Una nueva derrota sumó Junior de Barranquilla en la Copa Conmebol Libertadores, esta vez ante un pobre y limitado San Lorenzo, que dejó muy mal ubicado al cuadro colombiano en la tabla de posiciones.
Tal vez es por esa misma razón que la derrota es mas
dura e inesperada que la obtenida ante Palmeiras. Si bien, la primera fue actuando
como locales, se podía esperar o estaba en las cuentas ese resultado ante uno
de los claros candidatos al título del certamen.
Mas no es igual con San Lorenzo, el equipo Argentino
venía de una racha de 16 partidos sin ganar, desde el mes de Octubre no conocía
la victoria, estando contra las cuerdas todo su cuerpo técnico. Lastimosamente, Junior nuevamente revive a un
“muerto” , está vez en un torneo internacional, dejándolo ubicado en una cómoda
segunda posición en el grupo, mientras que los rojiblancos se encuentran en el
fondo de la tabla con cero puntos de seis disputados, con tres goles en contra
y cero a favor.
El partido estaba dado para alcanzar una victoria
como visitante y posicionarnos en un cómodo segundo lugar del grupo, la titular
escogida por el profesor Suarez estaba ejecutando en el campo el trabajo
preparado durante la semana.
Junior era mucho más que los locales, manejaba el
balón y los tiempos del partido y era cuestión de minutos para que el resultado
estuviera a favor de los rojiblancos. Sin embargo, pasaría lo inesperado y una
tonta e infantil acción de Gabriel Fuentes termina con la expulsión sin
necesidad del jugador al agredir sin balón a un rival. Roja directa, clara y
sin derecho a objeciones, echando por la borda cualquier planteamiento táctico
trabajado y pateando el tablero del director técnico. Y no es que esté “crucificando” al jugador,
pero tampoco se puede alcahuetear o “arropar” una conducta repetitiva en el
jugador y en la institución, no es la primera vez que por una acción individual
el equipo se descompone y pierde el norte.
No olvidemos, que justamente en el partido anterior, el de la acción
infantil y la roja innecesaria fue Teófilo Gutierrez, no pudiendo estar en un
partido trascendental como fue el de San Lorenzo.
Después de la expulsión, todo cambió. Un partido
que estaba dado para dar un golpe de autoridad y traer una victoria, se
convirtió en una pesadilla. El equipo no pudo manejar la situación y el rival
rápidamente aprovechó el hombre de mas en el terreno de juego y ataco el carril
vacío dejado por Fuentes. En respuesta a eso, Suarez tuvo que sacrificar a
Matías Fernández para darle ingreso a David Murillo. Sacrificio entendible, a pesar de que era el
mejor partido hasta el momento del chileno, se necesitaba una doble tarea para
los que quedaban en el campo.
De esa forma, se intentó reacomodar el equipo
para enfrentar a un crecido San Lorenzo que rápidamente encontraría la grieta
para anotar el gol de la victoria.
A partir de ahí Junior solo pudo elaborar
escaramuzas de ataque, los jugadores nuevamente fallaron en el intento de
asimilar el golpe de la expulsión, a pesar de haber redoblado esfuerzos para
“aguantar” el juego, la intención no surtió efecto y se sumó una dolorosa e
inesperada derrota ante el colero de Argentina
El panorama, es bastante complicado en el
certamen internacional, es cierto que aún no estamos eliminados, que quedan
varios partidos en los que todo puede pasar, pero tampoco podemos vendarnos los
ojos ante la realidad: la clasificación está bastante comprometida. Para soñar con un avance de ronda, la campaña
tiene que ser casi perfecta en los partidos que quedan como locales y como
visitantes.
Quedan muchos interrogantes en el aire: ¿Qué es
lo que ocurre con los jugadores del equipo? En partidos importantes y
trascendentales suelen haber errores individuales que comprometen el
funcionamiento del equipo. ¿Tomarán cartas en el asunto las directivas con los responsables?
¿Lo hará el técnico? ¿Seguirán las rotaciones para la Liga? ¿Se enfrentarán
ambos frentes con el equipo gala?
Ambiente repleto de dudas es el que tenemos ahora
en Junior, el tiempo es corto, las competiciones siguen su curso y las acciones
de mejora no se deben hacer esperar. Pegándonos a los números, Junior en esta
copa libertadores tiene mas rojas que goles y en ambos torneos, en los últimos
cinco partidos tan solo ha concretado un solo gol, lo que habla de un sequía
importante en el área ofensiva por corregir.
Aquí estamos, aquí seguiremos, pero ojalá no se
seguir repitiendo la misma historia, estamos en un buen sendero para cambiarla,
pero el compromiso debe ser de todos y no de solo algunos.