Caníbales de jugadores

Vivimos en tiempos donde se ha perdido el disfrute y el deleite de ver jugar fútbol, hemos entrado  a una época donde el fútbol está manchado con intereses políticos y económicos.  Peor aún una época donde a los buenos jugadores, a los diferentes, se les exige siempre perfección continua, y si no la alcanzan – dejando en evidencia que son humanos -  simplemente los acribillamos y olvidamos que en el fondo son personas ordinarias que juegan de forma extraordinaria el más lindo deporte.
Hoy estallan todos los titulares deportivos porque Messi dijo adiós a la selección argentina, hoy después de tantos insultos y tantas exigencias uno de los mejores de esta época se despidió entre lágrimas porque nuevamente perdió una final, porque días antes el referente argentino envió un fuerte mensaje que decía: “si no la ganan que no vuelvan”
Ayer  fue Messi, hace una semana fue Cristiano y hoy fue Iniesta, todos jugadores de élite, todos con un don diferente para jugar a la pelota y todos criticados porque erraron o perdieron un partido. Pareciera que al final es un castigo y un sacrificio ser destacado en este deporte porque siempre te exigirán perfección.   Desde afuera, al parecer olvidamos que en la cancha los 22 son humanos, olvidamos que hay días buenos y que hay días malos. 
No por errar un penal Cristiano borra los 86 que ya ha convertido en su carrera, no por errar un pase Iniesta tira a la basura su efectividad y suspicacia habitual y no por perder una nueva final Messi pierde la destreza para gambetear. 
¿En que hemos convertido el deporte más apasionante del mundo? ¿Somos ahora caníbales de jugadores de élite? Parece que una parte del periodismo deportivo está a la expectativa de errores de referentes a nivel mundial para, con prensa amarillista, aumentar su popularidad.  Esperan como cazadores un mal partido de James, un penal errado de Messi o Ronaldo, un gol en contra de Piqué y mil situaciones más para explotar en redes sociales.
Quisiera que alguien me explicara ¿por qué insisten en comparar a Ronaldo y a Messi con Pelé y Maradona? Siendo jugadores tan extremadamente diferentes, incluso me atrevería  a asegurar que los cuatro podrían conformar un equipo sin invadir espacios en el terreno porque se desenvuelven en lugares distintos.  Pienso que los héroes del pasado dejaron estándares muy  altos para las nuevas generaciones y a mi modo de ver, ninguno se acerca a igualarlos.  Sin embargo eso no es excusa para la constante comparación enfermiza que existe día tras día.
Creo que es momento de hacer un alto en el camino, es momento de volver a lo básico, de volver a la esencia del fútbol,  de disfrutar a los mejores mientras están en actividad.  No olvidemos que no duran para siempre, las gambetas de Pelé llegaron a su fin, el liderazgo de Maradona se acabó, hace una semana los malabares de Zlatan cesaron con su país, hace un par de años la magia de Pirlo terminó  en Italia… los jugadores diferentes están por momentos efímeros, disfrutémoslos y seamos agradecidos con la vida por poder deleitarnos con ellos,  no desperdiciemos el tiempo acabándolos antes de tiempo.  

Conclusiones de la Copa Centenario

El torneo continental dejó muchas  conclusiones para el equipo nacional.  Opiniones divididas  en el país acerca de la selección y del cuerpo  técnico. Para algunos todo fue negativo y su óptica solo enfoca los errores o baches evidenciados en los partidos disputados.  Para otros, un poco más optimistas y realistas, el torneo sirvió como un laboratorio experimental, permitiendo al cuerpo técnico ensayos y pruebas en aras de consolidar en nuevo proceso tricolor con el objetivo principal: Rusia 2.018
Particularmente me ubico en el segundo grupo, si bien es cierto que veníamos de dos muy buenos partidos y resultados en las eliminatorias, para nadie es un secreto que el rendimiento de la selección ha venido en descenso después del último mundial en Brasil 2.014.  Desde entonces comenzó el “recambio generacional” en el equipo asociado a variantes obligadas por bajos o nulos rendimientos internacionales: casos de Falcao, Armero, Zuñiga, Aguilar, entre otros.  
Infortunadamente para todos en Conmebol, los equipos solo se reúnen un par de días antes de las fechas de eliminatorias y el tiempo de engranaje y preparación es muy corto.  Por esa sencilla razón veo como una rotunda ganancia las cuatro semanas que estuvieron reunidos todos los jugadores con el cuerpo técnico.  Sinceramente dudo, estando casi que segura, que será imposible lograr por lo menos 15 días continuos de entrenamientos y charlas técnicas ininterrumpidos.  
Creo firmemente que el objetivo de la Copa América Centenario era abrir el abanico de posibilidades en cuanto a jugadores se refiere, si bien fue una convocatoria extraña, poco convencional y también debo decirlo no equitativa, se llevaron jugadores que estaban en el radar del técnico.  Es por eso que no critiqué cuando Pekerman alineo a toda la suplencia ante Costa Rica, era el único momento en el que podía probar realmente a los proyectos que tenía en mente, evaluarlos y determinar que puede utilizar en las eliminatorias y que no se adapta a su modelo táctico.  En ese momento, Colombia no tenía nada que perder, pero si mucho por ganar.
En cuanto a la eliminación discrepo completamente  con los que hoy aseguran que Chile fue y es ampliamente superior a Colombia, el resultado de anoche no fue un reflejo del desarrollo del partido.  Perdimos dos a cero por dos errores puntuales, casi que personales, en la línea defensiva que los australes inteligente y eficazmente tradujeron en gol.  Fuera de esas dos jugadas solo hubo un cabezazo que detuvo Ospina en el segundo tiempo, lo demás fue dominio de Colombia que terminó por convertir, al menos en la primera parte, en figura al guardameta Bravo.
Evidentemente hubo falencias claras en la selección, ambos goles entraron por las bandas: el primero fue una seguidilla de errores iniciando en la marca de Fabra, el no posicionamiento de Arias y terminando con el mal cabezazo de Cuadrado;  mientras que el segundo fue una mala marca en la banda de Arias. En común ambos goles confluyen en la escasez de laterales con jerarquía en el país.  Desde el adiós de Zuñiga y Armero se sabía que no había suplentes para esa posición.  Santiago Arias se ha perfilado y es el dueño de la banda derecha con buenas actuaciones – exceptuando la de anoche- mientras que en la banda izquierda está el dolor de cabeza.  Diaz es el titular, pero ante cualquier lesión o expulsión sinceramente no hay quien ocupe ese lugar.  Con el respeto que me merece Fabra, está demasiado inmaduro para ser el indicado, todos sabemos las grandes falencias que tiene en la defensa y al momento de ir al ataque es muy desordenado.
En este punto radicó el error de Pekerman para enfrentar a Chile, conociendo el estilo de juego del rival debió tapar las bandas, más aun cuando por obligación el titular fue Fabra, debió colocar un apoyo con una línea de tres volantes de marca por delante.  Tarea que Cardona no cumplió y que nunca ha cumplido, él es un jugador de ataque y no de marca, además se vio muy lento en toda la Copa América lo cual pronosticaba una ventaja para los chilenos.  El profesor debió poblar el ancho de la cancha para cubrir espacios y aumentar la presión, sin embargo se dejó llevar por un estilo establecido que debilitó la defensa y nos pasó factura.
A todo lo anterior debemos agregar que jugadores referentes como Bacca, James y Cuadrado no estuvieron al nivel mostrado y conocido en sus clubes.  El primero llegó resentido físicamente – razón por la cual no fue titular ante Chile – el segundo viene sin ritmo en su club y el tercero estuvo siempre con una o dos revoluciones por encima de lo requerido.  Sin embargo no se puede ocultar el sacrificio que ellos y todos hicieron en cada partido, si hay algo que no se esconder es el compromiso de la mayoría de los jugadores al vestir la camiseta nacional.  Muchos se burlaron de las lágrimas de alegría de James al clasificar, pero eso denota compromiso y amor por un país. 
La Copa América dejó un equipo mas compacto, con mayor engranaje entre los jugadores.  Además dejo claro en que posiciones el cuerpo técnico debe seguir escarbando para encontrar variantes y en cuales otras se debe volver a sus inicios: Teofilo Gutierrez debe estar si o si en las siguientes convocatorias nacionales.  Espero que se haya aprendido la lección en cuanto al confeccionamiento de la lista de convocados, se debe prever lesiones, suspensiones y expulsiones y armar un grupo inteligente que te de variables y opciones en cada una de las posiciones.
Respaldo completamente el proceso de Pekerman, siempre he estado montada en este bus y lo seguiré estando, es un PRO-CE-SO que requiere tiempo, en la barra de carga de loading  vamos mucho más allá de la mitad, cortarlo ahora o darle F5 al proceso sería un retroceso gigante.  El objetivo es Rusia 2.018 y después mejorar lo hecho en Brasil, disto del pensamiento que promueve que lo que se hizo en el mundial fue por el buen momento de los jugadores, dejando sin validez al cuerpo técnico. Acorde con eso, ¿Tuvimos 16 años de malos momentos en los jugadores del país? Algo tuvo que ver y en algo tuvo que impactar la sabiduría de Pekerman.  La selección Colombia tiene material, tiene jugadores y tiene técnico para permitirnos soñar con más, por aquí la Fe sigue intacta y el objetivo Rusia 2.018 se mantiene y nos espera.

Exijo como hincha

Así es la vida y así es el futbol, claramente el que gana es el que goza y los que perdemos tenemos que agachar cabeza, llorar y corregir el camino.  Hay que felicitar la organización administrativa  del rival, desde los inicios de la temporada se evidenció inversión económica confeccionando un equipo para ganar una estrella, pocas veces el futbol es justo y retribuye los esfuerzos, esta vez lo hizo. 
Perder duele, y mas de la manera como perdimos esta final.  Junior no hizo un mal partido, pero tampoco hizo uno bueno, con lo que hay se hizo una presentación aceptable que termino con el final que muchos vaticinamos desde inicio de temporada:  sin goles.
El equipo incluso jugó mejor en Medellín que aquí en Barranquilla, con un equipo ordenado supo pararse en el terreno de juego y estaba realizando el objetivo – arco en cero- hasta el error garrafal entre Vélez y Viera.  La falta de comunicación en esa precisa jugada marcó el rumbo final, solo ellos dos saben de quien fue el error.  ¿Fue Viera que se quedó callado y no pidió el balón? ¿O fue Vélez que se metió en la mitad en un balón controlado?  Lo cierto es que ahí cambió todo, Medellín encontró con Marrugo un golazo de otro partido que modificó las reglas de juego, el local que estaba obligado a buscar el resultado inteligentemente retrasó las líneas para esperar a un Junior necesitado.
Si analizamos el resumen del partido mayor opciones  de “intentos” de ataque tuvo Junior, esta vez Viera no fue el héroe – como siempre lo fue en las ultimas series, no lo olviden – y no lo fue porque Medellín tampoco propuso nada.  El segundo gol simplemente fue un riesgo tomado, a expensas de un minuto yo hubiera hecho exactamente lo mismo que Sebastián, ir a buscar un gol para forzar los penales.  No se dio y DIM aprovechó para sentenciar, nada que reprochar al capitán. 
Perdimos, por tercera vez consecutiva se escapa la posibilidad de la octava estrella, ¿no creen que es momento de reflexionar y atacar el problema de raíz? ¿Qué mas tiene que suceder en esta institución para que sus directivos la tomen en serio? ¿Estamos destinados a amar a un equipo que es manejado como una tienda?
Si me preguntan el sentimiento que mas me embarga ahora es la impotencia, es ver como algo tan grande como Junior se vuelve diminuto por malas administraciones y por terribles decisiones. No quiero ahondar en el partido perdido, quiero ahondar en el semestre desperdiciado. 
¿Hace cuanto se escucha en el ambiente que no hay delanteros? ¿Es justo y es justificable que solo hasta ayer y después de perder la tercera final consecutiva el señor presidente de Junior acepte dicha falencia?  Esto es lo que duele señores, Junior no es un equipo pobre, no es un equipo sin hinchada, para demostrarlo está la asistencia al estadio, la compra masiva de abonos.  Entonces ¿Por qué lo “refuerzan” como equipo chico, porqué llenan espacios en las inscripciones con cualquier nombre? Revisando la plantilla hay siete delanteros, siete, y no hay un solo recambio para Ovelar…..no hay un solo goleador.
Es aquí cuando se confirma que el mayor problema en Junior es la falta de organización.  Con mucho respeto me permito dirigirme a la parte administrativa, a toda la junta  completa, ¿qué hay que hacer para que cambien las cosas? Si es cuestión de competencia entreguen el equipo a alguien que la tenga, les aseguro que si el equipo tiene una buena campaña lo verán reflejado en sus bolsillos.  Esta hinchada pide respeto, yo pido respeto, yo que voy siempre al estadio, que todos los años compro mi abono y espero un refuerzo de categoría, yo que sigo creyendo exijo respeto.  Desde lo mas sencillo como lo son las instalaciones administrativas hasta lo mas elemental como lo es la contratación de jugadores.
Junior está catalogado como uno de los grandes equipos de Colombia, es hora que lo manejen y administren como tal.  Las sedes del equipo dan vergüenza, por dentro y por fuera son de un equipo de segunda o tercera división, ni que hablar de la sede deportiva, un potrero, un bosque que no provee el ambiente necesario para los jugadores y cuerpo técnico.  ¿Necesitan plata? Gestionen!! Les aseguro que hay miles de inversionistas de la región que tienen el mismo concepto que aquí describo, dejen que la gente potencie al equipo, suelten al equipo y déjenlo surgir, no lo maten maltratándolo como equipo de barrio.
Inicien la labor con una modificación extrema de la plantilla, es mas que justo que algunos jugadores tengan la valentía de dar un paso al costado.  Si son ecuánimes hoy mismo debería haber una fila para que por lo menos 10 jugadores estén pasando su carta de renuncia:  Mena 1, Mena 2, Domínguez, Vélez, Toloza, Escalante, Noguera, Vásquez J, entre otros.  
A algunos de ellos se les debe agradecer porque en su momento le dieron todo al equipo, sin embargo la institución está por encima, varios ya cumplieron su ciclo y deben reconocer que su permanencia solo ancla al equipo al no mejoramiento. 
A otros se les dejó pasar mucho por alto, nunca rindieron como se esperaba dejando su armario lleno de gorras para la celebración que jamás llegó.
Por último quiero dedicar un ultimo párrafo a agradecerle al señor Alexis Mendoza, criticado y resistido por muchos, con altibajos, ha tenido errores, como también ha tenido aciertos.  Este señor, además de caballero ha demostrado que es un buen técnico, no cualquiera lleva a un equipo tan limitado a jugar la final, no cualquiera con una nómina tan escasa y corta elimina a Nacional y a Millonarios en las instancias finales.  ¿Qué mas le podemos exigir si cuando al mira al banco de suplentes no ve nada? Malabares y milagros hizo Alexis con esta nomina, espero que le armen un equipo completo, es mas no uno sino varios, se vienen tres torneos simultáneos, uno de ellos internacional, y si ahora no alcanzaba ni siquiera para un torneo, no quiero pensar que ocurrirá ahora que sean tres. A Alexis solo le pido carácter para exigir un plantel de altura, sino profe por su bienestar y por el progreso de su carrera, busque un equipo donde le den elementos óptimos para trabajar.  De mi parte estaré eternamente agradecida porque usted creyó, porque tumbó el tabú de que Junior no conseguía resultados de visitantes y porque con lo poco que tuvo buscó darle identidad de juego al equipo.
Yo no elegí ser hincha de Junior, yo nací siendo hincha del mejor, es un sentimiento que llevo en el alma y me corre por la sangre, un sentimiento que me ha hecho llorar y me ha hecho reír.  Por esa sencilla razón exijo un cambio palpable en la institución, estamos a quince días del nuevo torneo y aun no hay contrataciones ¿para cuándo?

Incomprensible cambio

Medellín hizo su negocio en la caldereta del Metropolitano.  Ante más de 40 mil hinchas Junior de Barranquilla dejo escapar la primera oportunidad para irse arriba en esta gran final.   Los comandados por Alexis Mendoza no supieron contraatacar el esquema defensivo propuesto por Leonel  Álvarez.
El DIM desde el primer minuto dejó ver la que sería su propuesta durante todo el partido, un juego cerrado, con pocos espacios, pero con un alto nivel de orden táctico fue la apuesta hecha por el visitante.  Mientras tanto Junior inició con actitud el partido, con paciencia y secuencia de toques elaboró una de las pocas llegadas al arco de González que terminaría en el gol anotado por Aguirre.
Sin embargo la actitud y la celebración durarían pocos minutos,  en un error colectivo y un par de bloopers de los centrales Cabeza anotaría el empate para los visitantes.  A partir de ese momento Junior sintió un knockout que diluyó la actitud del inicio del partido.  Los visitantes cerraron mucho más sus líneas y con una clara doble línea de cuatro en el fondo organizaron la que fue una muralla durante todo el partido.
Los rojiblancos carecieron de presión alta, los volantes recuperadores estaban como cometas en el campo de juego corriendo de un lado para el otro sin sincronía.  Jarlan fue el más claro de la cancha  pero sus intenciones de ataque se veían frustradas al utilizar siempre la mitad del campo como vía para atacar el área rival.  Los laterales nunca colaboraron  con el ataque, jamás se proyectaron para intentar romper las líneas o estirar el campo de juego, por el contrario Vélez parecía anclado a un campo magnético en el fondo y Domínguez tenía un imán pegado en el zapato, nunca pudo conectar un solo centro certero al área contraria.  Los pocos balones que llegaban cerca al arco rival fueron dilapidados en las piernas del delantero de turno: Ovelar, Toloza y Escalante pasearon sin pena ni gloria en los minutos que estuvieron en el campo de juego.  Nuevamente la falta de definición paso su cuenta de cobro.
Junior por más que tuvo el dominio del balón, no fue quien dominó el partido.  Irónicamente los hilos del juego los manejó el Medellín sin necesidad de tener posesión  del esférico.   Los visitantes hicieron su negocio cómodamente y con la muralla plantada cercaron el arco de David González.
Es incomprensible el cambio de 180° en la propuesta futbolistica de un plantel, ¿Donde quedó el equipo que jugó un partido impecable en Medellín hace cuatro días? ¿Porqué un altibajo colectivo tan notorio siendo que es la misma titular? La unica respuesta coherente tendria que ir ligada con actitu, este mismo equipo ya demostró que cuando quiere juega como lo hizo ante Nacional en Medellin, pero cuando no, juega como lo ha hecho en Barranquilla los dos últimos partidos. 
Realmente el empate fue un justo resultado para estos dos equipos: uno no propuso nada en el ataque y  encontró el gol en una jugada aislada y el otro careció de actitud y de lógica al momento de vulnerar la estrategia rival.
Cabe aclarar que Alexis no fue artífice del desempeño de Junior en este partido, el técnico alineó a los que tenía que utilizar y con lo poco que tenía en banca intentó cambiar la cara del equipo.  Sin embargo las diferencias entre ambos bancos de suplentes eran abismales.  A estas alturas se debe elogiar al profesor Mendoza por tenernos en una final con una plantilla tan altamente limitada, con las uñas ha intentado establecer un estilo de juego, luchando ante desgaste, lesiones y demás.  
Estamos en tiempo de contratación y por Barranquilla no hay noticias, me pregunto si nuevamente pasara el mercado y se contratará lo que sea para enfrentar un torneo internacional… ¿No hemos aprendido la lección al momento de conformar una plantilla?  Temas que son completamente administrativos y que debe ir en  paralelo con la definición del título.  Título que aún no está definido, recordemos que Junior viene de lograr dos resultados favorables como visitante en las últimas series, así que a todos los que ayer se bajaron del bus les refresco la memoria y les digo que a Junior tienes que matarlo!!

Silenciador marca Junior

Un corazón de roble mezclado con hierro es lo que tenemos en el pecho  todos los hinchas del equipo tiburón.  Es lo único que nos sostiene durante los agónicos partidos de nuestro equipo, si bien sufrimos como nadie más, también gozamos como ninguno.

Fue un partido en el que dominó el cuadro visitante, con la titular perfecta los alineados por Alexis Mendoza no se dejaron amilanar en la capital de la montaña. Por el contrario impusieron su ritmo y sus condiciones desde el primer minuto jugando un primer tiempo casi que perfecto.  Lo único que le faltó para la perfección fue concretar uno o varios goles, porque oportunidades hubo a lo largo de los noventa minutos: dos de Aguirre, dos de Ovelar, dos de Arias y una de Vladimir.  Esta vez la actitud de toda la plantilla fue la de un equipo guerrero, un equipo que tenía una herida en su ego y que con amor propio y respeto por la camiseta lograron conseguir el objetivo. 

El destino estaba marcado para repetir la dosis de tiros desde el punto penal, tanto así que minutos antes de que finalizaran los 90 reglamentarios Henríquez tuvo en su cabeza la más clara opción de Nacional estrellando en el ángulo el balón después de un cabezazo en el área.  En ese momento todos pensamos “la suerte del campeón”.  Sinceramente hubiera sido injusto un gol agónico de los locales en ese momento, Nacional fue un equipo desdibujado, desordenado y sin creación.  Los que en Barranquilla manejaron el partido se vieron diminutos ante la jerarquía del visitante, no estuvieron claros en defensa y nunca aparecieron en ataque.

Junior fue un equipo organizado en todas las líneas, los centrales nuevamente ratificaron que atraviesan un momento estupendo, empujando al equipo desde la primera línea dieron seguridad y tranquilidad durante todo el partido.  Esta vez Carachito y Vélez estuvieron acertados por sus bandas, además de aportar en el ataque, tuvieron retornos rápidos que mantuvieron la figura defensiva intacta. 

Narváez y James se comieron el medio campo, el primero con la tranquilidad y la calma que lo caracteriza en este tipo de partidos y el segundo fue el estandarte de equilibrio en la mitad.  Entre los dos borraron a MacNelly y opacaron a Sherman, los hicieron lucir desesperados y desacertados en los pocos balones que les llegaban.

La figura de la cancha fue Jarlan, premio merecido que su penal nos diera la clasificación.  El 10 tiburón se puso el overol de creador, se echó el equipo al hombro y fue quien dirigió los hilos del partido.  Fue un Barrera ecuánime, concentrado, calmado y con mucha personalidad.  Siempre se movió a lo ancho del terreno pidiendo el balón y en más de una ocasión habilitó con precisión a sus compañeros en jugadas clarísimas de gol.  Este es el fútbol que se le pide a Jarlan, este es el fútbol que todos sabemos que tiene en sus pies, este es el fútbol que lo puede hacer llegar muy lejos en su carrera profesional. 

Por otro lado Vladimir enloqueció a las torres de Nacional, aprovechando su estatura y su perfil escurridizo fue un dolor de cabeza constante para la línea defensiva.  Tuvo una oportunidad clarísima para anotar un gol en los noventa reglamentarios que infortunadamente se fue desviada. Vladimir es uno de los pocos jugadores que nunca ha dejado de correr, su carta de presentación es la entrega constante en cada uno de los partidos.

Aguirre y Ovelar no estuvieron finos en la definición, en sus pies se dilapidaron varias opciones de gol claras, sin embargo guardo la esperanza y la Fe que la puntería será certera en la llave final.  Es necesario castigar con goles en estas instancias y ambos tienen el potencial para hacerlo.

En la tanda de penales nuevamente solo diré: Gracias Sebastián Viera, gracias totales!  El arquero uruguayo atajó un tiro desde los doce pasos, a mi modo de ver, una atajada espectacular, no es fácil sostenerse en el medio del arco sin decidir tirarte a un costado.  El capitán ha sido la piedra angular de este equipo, con atajadas y goles claves en los partidos importantes.

Glorioso triunfo, espectacular silenciador de estadios marca Junior de Barranquilla, esa mística sensación de dejavú en el que nos dan por muertos, pero que al final nuevamente en su casa hacemos una fiesta a distancia. Junior eliminó con argumentos al segundo y al tercero en la tabla de clasificación, ahora la final será ante el primero.  Momento de revancha para Alexis, es el tiempo de sacarse la espinita de  los cuatro extranjeros, es el tiempo de llorar de alegría como lo hizo en Medellín.  

Criticado y resistido, Alexis calladito tiene en su primera dirigencia como técnico tres finales y una Copa, merece levantar el título de la Liga y merece sentir que lo respalda TODA una hinchada. 

Hoy bailemos como Narváez y saltemos como el Pibe porque este sentimiento tan lindo solo lo entendemos los que somos hinchas del Papá, del silenciador, del que tienes que matarlo, porque si lo dejas vivo, te daña la fiesta en el último minuto, sencillamente lo entendemos los que llevamos en el corazón a una institución tan grande y única como  Junior de Barranquilla!

Sin alma

Decepción e impotencia pueden ser las dos palabras que recojan el sentir de cualquier Juniorista después del primer  partido jugado por las semifinales ante Atlético Nacional. 
Un repaso técnico y táctico le propinó  Reynaldo Rueda a su pupilo Alexis Mendoza en Barranquilla.  Un equipo que llegó con bajas sensibles por los convocados a la Copa América fue ampliamente superior al cuadro local.  Las explicaciones -  que retumban más como excusas – que presentó Alexis en rueda de prensa dejan numerosas incógnitas en muchos aspectos: Si bien es cierto que hubo un desgaste físico en Bogotá, ¿Por qué alineo entonces prácticamente la misma titular (Murillo y Gutiérrez  únicos cambios)? ¿Por qué no les dio prioridad a jugadores que no jugaron ante Millonarios, caso Jarlan Barrera? Ahora, jugadores como Toloza, Murillo, Vélez y Sánchez no jugaron los 90 minutos en la altura, entonces ¿Por qué tanto desgaste o más bien porque tanta pasividad anoche?  Respeto profundamente a Mendoza, ratifico que ha dado identidad de juego y ha roto tabúes históricos, pero ayer sus declaraciones no fueron acertadas, así como tampoco lo fueron sus cambios.  Nuevamente estuvo lento al momento de realizarlos, esperar hasta el minuto 60 para ingresar a Jarlan cuando todos estaban siendo espectadores en la cancha, eso no tiene explicación. No sé realmente a que se refirió cuando declaró que se  “quitaba el sombrero ante la entrega de los jugadores” claramente vimos dos partidos opuestos.
Particularmente no vi entrega en los jugadores, por el contrario vi un equipo sin alma, un primer tiempo displicente, carente de carácter, parecía que estuvieran jugando cualquier partido del semestre y no una semifinal ante Nacional. Ninguno presionaba, nadie achicaba, no había marca y dejaron que Sherman, Ibargüen y Macnelly hicieran fiesta a placer en la ofensiva verdolaga. Para la muestra el gol de Bocanegra, sin esfuerzo alguno Ibarguen rompió – como lo hizo todo el partido – la banda derecha y habilito a Bocanegra que sin ningún tipo de estorbo o sombra de marca entro solitario al área para liquidar a Viera.
Me quedo con la imagen de Viera que intentó sacudir al equipo después del gol, es el único que tuvo un partido digno y de altura, estuvo cerca de anotar nuevamente de tiro libre y gracias a él Nacional solo anoto un gol y arañamos un empate que en el papel nos deja con vida para ir a Medellín.
En el segundo tiempo la actitud fue la misma, afortunadamente algunos jugadores recapacitaron e intentaron contagiar al equipo: Alexis Pérez, Jorge Arias y Vladimir Hernández quisieron empujar al equipo y entre ellos tres trataban de generar algo de juego en el Metropolitano. Irónicamente Arias en varias ocasiones tuvo que transportar el balón de área a área para intentar buscar el gol o al menos pellizcar a los volantes y delanteros.  Justamente de su cobro de tiro libre nació el gol de Vladimir que le dio un aire de 10 minutos al equipo local. 
El tardío ingreso de Jarlan cambió un poco la cara de apatía del equipo, el 10 se echó el equipo al hombro y corrió por el medio campo, filtró los pases que pudo, pero desafortunadamente Ovelar y Escalante no dieron para parar un solo balón.  Es aquí cuando recalco ¿Para qué fue o qué buscó Alexis con el cambio de Escalante por Toloza? Es cierto que Toloza jugó desastroso, se recrimina aún más porque no tuvo desgaste en Bogotá, pero si algo tenía antes que ya no tiene ahora son las  ganas, rapidez y entrega, ayer modelaba por la cancha y miraba por donde iba el malón, pero jamás lo buscó.  Sin embargo ¿Cuál fue el cambio que imprimió Escalante? ¿Corrió, marcó, remató al arco? Yo no lo vi, ah sí mentira, una opción clarísima que desperdició ante Armani fue la única jugada que se le anota.
Por otro lado, partido para enterrar de Sánchez, perdido, impreciso, retardado en los cierres y ¿Cuál fue la causa? Tampoco desgaste físico, recordemos que solo jugó 45 minutos ante Millonarios porque lo estaban cuidando para este partido…
En conclusión véase por donde se vea la presentación de Junior ni siquiera fue discreta, fue mala, un empate que termino maquillando  lo que debió ser una derrota abultada. Recarga de culpabilidad nuevamente compartida, Alexis pasivo y errático y los jugadores estáticos y displicentes.  Crónica de algo anunciado, se sabía que así sería el cierre del torneo, partidos cada tres días, sin embargo no se armó plantilla para ello, no hay recambio ni plan B en el equipo.  Pero esto es Junior, es un sentimiento, es agonía y es sufrir y morir creyendo, no está muerto quien pelea y como dijo el gran Edgar Perea “A Junior tienes que matarlo” y aún no está muerto, ayer parecían zombis en la cancha, pero hoy todavía  late una esperanza.  
¿Se podrá lograr la hazaña? ¿Conseguiremos el pase a la final? Si se quiere, se puede, todo depende de la ACTITUD que tengan los jugadores y la astucia y audacia que tenga el cuerpo técnico. 

Objetivo logrado

Colombia consiguió uno de los objetivos trazados para esta Copa América al ser el primer clasificado a los octavos de final del torneo continental. 
Fue un partido que dejo ver dos caras casi que opuestas de la tricolor, un primer tiempo con gran dominio de balón, jerarquía en la cancha, y avances verticales contrastado con un segundo tiempo en el que cedió la posesión del balón y por momentos se vio superado por su rival. 
Primeramente hay que destacar la cohesión futbolística encontrada entre los once jugadores en la primera mitad, desde Ospina hasta Bacca estaban completamente compenetrados, con una coordinación y concentración envidiables que daban como resultado un total dominio del partido.  Colombia jugaba a su antojo, las bandas eran explotadas con salidas permanentes que estaban acompañadas de un retorno rápido y ordenado de sus laterales.  Arias como siempre organizado y seguro en sus dos funciones;  por otro lado, el partido de Faryd Díaz fue fenomenal, el lateral Vallenato estuvo certero en sus cierres y relevos , además fue una carta fundamental en el ataque colombiano, con sus proyecciones por la banda derecha se convirtió en un constante dolor de cabeza para los Paraguayos.
El esquema táctico utilizado por Pekerman dio la mejor de las respuestas, Torres siendo el anclaje en un 4-1-4-1 estuvo certero, seguro y efectivo  ubicándose detrás de la línea de cuatro volantes: Cuadrado, Pérez, James y Cardona.  Acierto total del estratega argentino quien sacó el máximo provecho a la figura dándole mayor movilidad a James asociándolo  con Sebastián y Cardona. Durante esos 30 minutos Colombia fue quien puso los términos y la velocidad de juego, cuando se juntaron los cuatro crearon espacios y rompieron fácilmente la defensa rival abriendo oportunidades claras para Carlitos.
Sin embargo fue por medio de la pelota quieta que nuevamente la selección encontró el gol tempranero, de un modo poco usual Carlos Bacca se levantó y en un cabezazo incómodo pero ubicado envío la pelota al fondo de la red.  Posteriormente seria James David el que anotaría el segundo gol, dándole una mayor tranquilidad al plantel y vaticinando una goleada…. Goleada que no se hizo realidad porque vimos la otra cara del equipo.
Modificando a algunos  jugadores y cambiando la estrategia Ramón Díaz puso a sufrir a Colombia.  Pekerman, en mi concepto poco asertivo con el cambio, ingresó a Guillermo Celis por Sebastián Pérez.  Hubiera pensado que al verse encima a los guaraníes se requería de mayor corte en el medio con Sánchez.  A lo anterior hay que sumarle que infortunadamente el Sincelejano no entró conectado y no estuvo preciso en los cortes y entregas de balón.  
Por otro lado Cuadrado pedía a gritos una sustitución, estuvo siempre sobre revolucionado e impreciso y  en el partido no fue el jugador desequilibrante que sabemos es, por el contrario amarró el balón buscando jugadas individuales e invadió los espacios de sus compañeros en la cancha.  Sin embargo Pekerman prolongó más de lo requerido su presencia en la cancha y solo hasta el minuto 86 decidió sustituirlo para ingresar a Marlos Moreno. El tercer cambio se vio obligado por un golpe de Cristian Zapata que saldría al minuto 90 para que ingresara Yerry Mina.
En síntesis el partido fue favorable para Colombia: ganó, clasificó y dio muestras de cuál es el equipo base de esta selección para lo que se viene en el torneo y en las eliminatorias.  No podemos olvidar que esta Copa América más allá de ser un torneo competitivo es la oportunidad de oro para que le cuerpo técnico trabaje con la plantilla completa por más de una semana, es la oportunidad de ensayar movimientos y sociedades.  Claramente se nota la mano del técnico en los partidos jugados: los goles conseguidos han sido trabajo de pelota quieta, ha hecho variantes en los módulos utilizados y ha encontrado reemplazos a ausencias y vacíos en los esquemas.  
Por otro lado falta mejorar el juego aéreo en defensa, todas las pelotas levantadas desde los costados han sido un dolor de cabeza, pero también una oportunidad para que Ospina se luzca y muestre su categoría. El guardameta colombiano dice presente cada vez que es exigido. 
Estamos clasificados y somos los primeros en estar en la siguiente fase, en manos de Pekerman está decidir si le da descanso a los titulares – James está golpeado – dándole oportunidad a otros jugadores, o si quiere afinar y seguir generando memoria colectiva.  Por ahora a disfrutar que tenemos un conjunto de jugadores con talento y nivel mundial que están liderados por un crack que hasta cojo jugaría por la selección nacional.

Dejavú tiburón

Difícil, complicado e inexplicable partido, así se puede resumir el juego entre Millonarios y Junior que terminaria clasificando a los rojiblancos.  Un claro dejavú vivimos ayer todos los hinchas del cuadro currambero cuando despues de tener un partido controlado con una ventaja clara de tres goles a favor una a una se fueron cayendo las fichas y se iba apagando la ilusión tiburona.
Fue un partido que inició con el árbitro como protagonista, incluso desde antes de su inicio hubo altercados por la indumentaria utilizada por Viera, la cual se supone es revisada mucho antes del pitazo inicial por la terna arbitral, o no?  Sin embargo, con algo de retraso por opiniones de moda se inició el partido en la capital del país. Como era de esperarse Millonarios intentó buscar el arco rival para acortar distancias, pero nuevamente desde muy temprano se vislumbraba quien iba a ser la gran figura de la tarde: Sebastian Viera muy seguro bajo los tres palos ahogó en varias oportunidades el grito de gol capitalino.  Mientras tanto la marca en el medio campo de Junior estaba muy desprotegida, camisas azules hacían  superioridad numérica y con toques rápidos  rompían la doble linea de cuatro planteada por Mendoza.  
Aunque se veía apretado Junior en el campo, nunca desistió ni abandonó la idea de atacar, diferente a otras ocasiones el equipo no salió a esperar al rival, por el contrario intentaba buscar el gol que le diera la tranquilidad que suponía un tres a cero a favor.  Resultado que se consolidaría despues de una brillante jugada de Jorge Aguirre, quien tomó el balón desde el medio campo y eludió la marca de varios jugadores de Millonarios – ayudado por la cortina y la apertura de camino que le hizo Vladimir – quedando mano a mano con Vikonis para sentenciar el que hasta ese momento era el golpe de knockout para los embajadores. 
Con esa diferencia se terminaría el primer tiempo y se daría inicio a la segunda mitad….. mitad para el olvido de todo el plantel.  Siendo coherentes, el desbalance inició por la cabeza, Mendoza en aras de “guardar” a James Sanchez para el partido contra Nacional realizó la sustitución que cambio el partido, ingresando a Jhony Vasquez, quien no tuvo la mejor de las tardes.  Al retirar a Sanchez del campo de juego el equipo claramente perdió la marca que tenia el medio, Millonarios se adueño del balón y en tan solo trece minutos revivió una de las peores pesadillas vividas por Junior… claro dejavú de lo vivido aquel mitico 2.004 en Medellin, cuando llegamos con tres goles de ventaja que serian revertidos, la historia cambiaría hasta el glorioso gol agónico de Walter Ribonneto…. Casi de manera calcada Vladimir Hernández se vistió de héroe y se convirtió en el Ribonneto de hoy al anotar el gol que daba la igualdad para ir a los disparos desde el punto penal. 
En los penales simplemente diré: gracias totales Sebastian Viera! No hay mas para explicar, el uruguayo atajó dos disparos (Silva y Rangel) y dejó todo servido a sus compañeros para que con el gol de Toloza se sellara el pase a la semifinal. 
Para estudiar y corregir, muchísimo…. Sigo sin entender el cambio de Mendoza al dejar por fuera el que claramente es su bastión en el medio campo ante la ausencia de Celis.  Si la explicacion era la amarilla – tal como lo dijo en la rueda de prensa – ¿Porqué se decidió por Sanchez  y no por Narvaez que tambien estaba amonestado? ¿Es imposible calmar con un sermón o una charla a un jugador en intancias tan importantes como en las que estamos?
Por otro lado, no toda la culpa es de Alexis, es inexplicabe como un equipo con las caracteristicas de Junior se desconecta del partido a tal punto y pierde la concentración hasta dejarse encajar cuatro goles en menos de quince minutos.  Como es posible que no haya un líder o una voz de mando en el campo y fuera de él que organice, hable y de un sacudón con uno, dos y tres goles en contra.  ¿Porqué espero cuatro goles Alexis para hacer su segunda modificación? ¿Qué buscó con el ingreso de Murillo, no sabia que ya estábamos eliminados?
Afortunadamente Jorge Arias mantuvo la cabeza fría y con tranquilidad habilitó a Vladimir para darnos el oxigeno de los penales, de lo contrario hoy la historia sería completamente diferente.  Afortunadamente Israel tuvo la maravillosa idea – para nosotros – de desarticular un equipo que estaba mas cerca del quinto gol que nosotros del segundo, el técnico embajador sacó a sus mejores cartas de peligro y abrió una pequeña ventana que supimos aprovechar.
Ganamos sí, pero eso no anula los errores garrafales que hubo desde el cuerpo técnico hasta todos y cada uno de los jugadores.  Siempre he dicho que es mucho mejor corregir con una victoria en el bolsillo, es mejor tomar medidas para no repetir errores y aprender tambien de los errores de los demás: en futbol al caído hay que caerle, si vas goleando busca uno mas que nunca sobra.
Ayer me baje del bus de Alexis y despues me tocó recoger mis palabras, pero me mantengo en el siguiente pensamiento: Alexis le ha dado identidad a Junior, ha vencido el tabú del visitante y plantea perfectamente los partidos, estudia al rival y escoge jugadores y figuras adecuadas, pero cuando algo adverso ocurre durante el partido .. se paraliza, piensa demasiado y demora la contrarespuesta.  Un técnico tiene que tener agilidad mental para actuar en un minuto, es algo que debe corregir ya, afortunamente Vladimir le salvó la papeleta y me alegra que haya sido así.  Pero Junior tiene equipo para ganar bien, sin necesidad de sufrir, sin agonías. 
Ahora se viene una revancha para Alexis ante su mentor, para los jugadores ante un rival que le quitó un título hace pocos meses y para la hinchada para que demuestre con su apoyo y asistencia al Metropolitano que respalda a una institución por encima de todo.
Por ahora celebremos todos bailando como Narvaez .... Porque el que gana es el goza y más se goza cuando es agónico. Esto es Junior, tienes que matarlo! 


Ángel del Gol

Junior cumplió, claramente el norte y el objetivo fundamental del partido en Barranquilla era ganarle a Millonarios para ir con alguna ventaja a Bogotá.  Sin quedarse satisfecho con el uno a cero, Junior (Viera) anotó un segundo gol que le dio tranquilidad a la hinchada rojiblanca y a todo el plantel. 
Fue un partido equilibrado en el que por fin Junior supo cómo mantener un nivel ecuánime durante los 90 minutos, desde el principio del juego los locales se mostraron con jerarquía en el campo de juego.  Sin embargo los embajadores plantearon un esquema defensivo, esperando en su área por momentos y espacios para contraatacar, la línea de cuatro puesta por los visitantes en el fondo se superpoblaba hasta confeccionar una línea de cinco defensores  con la inclusión de Rojas, pero ni siquiera eso pudo detener la avanzada tiburona que siempre estuvo manejando los hilos del partido. 
Con una cancha pesada por la lluvia y un clima con el 100% de humedad el equipo local supo administrar el balón creando varias – numerosas e incontables – oportunidades de gol, sacando como figura al guardameta uruguayo Vikonis.  Previo al primer gol de Junior, Toloza, Ovelar y Sánchez habían tenido opciones claras ante el marco rival repitiendo la historia que tanto nos aqueja: la mala definición.  
Afortunadamente en el último suspiro del primer tiempo un remate desviado de Toloza se convirtió en asistencia para Aguirre, quien de cabeza anotaría un importante gol para irse con la ventaja al entretiempo.
Para la segunda mitad Alexis movería su banco e ingresaría a Jarlan Barrera al terreno de juego.  Durante los primeros minutos Millonarios intentó sorprender a Junior pero el “Ángel” estaría seguro e inspirado bajo los tres palos.  Las oportunidades de gol para Junior seguirían a la orden del día, paredes y habilitaciones de Jarlan dejaban mano a mano a los delanteros sin que estos pudieran dar la puntada final.  
Solo sería hasta el minuto 78  cuando Sebastián Viera atravesaría toda la cancha con el balón en sus manos y pediría a sus compañeros el cobro de tiro libre para decretar un espectacular GOLAZO incrustando el balón en el ángulo derecho de la portería de Vikonis que solo pudo seguir el esférico con la mirada.  Tembló el Metro, los 20 mil aficionados que acompañamos al equipo presenciamos  un hecho histórico en Junior al ver al segundo arquero en su historia convertirle un gol al rival ( Milton Patiño 2003 y Sebastián Viera 2016).
El gol fue un envión anímico para el equipo estando muy cerca de sentenciar la serie con un tercer gol, sin embargo Vikonis sería el responsable de mantener con vida a los embajadores en esta serie.
Junior demostró que puede jugar noventa minutos completos, que no es un equipo de medio tiempo.  Ademes la línea defensiva ratificó que está en un gran nivel, la pareja de centrales estuvo milimétricamente sincronizada en los cierres .  Los laterales quedaron en deuda, si bien Vélez mejoro su nivel, aún dista del que le conocemos.  Particularmente no me gustó el trabajo de Carachito, ayer tuvo autopista libre por su carril y no le vi la explosión que acostumbra por su banda, estuvo errático en los centros, aunque reconozco que en la labor defensiva siempre cumplió.  
Los recuperadores ordenados y de gran sacrificio, se adelantaron a las líneas albiazules y no permitieron que Millonarios generara juego desde el centro del campo, cortaron numerosas jugadas y recorrieron a lo ancho la cancha para estorbar a los visitantes. Vladimir sin hacer un gran partido se filtró en la defensa de Millonarios cuando quiso, con su movilidad mantuvo ocupados a los defensores abriéndole espacio a los delanteros tiburones. Aguirre rendidor, puede ser su mejor cualidad, silencioso pero laborioso y además de todo fundamental estando en el momento indicado para anotar el gol que abrió la senda del triunfo, fue uno de los jugadores con más desgaste en el partido. 
Infortunadamente sigue la pólvora mojada en Ovelar y Toloza, ambos tuvieron más de una opción clara ante Vikonis que no pudieron resolver favorablemente.  Asignatura pendiente para el cuadro tiburón la definición en los pies de sus delanteros, estas instancias finales son el momento perfecto para afinar la definición, se necesita más trabajo en la semana solo para rematar al arco. 
Por último, la gran figura, Sebastián Viera y su partido de once puntos, además de estar soberbio bajo los tres palos – atajó tres claras en el primer tiempo y dos en el segundo – fue el encargado de decretar el dos a cero.  Nervios de acero del capitán para tomar el riesgo de cobrar ese tiro libre dejando el arco vacío, evidentemente practicó durante más de una semana en los entrenamientos.
Nada se ha ganado, es cierto, pero se dio un paso importantísimo para alcanzar el primer objetivo, ahora hay que esperar el partido de vuelta en Bogotá.  Sera de vital importancia la lectura que le de al encuentro el estratega rojiblanco: saldrá a esperar a Millonarios o saldrá a proponer para encontrar el gol que le dé la tranquilidad?  Afortunadamente el Junior de Alexis se ha caracterizado por sacar buenos resultados como visitante, esperemos continúe manteniéndose la tendencia.