejor en toda su carrera… Pero para ser justos Rangel debería tener oportunidad, más aun cuando sus competencias actuales son un Roberto apagado y un Toloza, bueno siendo Toloza.

No puedo dejar de mencionar a la otra figura del partido: José Luis Chunga.  Pacientemente ha esperado su oportunidad y esta vez no hubo lesión que se lo impidiera, ayer no solo atajo el penal que nos dio la clasificación, sino que también durante los noventa tuvo un par de atajadas que ahogaron el gol pijao. Merecido momento para un gran jugador.

En conclusión, Junior sigue con sin mostrar un estilo o identidad de juego clara, sin embargo con el pasito tun tun de G10 nos instalamos en la final de la Copa con más sufrimiento y suerte que otra cosa. ¿Alcanzaran las oraciones y las suplicas para concretar el titulo?  ¿Tapa una final, o incluso un posible titulo la ausencia de fútbol en el equipo y la palpable eliminación del G8? Cada uno saque sus propias conclusiones… 

Cuatro de seis

Se puede decir que el empate a dos entre Colombia y Uruguay fue un justo marcador en un partido complicado, fuerte y además pasado por la intensa lluvia que cayó en el estadio Metropolitano.

Si empezamos por el principio debo respaldar el planteamiento táctico de José Pekerman, particularmente no me pareció errado.  El técnico modificó la figura táctica utilizada en Paraguay, obviamente en Barranquilla era impensable repetir una línea de tres volantes;  no obstante, el rival de turno era una de las mejores selecciones del continente y que además cuenta con la mejor pareja de delanteros a nivel mundial. Con base en lo anterior, fue coherente y prudente al alinear un 4-2-3-1. 

A los jugadores, antes que nada y más allá del resultado,  hay que aplaudirles la entrega y la actitud, esa que muchas veces exigíamos. Ayer todos, sin excepción dejaron el alma en la cancha, razón por la cual me parecía injusta una derrota.  Ahora bien, el rendimiento de algunos en la parte técnica no está en su mejor nivel.

Iniciemos por la figura, Abel Aguilar, después de ser la convocatoria más resistida y criticada de estas dos fechas, se convirtió en la figura de ambos partidos.  Su nivel con la selección es excelente, aporta seguridad y jerarquía y además goles y marca aérea. Nombramiento especial para Yerry Mina, quien igual que el anterior, destacó en ambos partidos por su seguridad defensiva y como cereza del postre, anotó el gol del empate ante Uruguay, ratificando que con trabajo serio se ganó la titular.  Cabe anotar, que la inclusión de ambos jugadores en la convocatoria y además el voto de confianza de colocarlos y sostenerlos titulares en ambos partidos fue de Pekerman.

Pero como evidentemente no tuvimos una “buena presentación” y como buenos colombianos siempre buscamos lo malo y él o los responsables desglosemos algunas individualidades:

Carlitos Bacca, no es un secreto que no está en un momento estelar con la selección, coincido con muchos cuando anotan que esta divorciado del gol.  Por esa razón no discutí su cambio el día de ayer por Roger, pero con ese mismo cambio quedó demostrado que si bien no está en su nivel, no hay un jugador que lo reemplace eficazmente. Es cierto que la disposición táctica no es la más favorable para su tipo de juego, el porteño es finalizador y no pivot, su máximo rendimiento es de frente al arco y no de espaldas al mismo;  sin embargo la ansiedad por la falta de gol es evidente en sus movimientos técnicos. Ahora, a no ser que reencarne el Falcao de las eliminatorias pasadas, no veo un reemplazante que supere a Bacca.

Edwin Cardona, jugador que le dio vida al equipo, con su ingreso Colombia se vio más activa e impulsó a un apagadísimo Macnelly que encontró en él un socio para intentar proponer algo más de futbol ofensivo.  Como todos pudimos ver, las condiciones del campo tampoco favorecían un juego rastrero de sociedad por lo que su juego se vio limitado, además le faltó confianza para rematar al arco. Con un terreno y balón mojados, la primera opción debió ser la media distancia.

Faryd Diaz jugó el peor partido con la selección, estuvo implicado en los dos goles recibidos, en el primero comete una falta innecesaria y peligrosa y en su ejecución  cabecea hacia atrás en vez de rechazar y en el segundo nuevamente por arriba pierde el balón.  Lo que era su mayor virtud, la marca defensiva, fue su mayor error.  Sin embargo, igual que con Bacca, no visualizo un reemplazante que lo supere.

Oscar Murillo tuvo una tarea complicadísima, encargado de anular a Luis Suarez.  Tarea que cumplió en un 99%, solo tuvo un error que el uruguayo transformó en gol. Hay que resaltar que durante los 90 minutos Suarez tuvo una sola oportunidad clara, lo cual fue merito del central colombiano, sin embargo el futbol es así y con una sola bastó para cobrarnos.

Macnelly, como lo mencioné anteriormente, apagado, sin ideas y con un campo en contra de su juego careció de ideas para empujar el equipo hacia adelante.  El momento donde debió aparecer como líder del equipo, con el gol de Aguilar, fue cuando más opaco estuvo. Quedo en evidencia que para que su juego sea efectivo necesita un socio como James o Cardona al lado.

Muriel se dedicó a cumplir la tarea de marca encomendada por el técnico y por momentos olvidó que su posición en el campo es de atacante;  Arias, sin pena ni gloria, jugador normalito, pero que al igual que otros no tiene un reemplazo inminente, se perfila Bocanegra y porque no, al menos de local, regresar al Cuadrado lateral.

De este último, en discordancia con los que lo azotan por un terrible partido. En el primer tiempo fue quien más instigó a los rivales y quien intentó echarse el equipo al hombro ofensivamente.  Su pecado capital es el mismo de siempre, ser individualista, el día que entienda que con una gambeta es suficiente, aprenderá a soltar el balón en pro del equipo.

Lo cierto es que a todos y a cada uno se les agradece y reconoce el esfuerzo realizado, corazón y compromiso hay de sobra en este equipo, falta afinar la fase ofensiva para redondear la propuesta. 

Mal o bien, en las dos fechas se lograron cuatro puntos de seis posibles, solo fuimos superados por el nuevo Brasil con seis e igualados por Ecuador y Uruguay.  Chile y Paraguay revivieron sumando tres y Argentina sorprende con un solo punto.  Por su parte Perú, Bolivia y Venezuela se despidieron oficialmente de cualquier posibilidad.

No hay que sacar pecho por el cómo ni el cuánto, pero tampoco hay que masacrar porque mal no nos fue. Estamos acostumbrados a exigir resultados como si Colombia tuviera el palmarés y nivel de Brasil, y miramos por encima del hombro y con triunfalismo a equipos poderosos como Uruguay;  le restamos valor a triunfos ante Paraguay por ser “débiles” pero olvidamos que ese mismo rival, dejó destrozado a la gran Argentina.  

No faltará el que desde ya exija seis puntos en la próxima fecha (Chile y Argentina)  o sino catalogará como fracaso, al igual que ahora, haber sumado cuatro puntos en la eliminatoria más difícil del mundo.  Recordemos que hoy por hoy somos cuartos en la tabla, mesura y objetividad, Rusia está cerca, la Fe sigue intacta.


Triunfo inteligente

La camiseta amarilla se llenó de aire con el triunfo de la tricolor en Paraguay.  Colombia fue el único equipo visitante en lograr un triunfo en la novena fecha de las eliminatorias a Rusia 2018 en Sudamérica, dejándolo ubicado en el cuarto lugar de la estrecha tabla de posiciones.

Si hay que utilizar una palabra para describir el juego ante Paraguay esa sería “inteligencia”.   Desde el planteamiento táctico utilizado por el técnico hasta lo ejecutado por los jugadores en cancha lo que más se evidenció fue inteligencia futbolística.  Claramente Pekerman aprendió la lección del error en la lectura de juego ante Brasil, esta vez, estudió cuidadosamente al rival y así mismo lo hizo con Colombia, supo cómo manejar la ausencia de un referente como James Rodríguez hasta el punto de modificar su esquema táctico y variar el ADN colombiano para plantar un 4-1-4-1 que desvirtuó por completo a los guaraníes.

Disto de los que opinan que Paraguay jugó mal, simplemente fue eficazmente sometido bajo los términos que impuso la selección Colombia.  No fue que Paraguay no propuso o no intentó, fue que Colombia no lo dejó. Con la figura táctica planteada los cambios constantes en el circuito hicieron que la selección se adueñara del medio campo, causando un cortocircuito en la generación del juego guaraní. Plantar tres volantes de marca en el medio, apoyados con una extraordinaria labor defensiva de Muriel y Cuadrado por las bandas,  le dieron a Colombia el dominio en todo lo ancho del campo en la zona dos de la cancha, taponando cualquier intento de salida de los locales, para corroborarlo está el hecho que Ospina, por primera vez en los últimos  partidos, no fue el héroe ni la figura, sin demeritar que estuvo fino y seguro en las dos únicas llegadas que tuvieron los paraguayos en el segundo tiempo, pero en el trámite general del partido no fue exigido como en ocasiones anteriores.

Para destacar también el trabajo, de quien a mi juicio fue la figura del partido, Carlos Sánchez.  Fue el eje central de la propuesta táctica de Pekerman, estuvo preciso en los cortes y con una actitud avasalladora en todas las disputas del balón. Además, sus movimientos sin el esférico demostraron que era el encargado de organizar el equipo en la cancha, en varias ocasiones vimos cómo se metía entre los dos centrales soltando a Arias y a Diaz para que se fueran por los carriles en sociedad con Cuadrado y Muriel respectivamente. 

Del mismo modo hay que destacar la labor defensiva  colectiva e individualmente.  El equipo tenía sus líneas tan pegadas que los desdoblamientos que se hicieron entre laterales y centrales fueron perfectos.  Acierto total la inclusión en la titular de Yerry Mina, jugador al que no le pesó para nada su primera actuación con el equipo mayor de Colombia, por el contrario ratificó el porqué de su llamado y respondió a la confianza entregada por el cuerpo técnico al colocarlo en los once iniciales.  Se tumbó el cliché de no alinear jugadores sin “memoria futbolística”, Oscar Murillo y Yerry Mina se entendieron y se complementaron a la perfección como pareja de centrales…. Creería que a Jeison le espera una buena temporada en la banca.

Digamos que la tarea defensiva de Colombia fue prácticamente perfecta y para darle gusto a los que siempre ubican el punto negro, digamos también, que ofensivamente no se propuso tanto juego como se quería.  Sin embargo, hay que tener claro que el planteamiento utilizado no fue ofensivo, por eso, el gran sacrificado del equipo fue Carlos Bacca.  Solo en punta, estirando al equipo y dejando anclados a los defensores paraguayos, el delantero colombiano cumplió su labor. Es claro que dilapidó la más clara del primer tiempo, pero también es verdad que con la pared y la habilitación a Cardona pagó con creces al equipo.

Lo cierto es que el trabajo colectivo que tanto se le exigía a la selección fue evidente en Defensores del Chaco.  Ésta vez la malicia de Pekerman fue determinante  para conseguir tres puntos de oro ante un rival directo y que al mismo tiempo sirvieron para distanciarnos un poco de Chile y del mismo Paraguay.  Sus cambios me parecieron un poco demorados, pero acertados. El discutido ingreso de Mejía fue en el momento en que Paraguay incluyó a Derlis González, el 10 paraguayo generó más fútbol en el medio y por ende le quitó el balón a Colombia.  Inteligentemente el argentino coloca a Mejía para recuperar el esférico y minutos después ingresa a Cardona para darle manejo y buscar el gol que finalmente llegó.

La Fe sigue intacta, Rusia está cerca.  Llevamos cinco triunfos en los últimos seis partidos.  A la fecha de hoy, Colombia estaría clasificada al próximo mundial,  se viene una durísima prueba ante un aguerrido Uruguay comandado por Cavani y Suarez…. En Barranquilla los esperamos! 


Viera Superhéroe

Amanece el día con tres equipos Colombianos clasificados a cuartos de final de la Copa Sudamericana y con la puerta abierta para que sean cuatro los ubicados en estas instancias.

Afortunadamente, Junior es uno de los ya clasificados.  Sufriendo, como es costumbre, y hasta un poco más de lo normal, el cuadro Barranquillero avanzó tras dejar en el camino por penales a Wanderers de Uruguay.

Hay que celebrar, si, finalmente con las uñas se logró el objetivo que era pasar de ronda;  hay que sacar el carro de bomberos y rasgarse vestiduras por haberlo hecho, NO, el equipo nuevamente evidenció falencias que pudieron haberle costado el partido… viéndolo desde otro punto de vista, estuvimos a un penal de la eliminación.

Empezaré por decir que en el juego ante los uruguayos Junior mejoró notablemente de lo hecho en el partido de ida.  Fue el dueño del balón y  gestó innumerables oportunidades de gol que fueron dilapidadas y que además convirtieron en figura durante los 90 minutos al cancerbero Burián.  Sin embargo, no se puede aseverar que “Junior jugó bien” cuando no se logró un solo gol. Jugar bien es sinónimo de triunfo, victoria y goles;  de posesión y posición no se ganan los partidos y mucho menos los torneos. 

Ahora, meter goles no es sinónimo de tener más delanteros en el terreno.  Sigo sin entender la bipolaridad en los planteamientos tácticos de Giovanni, empieza con un solo delantero (Ovelar) en la titular para poder sostener una improvisada línea de tres volantes donde acomoda a la fuerza nuevamente a Juan Guillermo Domínguez.  Cuando se ve encima el reloj y evidencia la ausencia de gol, conocida desde hace años, decide recargar el equipo con delanteros más: Toloza y Rangel ingresan por Domínguez y un desapercibido González.  ¿Esperaba en serio goles mágicos en los minutos finales? Con mucho respeto sus cambios me parecieron, además de tardíos, novatos.

El equipo sigue sin mostrar una identidad o un estilo de juego, ni siquiera se perfila hacia un proyecto o modelo. Giovanni requiere con urgencia sentar un polo a tierra y darle continuidad por lo menos a una figura táctica.  Además tiene que ser más crítico al momento de elegir los titulares y las posiciones indicadas para cada uno de ellos.   Lejos de eso, sigue empeñado y obsesionado con algunos jugadores que poco o nada aportan al equipo y menos aún en posiciones ajenas a las suyas. 

Afortunadamente para enmascarar toda esta serie de fallas colectivas e individuales está San Sebastián Viera.  El uruguayo tiene gastada la capa de superhéroe de tanto salvar a Junior en instancias definitivas y ayer no fue la excepción. Si bien durante los 90 minutos no fue exigido por el débil Wanderers, abrió sus alas para atajar en los penales para darnos la clasificación. Gracias Uruguayo, gracias por nuevamente darnos una alegría y gracias por llorar de emoción por esta camiseta.

Por lo demás, aparte de feliz por la clasificación sigo altamente preocupada por la situación actual del equipo, experimento un sabor agridulce en el paladar futbolístico. Junior ajustó ocho fechas sin ganar (dos meses), continua al borde de la eliminación en la Liga y ahora en Copa llegaron los rivales de peso.  Sino muestra una mejoría diametral a lo que se ha venido desarrollando hasta ahora, el futbol no nos va  a alcanzar.

Espero que Vladimir sostenga el nivel mostrado anoche, todas las jugadas ofensivas importantes pasaron por sus pies. Es evidente que cuando el pequeño esta enchufado, genera opciones claras de gol. Lamentablemente siguen mal posicionando a Ovelar, mientras estuvo solo, era él contra el mundo.  Mal contadas vi tres ocasiones en donde tuvo que recoger el balón en el medio campo para cabalgar, cual llanero solitario, hasta el área rival… imposible que reciba, corra, se autohabilite y anote.  

Así como no hay tiempo para celebrar, tampoco lo hay para lamentarse, solo hay tiempo para trabajar y corregir, el calendario no da espera, en un par de días continua la épica batalla por entrar al G8 y un par días después la lucha para avanzar a semifinales en Sudamericana…  ¿alcanzará? 


Posdata: Los estancos reventándose y el Metro vacío, ¿será que el dueño de Junior estará contento ahora?

La cruda realidad

Tenso ambiente el que se vive estos días en Junior de Barranquilla.  La seguidilla de “malos” resultados en la Liga y el poco futbol mostrado en el torneo local e internacional dan pie a una lluvia de críticas que recaen principalmente sobre su técnico Giovanni Hernández y que además hacen eco en los jugadores de la plantilla.
A todo lo anterior debemos sumar los cruces entre las declaraciones de exjugadores e ídolos de la institución contra el actual director técnico del equipo, quien de forma no muy prudente contestó a sus detractores con declaraciones igual de fuertes en los medios de comunicación, cazando una batalla, además de innecesaria, diría que perdida.
No es un secreto que Giovanni es un técnico “en formación”, sin embargo como profesional y adulto que es sabía a lo que se enfrentaba al dirigir un equipo con una hinchada y unos dirigentes como los que tiene Junior, más aún después de haber sido durante varios años el foco de críticas y elogios en el club.  También era conocido por él y por los dueños del club que se avecinaba un semestre lleno de partidos, sin tiempos largos de descanso y/o trabajo, sin embargo con todas esas premisas, se aceptó el reto y tomó las riendas en un momento álgido para el equipo.
Desde entonces en el equipo se vivió un “eco” del trabajo de Alexis Mendoza, claramente en los primeros partidos que dirigió G10 aún se tenía la memoria reciente del estilo impreso por Mendoza en el equipo.  Eso junto con algunas anotaciones de Hernández dieron como resultado la seguidilla de triunfos y resultados positivos del equipo, que llevó a más de uno a elogiar desmedidamente la labor del nuevo técnico.
Pero como todo tiene su final, el eco terminó y la dura y cruda realidad golpeó fuertemente al club,   seis partidos sin conocer la victoria tienen a Junior en los últimos lugares de la Liga Águila y en lucha por continuar en la Copa Sudamericana.
La realidad es que a la fecha la propuesta futbolística de G10 sigue siendo un enigma, ha cambiado la figura táctica del equipo en varias oportunidades y no ha logrado encontrar el mejor funcionamiento para el mismo.  Para la muestra el juego de anoche ante Montevideo Wanderers, si bien fue el mejor resultado que pudimos traer al no anotar goles, también es cierto que futbolísticamente nada de nada.   Con “la pesada” del equipo disponible – hay muchos lesionados- se esperaba ver un equipo con mayor aporte ofensivo ante un rival bastante discreto.  No obstante, los 90 minutos estuvieron distantes de ser una buena presentación del equipo.
Insisto en que hay muchos jugadores que NO deben ser titular por encima de otros disponibles, caso James Sánchez y  Michael Rangel.  Por otro lado, sigo sin entender la fijación con Yony González como titular, o más aun el voto de confianza a Enrique Serje en un partido internacional y no en uno local donde lo relegó a la banca.  Así mismo insisto en que hay jugadores que están siendo sacrificados en el terreno de juego, casos Ovelar y Hernández, el primero debe retrasarse cual volante de creación y atravesar con el balón hasta el arco y el segundo en vez de ocupar su lugar de volante diez está cumpliendo tareas defensivas y de recuperación.
Con eso no excuso a ninguno, el parte de responsabilidad es compartido para técnico y jugadores (no me voy a desgastar en los dirigentes que es donde está el inicio de todo), con el cuento de “rotaciones” inventadas Junior está poniendo en la cuerda floja los TRES torneos, todo porque los jugadores tienen que descansar.  No sé ustedes pero yo acabo de ver jugar a la plantilla titular del Madrid, Barcelona y City (ojo nuevo técnico también) en Champions  y liga local con la misma distancia en tiempo de descanso y allá no hay “rotaciones” obligadas. Entendible que se varíen algunas posiciones para alcanzar un mejor rendimiento, pero ¿y ahora? ¿Qué va a decidir el técnico? En tres días se juega ante Chicó por el milagro de la clasificación al OBLIGADO G8, y  tres días después es la vuelta del esperado torneo internacional.
Panorama complicado por todos los lados para el club, calendario apretado y recortada nomina por lesiones y suspendidos para cada torneo.  Sinceramente en estos momentos no quisiera estar en los zapatos de Giovanni, solo me atrevo a darle un único consejo y es que las acusaciones y criticas de cualquier persona se responden en la cancha, las bocas se tapan jugando y no hablando.  Es el momento de demostrar si tiene o no la madera necesaria para comandar un barco que naufraga llamado Junior. 

Colombia: Diferentes perspectivas

Se cerró una nueva fecha de eliminatorias al mundial de Rusia 2018 con un saldo de tres puntos obtenidos de seis disputados.  A primera vista se puede decir que la selección sigue a medias, sin embargo para analizar los puntos, el juego y desempeño del equipo hay que ver hacer un “cara a cara” de opiniones.
Iniciare por destacar que la selección de los últimos 12 puntos disputados ha obtenido 9, lo cual deja un rendimiento del 75%  que no está nada mal, siendo ratificado por el cuarto lugar que ubicamos a la fecha en la tabla de posiciones. Los resultados de esta doble fecha fueron los previsibles: ganamos ante el rival a vencer en nuestra casa y perdimos ante una potencia – sea como sea Brasil siempre fue, es y será potencia – en su casa.
En contraparte debemos añadir que claramente ésta Brasil no es la misma de las eliminatorias anteriores, no tiene las figuras acostumbradas y a las que tanto se respetaban, por lo tanto si había una Brasil ganable era ésta. Sin embargo, hasta el día de hoy, no sigue ganando la camiseta rival.  Tal como leí anoche, a Colombia le falta creérsela, pecamos por inocentes o por ingenuos y nos vence nuestra propia falta de convicción.
Vamos a la figura táctica, particularmente no estuve de acuerdo con el planteamiento técnico del profesor Pekerman.  Era sabido que Brasil explota su juego por los costados, con laterales como Marcelo y Alves propone el ataque desde las bandas, incluso Neymar siempre juega recostado a la línea.  Entonces ¿por qué dejarles el callejón abierto planteando un 4-2-3 cuando de esa última línea de 3 alineada solo Muriel cumplía con las características de marca necesarias? Macnelly y James nunca han cumplido esa función en la selección, por eso ahí peco Pekerman.  Debió jugar con un 4-3-2 o si quería sostener el 4-2-3 alinear volantes ofensivos con marca tipo Berrío o incluso Cardona.
Ahora, en contraparte, existe la teoría que dice que equipo ganador no se toca.  Puede que a eso se haya ceñido el técnico para sostener el equipo que ganó en Barranquilla con un solo cambio obligado.  Tal vez planeó el partido con un James como el que vimos en Barranquilla y no como el que jugó en Manaos, esperó que Bacca despertara del letargo vivido y saliera del dejavú y confió en un Macnelly incisivo que manejara el balón y le diera tenencia al equipo.  Lo cierto es que nada de eso se dio y además se recibió un gol antes del primer minuto que destrozó cualquier planteamiento técnico que se hubiera podido trabajar.
Colombia, pese a haber jugado un terrible primer tiempo que estuvo lleno de miedo, desorden, equivocaciones individuales y colectivas, logró milagrosamente y con la clara ayuda de Ospina encontrar el empate, inmerecido pero empate al fin y al cabo, antes de finalizar la primera mitad.
Para el segundo tiempo se vio un equipo diferente, con el cambio de banda Muriel y el ingreso de Cuadrado se logró contener la salida del rival.  Un Wilmar Barrios crecido fue el estandarte del medio campo junto con Carlos Sánchez.  Sin embargo seguíamos sin la guía clara de James, todos los balones que pasaron por el 10 colombiano carecieron de malicia y en muchas ocasiones fueron mal entregados.  Así mismo Bacca estuvo ahogado arriba pasando desapercibido ante la defensa auriverde.
Pekerman ingresó a Cuadrado, Roger y Marlos… insisto mucho jugador de ataque, poco de contención. Con un resultado favorable como lo era el empate a uno, debió poblar el medio recuperador con un tercer volante de marca e ingresar a un delantero fresco y rápido para aprovechar cualquier contraataque. 
En contraparte podemos deducir que el argentino pensó que teníamos suficiente potencial para jugarle de tú a tú todo el partido a Brasil y se la jugó con cambios ofensivos para buscar un marcador favorable.
Infortunadamente en un error en doblajes de marca llega la genialidad de Neymar.   Medina cubre un error de los centrales y recupera un balón por el centro con dos cierres precisos, para nuestra desgracia el rebote le cae a un rival que abre la cancha para Neymar por derecha que completamente solo recibe y sentencia el partido.  Para los que acribillan a Medina, les diré que revisen la jugada completa, él sale a cerrar por el centro, ¿Dónde estaba Cuadrado para el doblaje en marca por derecha? ¿Dónde estaba Barrios para apoyar la marca por su zona? Es muy fácil al caído caerle, pero en ese gol particular eximo de culpa a Steffan.
En contraparte opinaré, ¿no te brinda mayor marca por derecha Arias que Medina? ¿Por qué dejar en el banco al jugador que ha sido siempre tu titular por esa punta y que viene de ser el jugador de la fecha en su liga? Preguntas que nadie le hace a Pekerman cuando se puede, solo él tiene la respuesta a estos interrogantes.
Lo cierto es que Colombia a parte de un mal planteamiento, tuvo la ausencia de sus figuras referentes: James, Bacca, Macnelly no estuvieron.  Es más si somos bastante críticos el único que estuvo perfecto los dos partidos fue David Ospina.  Sin embargo con todo y la pérdida en Manaos se pueden rescatar cosas positivas: Wilmar Barrios jugó fantástico, lastima el balón perdido en la jugada del segundo gol, aunque su desgaste físico fue tremendo (él era un candidato a ser sustituido). 
Lo más rescatable es que los rivales directos de Colombia se enredaron en sus partidos, Ecuador al que muchos daban por clasificado se cayó abruptamente y no sumó un solo punto, Chile viene en caída libre con un camerino reventado y sumó un solo punto. Paraguay resucitó sumando tres y Bolivia dio la sorpresa al sumar cuatro.  Colombia con altos y bajos sumó tres puntos y se mantiene hasta hoy dentro del grupo de clasificados directos al mundial.
La siguiente doble fecha es a muerte contra dos rivales DIRECTOS, primero hay que ir a sacar un triunfo en Paraguay y rematar con otra victoria ante una envalentonada Uruguay en Barranquilla.  No comparto a los que destruyen y acaban a la selección en cada derrota, como tampoco a los triunfalistas que ya compraron tiquetes a Rusia. Jugamos las eliminatorias más difíciles y parejas del mundo que solo tienen cinco puntos de distancia entre el primero y el séptimo. ¿Vamos cuartos y vamos llorando?  Sigo creyendo, la Fe sigue intacta…. Rusia nos espera

Moñona rojiblanca

Una semana perfecta cerró el cuadro barranquillero al hilar tres triunfos en menos de siete días. Pese a todos los pronósticos y dificultades, el equipo comandado por Giovanni Hernández alcanzó triunfos en los todos los torneos en los cuales está participando. 
Es cierto que el partido que se jugó ante Jaguares no fue vistoso ni tampoco agradable futbolísticamente, pero bastó un minuto de genialidad para lograr lo más importante: la victoria.
Fue un partido trabado e interrumpido, a la escasez de ideas y proposición de Junior se le debe sumar el orden y el juego compacto de los visitantes.  Con cierres, marcas certeras y en ocasiones juego fuerte, los dirigidos por Hubert Bodhert supieron cerrar muy bien los espacios en el fondo generando dificultad para los locales.
Junior, si bien fue dueño absoluto del balón, intentaba sin éxito penetrar la muralla amarilla;  sin embargo no sería sino hasta el minuto 54 cuando se gestaría una espectacular jugada colectiva en la que participaron Juan Guillermo Domínguez, Sebastián Hernández y Michael Rangel. Pared entre los dos primeros acompañada de una cortina perfecta de Hernández y una definición exquisita de Rangel.
Un gol que significó concretar una moñona rojiblanca perfecta, el equipo ganó en Copa Sudamericana, en Copa Águila y en Liga Águila.  A mi parecer éste equipo está demostrando un alto nivel de efectividad y jerarquía.  Con pocas oportunidades concreta goles y con un juego moderado sella victorias. 
Sigo soñando con ver en cancha la dupla Ovelar/Rangel, la genialidad y técnica del primero junto con la eficacia y definición del segundo me llevan a imaginar lo que seria una delantera de respeto.  Por otro lado, ayer Gio se aventuró y alineó un solo volante recuperador, apostó por Dominguez en una posición no habitual para él, y siendo honestos, ha sido de los mejores, sino el mejor partido que ha jugado Carachito. 
Ahora, soñando un poquito más, si ya G10 se atrevió a jugar con un solo recuperador… ¿Sería muy osado el visualizar un Ovelar / Rangel asociado a un Jarlan/S.Hernández/Vladimir? Arriesgado, pero cabe en las posibilidades tácticas, sería una “tromba” imparable. 
Por el momento a disfrutar el momento que vive el equipo, sin lugar a dudas está alcanzado resultados que muchos veíamos imposibles por lo difícil del calendario y lo corto de la plantilla, sin embargo titulares y suplentes están jugando con orden, técnica y táctica precisa para obtener resultados, virtud de Giovanni.
La seguidilla de partidos no se detiene, Junior no descansará a pesar de ser fecha FIFA, esta semana enfrentará los partidos atrasados que tiene por Liga ante Jaguares y Huila, de continuar con resultados positivos se ubicará en los primeros lugares de la tabla, el Junior de Gio está dando resultado. 

El bus de Gio

La campaña en números de Giovanni Hernández como técnico de Junior es bastante buena y positiva: cinco victorias, dos empates y una derrota es el saldo que deja hasta el día de hoy la presentación del cuadro currambero bajo su dirección técnica.
Junior ha ganado los partidos que tiene que ganar, el objetivo número uno del cuerpo técnico – declarado por el mismo Gio – es la Copa Sudamericana, seguida en orden de importancia por la Liga Águila y por último la Copa Águila. En ese orden de ideas el plantel ha tenido una respuesta efectiva en su objetivo primario, ha ganado los partidos que ha tenido ante rivales, que siendo igual de objetivos, han demostrado estar un escalón abajo en el nivel futbolístico.
Lo anterior fue corroborado una vez más en Santa Cruz de la Sierra, el cuadro rojiblanco sin mayores exigencias logró un cómodo triunfo dos por cero en condición de visitante dejando casi sentenciada la serie.  Escribo casi, porque en fútbol nada esta sentenciado hasta el pitazo final, sin embargo venir a jugar a casa con un marcador favorable es un plus que no se puede desaprovechar.
El partido fue lento, inicialmente algo enredado para Junior, los locales intentaron proponer en ataque y en un par de ocasiones inquietaron el arco de Sebastián Viera que estuvo atento y con algo de suerte en el tiro libre que se estrelló en el horizontal.  
Con el pasar de los minutos Junior se organizó en el campo de juego e impuso condiciones de la mano de Roberto Ovelar.  El paraguayo sin duda alguna fue la figura del partido, no solo aportó el primer gol con un remate seco e inatajable, sino que también en varias ocasiones se vistió de asistidor y 10 para habilitar a sus compañeros.  Justamente de balón cruzado de él nació el segundo gol concretado por Toloza.
En líneas generales Junior fue práctico, sobrio y contundente, sin demasiado esfuerzo venció a un desordenado Blooming que sinceramente la sacó barata porque la goleada pudo ser mayor. De a poco se borra la siempre vivida “paridera” de los minutos finales y hemos podido cerrar con tranquilidad y calma los partidos.
A Gio solo le sugeriría una dupla Ovelar-Rangel, el nivel que está mostrando el paraguayo pide a gritos un buen definidor en el área, contamos con la fortuna de tener en nuestra nómina un jugador polifacético al mejor estilo Teo que no solo anota goles, sino que también los asiste.  Es necesario un buen finalizador… y claramente Toloza no lo es.  No le resto que corre y ocupa espacios en toda la cancha, pero prefiero un definidor que me de goles y triunfos.  Ademas, se supone que Rangel era el súper refuerzo del semestre... ¿Por qué dejarlo para torneos locales?
La seguidilla de partidos continua, mañana se juega otro importante partido ante el Deportivo Independiente Medellín.  Enfrentamiento en el que claramente ambos planteles saldrán con nominas alternas.  Es claro que en Colombia por más que se tenga un plantel de 30 jugadores de primer nivel es prácticamente imposible competir con decoro en todas las competiciones.  Siempre he sostenido que pareciera  que aquí se “castiga” el que un equipo esté compitiendo internacionalmente porque poco o nada colaboran con los calendarios.  
Por ahora el bus de Gio va andando por buen camino, a pesar de curvas y trochas que aparecen ha sabido manejar la situación y con victorias y buenos resultados ha sostenido los tres torneos, esperemos que la tendencia se mantenga. Vamos Junior carajo! 

Sentimiento Juniorista

¿Cómo hacer para plasmar el sentimiento que embarga el alma de la mayoría de Junioristas en estos días?  Vergüenza, decepción e impotencia pueden ser las tres palabras que más se acercan a describirlo.

Fuimos testigos de cómo el dueño, amo y señor del equipo intentó sacar por la puerta trasera al que ha sido y fue uno de los técnicos más querido por la hinchada.  Digo intentó porque le salió el tiro por la culata, Alexis Mendoza se fue de Junior, pero no por la puerta de atrás, se fue por la puerta grande y demostró que en la vida los valores están por encima del dinero y del poder, que en fútbol, así sea un juego, el respeto, la honestidad y la dignidad son más importantes que cualquier estatus social.

El profesor Alexis, como todos los técnicos, tuvo aciertos y también tuvo errores, a pesar que Junior fue su escuela y universidad alcanzó en poco más de un año un título y dos subcampeonatos.  Para muchos insuficiente, pero en la realidad una campaña de admirar.   Es cierto que hubo errores gigantes como los cuatro extranjeros, incluso yo lo critiqué en su momento, pero no olvidaré su cara y sus palabras en la rueda de prensa, la gallardía para asumir la responsabilidad y pedir perdón.  Eso solo lo hace alguien que tiene arraigados los colores de una institución en el alma y por eso se ganó el respeto de una difícil y complicada hinchada.

Con una corta plantilla logró crear una identidad de juego y dejar el nombre de Junior en los primeros lugares, tal como lo dijo en sus declaraciones de despedida tenía un proyecto de un Junior internacional.  Infortunadamente las cosas de la vida, o más bien los dueños del equipo no lo permitieron, de la manera más abrupta y descarada, se da por terminado el ciclo de alguien de la casa, de un ídolo de la institución.  Se cortó  la continuidad de un buen proceso en el momento menos oportuno, ni siquiera eso tuvo en cuenta Don Fuad al momento de realizar sus fatídicas, nefastas e incoherentes declaraciones.  A días de debutar en un torneo internacional, el máximo accionista y el claro dueño del equipo, decidió literalmente hacerle el cajón al cuerpo técnico.

No solo se va Alexis y su cuerpo técnico - Pachequito y Araujo están hasta el Sábado - también se dañó algo más.  Se rompió la hipócrita relación que había entre la hinchada y los dueños del equipo.  Hipócrita porque la hinchada seria siempre criticó el manejo que recibía el equipo administrativamente, siempre criticó el estado de las sedes deportivas y administrativas de la institución, siempre criticó las decisiones deportivas al momento de contratar jugadores y la alcahuetería al permitir irresponsabilidades e indisciplinas de algunos.

Más allá de todo eso, con las declaraciones de Don Fuad me quedó bastante claro que Junior nunca fue de Barranquilla, nunca fue de la Costa ni de la región, Junior siempre ha sido, es y será de una sola familia.  Familia que al principio si le importaba el equipo,  invertían, dejaban trabajar y apoyaban a Junior.  Hoy simplemente lo tratan y lo ven como un negocio más.  Bien dijo el señor que no necesita hinchas en el estadio, que “si él fuera hincha” vería los partidos desde un estadero.  Nos dejó muy claro que con sus patrocinadores tiene el negocio andando y lo puede sostener. 

Que tristeza, que lástima y que gran desacierto hay en sus palabras, para mí un equipo sin hinchada no es nada, no existe.  Un equipo serio y grande de fútbol necesita directivas, jugadores e hinchada, sin eso no está completo.

Claramente nunca tuve acciones en Junior, pero yo si consideré a Junior como mío, como parte de mí, desde pequeña me enamoré del equipo de la ciudad donde nací pensando que era el sentimiento que representaba una ciudad y una región. Lo sentí como mío porque cada vez que me puse la camiseta pude llorar de alegría y también de tristeza con sus triunfos y derrotas, porque cada ida al estadio era como llegar a mi otra casa.  Lamentablemente su dueño material fue muy explícito al aseverar que además de las acciones económicas es dueño de todo lo que alrededor de la institución se maneja…. Bueno si es que se puede catalogar a Junior como una institución, ahora mismo ni a equipo de barrio llega, nos falta demasiado para ser una institución deportiva de altura y prestigio.

El sentimiento por los colores NO cambia, Junior es, fue y será mi equipo del alma, como dice un cantico: “Rojiblanca de la cuna hasta el cajón”, pero indiscutiblemente algo cambió, algo murió, algo duele y pesa por dentro.

Al profesor Alexis mi admiración y mis mejores deseos, su actitud y sus declaraciones ratificaron ante la Costa y ante el país entero el caballero que es.  Sé que volverás profe, y sé que lo harás siendo grande y dando cátedra, infortunadamente para nosotros estarás en la banca de la izquierda, en la de visitante y con el corazón arrugado de una Juniorista mas, te aplaudiré de pie y siempre te desearé lo mejor vayas donde vayas.

Buen viento y buena mar, éxitos y miles de bendiciones…

Cuando se gana es más fácil

Un estadio prácticamente vacío representa la posición que tiene gran parte de la hinchada ante la actual situación del equipo Barranquillero.  En un partido que usualmente afora mucho más en taquilla – se estaba enfrentando al actual campeón de la Copa Sudamericana, considerado uno de los “grandes” de Colombia – una pobre asistencia fue la primera carta de presentación del partido. 
En el tema futbolístico es importante empezar por el final: Junior agónicamente  logró quedarse con los tres puntos al derrotar dos por uno a los cardenales. Sin embargo, a pesar de la victoria, el equipo dista muchísimo de convencer a sus críticos – me incluyo – de que está en el nivel óptimo esperado. 
Como es costumbre en todos los partidos del cuadro rojiblanco se viven noventa minutos de altibajos o montaña rusa, si bien es cierto que el equipo intenta dominar y crear un futbol vistoso, el objetivo no es alcanzado a cabalidad  por sus jugadores.
Aquí no voy a criticar a Luis Narváez por haber errado el penal en los primeros minutos, la situación se tiene que analizar a fondo. ¿Por qué fue el quien tomo el balón para cobrarlo? ¿Dónde estaban los encargados de anotar goles? Muy mal estamos si un volante seis es el que tiene la personalidad para cobrar un tiro penal, en su defecto si lo es también Vladimir, ¿Desde cuándo es una tarea de los volantes ser los goleadores de un equipo profesional? Tan simple es el futbol como las matemáticas, así como 2+2 es cuatro, los goles de un equipo son responsabilidad de sus delanteros.  Pero en Junior hay escases de goleadores, tema sabido, tema viejo y tema ya tratado ¿Hace cuánto? Unos tres semestres mal contados y ni aun para este semestre donde afrontaremos tres torneos se ha hecho algo para remediarlo.  Así que no desgastaré líneas en discutir que en Junior no hay goleadores. Punto.
Afortunadamente a la suma de tres puntos le podemos agregar un par de cosas positivas: Roberto Ovelar volvió a reencontrarse con la red. Siempre he pensado que es un jugador diferente y de altísima calidad técnica, desafortunadamente no ha estado fino con la definición, pero sin lugar a dudas sigo sosteniendo que es lo mejor que tenemos.  Aquí ha faltado potenciarlo, un delantero no puede arrancar en la mitad del terreno de juego, ese no es su hábitat natural.  Ayer se evidenció que cuando tiene dos volantes creativos atrás y sube a ubicarse arriba encuentra el gol. Fácil y sencillo el delantero tiene que estar en el área rival para anotar goles, no para crearlos ni gestarlos, sino para anotarlos. Ovelar es delantero y pienso que con los Hernández y/o Barrera atrás se potenciara su capacidad goleadora.
Me alegra que Jarlan anote, mucho más con la clase de goles que consigue, es otro jugador diferente, pero en contra tiene que es demasiado irregular. Jarlan querido, para cobrarle a la hinchada te falta mucho, sin temor a equivocarme puedo asegurar que tu tío, el gran Pibe Valderrama, nunca fue a cobrar a la tribuna, y él sí que tiene pergaminos para hacerlo.  El día que te decidas a ser el mejor, no tengo duda que lo lograras, tienes todo el potencial para ser el 10 de Junior y porque no de la selección, es cuestión de creértelo y trabajar a conciencia para lograrlo.
Un párrafo aparte merece Alexis Pérez, que jugador! Ayer ratifique aún más mi inconformismo al no ver su nombre en la lista de convocados del Piscis Restrepo para la selección olímpica. ¿Qué otro jugador sale desde su propia cancha con manejo del balón eludiendo a varios contrarios hasta el área contraria? ¿Qué jugador tiene la seguridad y el timing para los cierres impecables de este joven jugador? Mis sinceras felicitaciones para un jugador profesional no solo dentro sino también fuera de la cancha, de quien solo he escuchado comentarios positivos. 
En resumen fue un suspiro, fue un oasis el haber conseguido los tres puntos, los goles de Ovelar y Jarlan sirven para aumentar la confianza en cada uno y para empujar positivamente al equipo.  Sin embargo el triunfo no tapa la realidad, el equipo está lejos de convencer futbolísticamente con argumentos sólidos que tienen una coordinación y una idea de juego establecida. Sumar tres puntos y tener unas estadísticas numéricas de invicto en casa no suponen un buen nivel de juego.  El futbol no es de números estadísticos, el futbol es de calidad, de juego y al final es de títulos, y en eso seguimos con asignatura pendiente, ¿o no?  
Sin embargo como declaró Carlos Bacca, que acompaño al equipo en el estadio: “Cuando se gana es más fácil” Junior tiene que levantar cabeza con esta victoria, dejar atrás la mala racha de empates  y enderezar el camino desde los jugadores hasta las directivas.  Todos estamos esperando nuevas contrataciones en la dichosa ventana, porque claramente para los tres torneos no alcanza, más aun teniendo en cuenta las recientes lesiones de jugadores claves como Aguirre y Rangel.
Quiero dejar claro que  cuando reclamo y critico lo hago al jugador de futbol profesional, al final todos devengan un salario por jugar (trabajar) en Junior, nunca he estado de acuerdo con acribillar al ser humano y a su familia, pero si con exigir respeto y rendimiento profesional como en cualquier otro trabajo, más aún cuando es en una institución como Junior que genera tantas emociones. 

Caníbales de jugadores

Vivimos en tiempos donde se ha perdido el disfrute y el deleite de ver jugar fútbol, hemos entrado  a una época donde el fútbol está manchado con intereses políticos y económicos.  Peor aún una época donde a los buenos jugadores, a los diferentes, se les exige siempre perfección continua, y si no la alcanzan – dejando en evidencia que son humanos -  simplemente los acribillamos y olvidamos que en el fondo son personas ordinarias que juegan de forma extraordinaria el más lindo deporte.
Hoy estallan todos los titulares deportivos porque Messi dijo adiós a la selección argentina, hoy después de tantos insultos y tantas exigencias uno de los mejores de esta época se despidió entre lágrimas porque nuevamente perdió una final, porque días antes el referente argentino envió un fuerte mensaje que decía: “si no la ganan que no vuelvan”
Ayer  fue Messi, hace una semana fue Cristiano y hoy fue Iniesta, todos jugadores de élite, todos con un don diferente para jugar a la pelota y todos criticados porque erraron o perdieron un partido. Pareciera que al final es un castigo y un sacrificio ser destacado en este deporte porque siempre te exigirán perfección.   Desde afuera, al parecer olvidamos que en la cancha los 22 son humanos, olvidamos que hay días buenos y que hay días malos. 
No por errar un penal Cristiano borra los 86 que ya ha convertido en su carrera, no por errar un pase Iniesta tira a la basura su efectividad y suspicacia habitual y no por perder una nueva final Messi pierde la destreza para gambetear. 
¿En que hemos convertido el deporte más apasionante del mundo? ¿Somos ahora caníbales de jugadores de élite? Parece que una parte del periodismo deportivo está a la expectativa de errores de referentes a nivel mundial para, con prensa amarillista, aumentar su popularidad.  Esperan como cazadores un mal partido de James, un penal errado de Messi o Ronaldo, un gol en contra de Piqué y mil situaciones más para explotar en redes sociales.
Quisiera que alguien me explicara ¿por qué insisten en comparar a Ronaldo y a Messi con Pelé y Maradona? Siendo jugadores tan extremadamente diferentes, incluso me atrevería  a asegurar que los cuatro podrían conformar un equipo sin invadir espacios en el terreno porque se desenvuelven en lugares distintos.  Pienso que los héroes del pasado dejaron estándares muy  altos para las nuevas generaciones y a mi modo de ver, ninguno se acerca a igualarlos.  Sin embargo eso no es excusa para la constante comparación enfermiza que existe día tras día.
Creo que es momento de hacer un alto en el camino, es momento de volver a lo básico, de volver a la esencia del fútbol,  de disfrutar a los mejores mientras están en actividad.  No olvidemos que no duran para siempre, las gambetas de Pelé llegaron a su fin, el liderazgo de Maradona se acabó, hace una semana los malabares de Zlatan cesaron con su país, hace un par de años la magia de Pirlo terminó  en Italia… los jugadores diferentes están por momentos efímeros, disfrutémoslos y seamos agradecidos con la vida por poder deleitarnos con ellos,  no desperdiciemos el tiempo acabándolos antes de tiempo.  

Conclusiones de la Copa Centenario

El torneo continental dejó muchas  conclusiones para el equipo nacional.  Opiniones divididas  en el país acerca de la selección y del cuerpo  técnico. Para algunos todo fue negativo y su óptica solo enfoca los errores o baches evidenciados en los partidos disputados.  Para otros, un poco más optimistas y realistas, el torneo sirvió como un laboratorio experimental, permitiendo al cuerpo técnico ensayos y pruebas en aras de consolidar en nuevo proceso tricolor con el objetivo principal: Rusia 2.018
Particularmente me ubico en el segundo grupo, si bien es cierto que veníamos de dos muy buenos partidos y resultados en las eliminatorias, para nadie es un secreto que el rendimiento de la selección ha venido en descenso después del último mundial en Brasil 2.014.  Desde entonces comenzó el “recambio generacional” en el equipo asociado a variantes obligadas por bajos o nulos rendimientos internacionales: casos de Falcao, Armero, Zuñiga, Aguilar, entre otros.  
Infortunadamente para todos en Conmebol, los equipos solo se reúnen un par de días antes de las fechas de eliminatorias y el tiempo de engranaje y preparación es muy corto.  Por esa sencilla razón veo como una rotunda ganancia las cuatro semanas que estuvieron reunidos todos los jugadores con el cuerpo técnico.  Sinceramente dudo, estando casi que segura, que será imposible lograr por lo menos 15 días continuos de entrenamientos y charlas técnicas ininterrumpidos.  
Creo firmemente que el objetivo de la Copa América Centenario era abrir el abanico de posibilidades en cuanto a jugadores se refiere, si bien fue una convocatoria extraña, poco convencional y también debo decirlo no equitativa, se llevaron jugadores que estaban en el radar del técnico.  Es por eso que no critiqué cuando Pekerman alineo a toda la suplencia ante Costa Rica, era el único momento en el que podía probar realmente a los proyectos que tenía en mente, evaluarlos y determinar que puede utilizar en las eliminatorias y que no se adapta a su modelo táctico.  En ese momento, Colombia no tenía nada que perder, pero si mucho por ganar.
En cuanto a la eliminación discrepo completamente  con los que hoy aseguran que Chile fue y es ampliamente superior a Colombia, el resultado de anoche no fue un reflejo del desarrollo del partido.  Perdimos dos a cero por dos errores puntuales, casi que personales, en la línea defensiva que los australes inteligente y eficazmente tradujeron en gol.  Fuera de esas dos jugadas solo hubo un cabezazo que detuvo Ospina en el segundo tiempo, lo demás fue dominio de Colombia que terminó por convertir, al menos en la primera parte, en figura al guardameta Bravo.
Evidentemente hubo falencias claras en la selección, ambos goles entraron por las bandas: el primero fue una seguidilla de errores iniciando en la marca de Fabra, el no posicionamiento de Arias y terminando con el mal cabezazo de Cuadrado;  mientras que el segundo fue una mala marca en la banda de Arias. En común ambos goles confluyen en la escasez de laterales con jerarquía en el país.  Desde el adiós de Zuñiga y Armero se sabía que no había suplentes para esa posición.  Santiago Arias se ha perfilado y es el dueño de la banda derecha con buenas actuaciones – exceptuando la de anoche- mientras que en la banda izquierda está el dolor de cabeza.  Diaz es el titular, pero ante cualquier lesión o expulsión sinceramente no hay quien ocupe ese lugar.  Con el respeto que me merece Fabra, está demasiado inmaduro para ser el indicado, todos sabemos las grandes falencias que tiene en la defensa y al momento de ir al ataque es muy desordenado.
En este punto radicó el error de Pekerman para enfrentar a Chile, conociendo el estilo de juego del rival debió tapar las bandas, más aun cuando por obligación el titular fue Fabra, debió colocar un apoyo con una línea de tres volantes de marca por delante.  Tarea que Cardona no cumplió y que nunca ha cumplido, él es un jugador de ataque y no de marca, además se vio muy lento en toda la Copa América lo cual pronosticaba una ventaja para los chilenos.  El profesor debió poblar el ancho de la cancha para cubrir espacios y aumentar la presión, sin embargo se dejó llevar por un estilo establecido que debilitó la defensa y nos pasó factura.
A todo lo anterior debemos agregar que jugadores referentes como Bacca, James y Cuadrado no estuvieron al nivel mostrado y conocido en sus clubes.  El primero llegó resentido físicamente – razón por la cual no fue titular ante Chile – el segundo viene sin ritmo en su club y el tercero estuvo siempre con una o dos revoluciones por encima de lo requerido.  Sin embargo no se puede ocultar el sacrificio que ellos y todos hicieron en cada partido, si hay algo que no se esconder es el compromiso de la mayoría de los jugadores al vestir la camiseta nacional.  Muchos se burlaron de las lágrimas de alegría de James al clasificar, pero eso denota compromiso y amor por un país. 
La Copa América dejó un equipo mas compacto, con mayor engranaje entre los jugadores.  Además dejo claro en que posiciones el cuerpo técnico debe seguir escarbando para encontrar variantes y en cuales otras se debe volver a sus inicios: Teofilo Gutierrez debe estar si o si en las siguientes convocatorias nacionales.  Espero que se haya aprendido la lección en cuanto al confeccionamiento de la lista de convocados, se debe prever lesiones, suspensiones y expulsiones y armar un grupo inteligente que te de variables y opciones en cada una de las posiciones.
Respaldo completamente el proceso de Pekerman, siempre he estado montada en este bus y lo seguiré estando, es un PRO-CE-SO que requiere tiempo, en la barra de carga de loading  vamos mucho más allá de la mitad, cortarlo ahora o darle F5 al proceso sería un retroceso gigante.  El objetivo es Rusia 2.018 y después mejorar lo hecho en Brasil, disto del pensamiento que promueve que lo que se hizo en el mundial fue por el buen momento de los jugadores, dejando sin validez al cuerpo técnico. Acorde con eso, ¿Tuvimos 16 años de malos momentos en los jugadores del país? Algo tuvo que ver y en algo tuvo que impactar la sabiduría de Pekerman.  La selección Colombia tiene material, tiene jugadores y tiene técnico para permitirnos soñar con más, por aquí la Fe sigue intacta y el objetivo Rusia 2.018 se mantiene y nos espera.