Colorín colorado


Difícil escribir sobre una eliminación en la que primaron factores extrafutbolísticos…. Imposible comentar solo la parte deportiva cuando un dos a dos termina convertido en la peor goleada en el Metropolitano con un cero a tres en contra.
Aun tengo el amargo sabor que dejó el ingreso de Luis López a la cancha el Jueves pasado – no por el jugador, sino por todo lo que conllevó – tristemente no alcance a celebrar el gol de Ovelar cuando me enteraba por las redes que nuevamente éramos el hazme reír a nivel nacional. 
Error garrafal, error de colegio, error impresentable, aun me pregunto por cuantas manos paso el papel y la decisión del cambio antes de ser ejecutada? No soy Dios para juzgar a nadie, pero vivimos en un mundo terrenal donde las acciones tienen consecuencias, y una institución como Junior debe sentar correctivos para evitar que algo similar vuelva a ocurrir.  Apartándome del mundo futbolístico, extrapolo lo ocurrido a cualquier empresa, por muy buena gente y correcto que sea el responsable al menos debe recibir un llamado de atención o una multa. …. O seria igual si un vigilante deja la puerta abierta de una olímpica y roban todo, recibiría un espaldarazo?
Personalmente, apoyo y sigo creyendo en el proceso de Alexis, si bien también fue culpable, pienso que en el momento de la efervescencia se le cruzaron los cables, critico mucho mas fuertemente al gerente deportivo, esa es su labor, es su responsabilidad y falló, lamentablemente para todos – quiero pensar y se que no lo hizo a propósito -  su error nos causó la eliminación y botó a la basura el trabajo de todo un semestre. 
Rescato la actitud del técnico en la rueda de prensa, con gallardía enfrentó a una ciudad y pidió perdón, al menos a mi me conmovió y le creí su arrepentimiento.  Era notoria y evidente su indignación y el sentimiento de culpabilidad que lo aquejaba, caso contrario al señor Héctor Báez, quien mientras reconocía su error discutía con personal periodístico por las preguntas que le hacían al respecto…..
Los días pasaron y la hinchada no abandonó, por el contrario en una inolvidable muestra de apoyo alentó, con la presencia de miles de hinchas, al equipo y a todo su cuerpo técnico antes de partir a la ciudad de Medellín.
Todos pensábamos que eso había llenado de ganas e ilusión a la plantilla, así fuera difícil y casi imposible, la ciudad entera soñó con la famosa remontada en el Atanasio.  Pero no llegó, cuando mas esperé entrega y pundonor de los jugadores en el terreno de juego, su apatía y desgano fueron las que mas brillaron en la cancha.   No se si estaban entregados, o si nunca creyeron en la posibilidad de clasificar, pero su juego nunca  evidenció ganas de ir por un marcador…. Tal vez tampoco se habían levantado del golpe anímico sufrido en Barranquilla.
Lo cierto es que este cuento se ha acabado, la Liga Postobon apagó las luces para el cuadro tiburón con una desazón gigante en el corazón de la hinchada. 
Hoy amanecimos en la ciudad de los “pudo” … pudo jugar así, pudo empatar en Barranquilla, pudo evitar el cambio, pudo quedar campeón….. pero la verdad es que no se pudo.
Tal como lo he dicho desde que tengo uso de razón, Junior es una gran institución que perece sus mayores desaciertos por desordenes administrativos,  desordenes que   han llevado a contratar “ refuerzos” que se quedan en la banca o que ni siquiera llegan a ella, desordenes que acolitan parrandas y malos comportamientos  públicos de jugadores activos …… desordenes que si queremos que Junior se consolide como un grande de Colombia tienen que terminar.

Hoy escribo como hincha dolido, como hincha que va Domingo a Domingo al estadio, como hincha que nunca ha abandonado ni abandonará el sentimiento juniorista, pero también como  hincha que por esas mismas razones exige respeto por la institución, exige refuerzos de primera categoría y no rellenos a ultima hora,  exige que no seamos mas la burla nacional y que exige compromiso de toda la plantilla – técnico, jugadores y dirigentes – con algo tan grande como JUNIOR.

Clasificamos con jerarquia!


Rompiendo estadísticas y esquemas preestablecidos, Junior de Barranquilla logró sellar su clasificación en la tarde de ayer en el estadio la Independencia de Tunja tras derrotar con un claro y contundente dos a cero al Chicó.
El equipo rojiblanco sacó la jerarquía que tanto se le exigía en uno de los momentos mas trascendentales del campeonato y supo dosificar las acciones en una cancha que por historia no era favorable.  De esta manera Junior mandó a guardar las estadísticas y la historia adversa como visitante y rompió el mito de no ganar en la altura.
El técnico Alexis Mendoza celebró con un fuerte abrazo a Pachequito la clasificación tiburona, después de ser objeto de fuertes criticas, el día de ayer supo mover sus fichas inteligentemente, aguantando un primer tiempo a media maquina, para en un segundo tiempo poner el pie en el acelerador y en tan solo cuatro minutos lograr el doblete por medio del paraguayo Roberto Ovelar.
Junior fue el claro dominador del partido durante los noventa minutos, pero en la primera mitad  padeció su conocido mal, falta de definición, en los pies de Vladimir se nos atragantó un tempranero grito de gol.  Minutos después seria Viera quien nos devolvería el alma tras una espectacular atajada, y de esa manera terminarían los cuarenta y cinco iniciales.
Muchos, me incluyo, reclamábamos mas compromiso y entrega de los jugadores, con los resultados parciales Junior estaba clasificado, pero un gol del Tolima dañaría la fiesta de las finales, además, personalmente, no quería clasificar agónicamente y dependiendo de terceros.
Dios escucho mis súplicas y en el segundo tiempo el equipo mostró otra cara, con los tanques de oxigeno y futbol llenos el equipo acorraló al Chicó en su área,  todos los balones pasaban por los pies del 10 Barranquillero, que distribuía por las bandas con salidas rápidas de Vladimir y Aguirre armando el ataque tiburón, apoyados siempre con una excelente tarea de recuperación de Cuellar y Ramírez.
Los goles llegarían a los minutos doce y dieciséis, en tan solo cuatro minutos Ovelar sería el encargado de entregarnos la clasificación, el Paraguayo celebró hasta mas no poder sus dos anotaciones,  el mismo que fue objeto de fuertes y duras criticas – no ha lugar en mi concepto – nos daría la tranquilidad por partida doble en uno de los partidos mas angustiantes del semestre.

Junior iniciará su camino en las finales de la Liga Águila, mejor conocidas como “mata mata”, ante un duro y ordenado Deportivo Independiente Medellín, pero al que también ya le ganamos en su casa hace un par de fechas.  La serie inicia en el Metropolitano de Barranquilla el Jueves 21 de Mayo a las 6:45 de la tarde y se espera lleno completo en el coloso de la ciudadela.

"SE BUSCA"


Un día que estaba destinado a ser todo alegría termino siendo una tarde oscura en el estadio Metropolitano.  Junior de Barranquilla dejó escapar la posibilidad de cerrar su clasificación al grupo de los ocho tras perder nuevamente en casa, esta vez ante el Huila.
No hay que ser brujo o adivino para saber cual es la principal falla del equipo rojiblanco.  Desde inicio del campeonato, incuso desde el semestre pasado, se viene toreando el tema del tan anhelado goleador.  Para suplir esas necesidades los dirigentes han traído jugadores que si bien son delanteros, no son goleadores.  Y es que son dos cosas completamente diferentes, delanteros hay muchos, pero goleadores pocos, y con todo el respeto que me merecen los seis jugadores que están en la plantilla para esa posición, ninguno es goleador.  Todos, - Ovelar, López, Toloza, Aguirre, Escalante y Mena -  meten y han metido goles importantes, pero ninguno es un killer de área como lo era Valenciano o Bacca en su momento.  La gran diferencia radica en que los delanteros están en el área, pasean por ella y una que otra vez anotan goles importantes o decisivos;  mientras que los goleadores aprovechan una sola oportunidad para anotar, que también se equivocan, si es cierto, pero su tasa de efectividad es mayor al 90% por lo que generan preocupación en la defensa rival y lo mas importante, seguridad en el ataque del equipo.  En resumidas cuentas un delantero común pasa a ser un goleador cuando su trabajo (goles) reflejan una efectividad alta, cosa que escasea en Junior.
Dicho lo anterior, queda explicito que tanto el partido del Huila, como el de Tolima y me atrevería a decir que todos los partidos del semestre se han perdido o empatado por falta de efectividad.   No es posible que con un medio como el que tiene el cuadro tiburón, comandado por MacNelly, se dejen escapar goles que conllevan a puntos importantes para el posicionamiento del equipo en la tabla.
Por otro lado, con todo el aprecio y el respeto que le tengo al técnico Alexis Mendoza, debo decirle que el error no estuvo en sacar a Cuellar y dejar a Narváez, el error estuvo antes de iniciar el partido en la conformación de la banca de suplentes.  Personalmente cuando se acabo el primer tiempo pensé “ Hay que mover la banca”…… pero coge uno la lista de suplentes y sinceramente no había un jugador idóneo para arreglar la situación.  Aun hoy me sigo preguntando porque no estaba Ortega en esa banca? Por muy bajo nivel que trajera por su lesión, su aporte iba a ser mucho mas que el que nos dio Mena o Escalante.
En conclusión, Junior dejo ir una oportunidad de oro al no aprovechar los seis puntos que tuvo en casa para cerrar su clasificación, de esos seis en el Metropolitano solo pudo alcanzar uno … irónico después de haber traído cuatro de seis de Medellín, pero como me dijo un gran amigo, esto es futbol.

Ahora solo nos queda a los jugadores, dejar el alma en Tunja y con un gol así sea de Viera lograr una victoria que nos asegure entrar en el G8;  a los hinchas apoyar hasta el ultimo segundo de ese partido contra Chico;  y a los dirigentes buscar DESDE YA un goleador!

Sinsabor en el empate



Junior dejó escapar lo que era su clasificación anticipada al grupo de los ocho tras empatar a un gol con el Deportes Tolima en el estadio Roberto Meléndez.
Los curramberos se enfrentaron a un difícil y ordenado rival que supo como plantarse en el terreno de juego.  Los dirigidos por Alberto Gamero plasmaron con gran orden lo indicado por su técnico, adelantando sus líneas defensivas y generando una gran presión en el medio campo, con lo que pudieron desactivar por momentos al crack MacNelly Torres.
Sin embargo, el 10 barranquillero lograría filtrar pases de gran exquisitez con lo que hoy denominamos en el medio como “Macgia”  , pero infortunadamente solo uno de esos pases fue concretado en gol.
Al minuto 37 seria Aguirre el encargado de abrir el marcador y poner a celebrar a la hinchada rojiblanca.  La anotación nació de un cobro de pelota quieta de Macnelly, que seria desviado en el área  por el pecoso Correa para que Aguirre la embocara en el arco.
De esa manera terminaría la primera parte, y gran parte de la segunda, aunque en los últimos 45 minutos el partido fue mucho mas nivelado, ataques de lado y lado que dejaron a Viera y a Silva como figuras importantes del partido. 
Cuando ya todos celebraban en las gradas la clasificación, llegaría el gol que marcaria el empate con sabor a derrota, Issacc Arias a tan solo tres minutos del final lograría vencer al guardameta uruguayo para darle a los pijaos un justo empate que los mantiene con vida y con opción en la pelea por un cupo al grupo del G8.
Creo que fue un partido interesante y muy inteligente por parte del visitante, supo como desactivar la creación tiburona dejando sin espacio a Torres, anulando la generación principal rojiblanca. 
Por otra parte debo destacar el impecable partido de Gustavo Cuellar, jugador que saldría resentido en el segundo tiempo después de jugar un excelente encuentro, ya es una constante que él sea el eje principal en la recuperación juniorista, y mas allá de eso, con entregas perfectas a sus compañeros ….. caso completamente opuesto al de Narváez que no hizo una sola buena entrega en el partido.
Junior tiene la posibilidad de sellar su clasificación al G8 en la próxima fecha ante el Huila, partido que se jugara nuevamente en Barranquilla.  Pienso que mas allá de reproches e insultos (que he tenido que leer en twitter) el equipo debe sobreponerse a este balde de agua fría y mentalizarse para conseguir la clasificación ante los Opitas, lo cual le daría la oportunidad al técnico de viajar con un equipo alterno para la ultima fecha,  y dejar descansando a los titulares para la primera fecha de los cuadrangulares finales.

Antes criticaban porque el Junior metía un gol y se replegaba a defender el marcador y ayer mas de uno criticó que el equipo buscara aumentar la ventaja….. insultaron al mismo MacNelly que nos dio y sigue dando magia con sus pies por un balón que perdió en ataque y lastimosamente terminó en el gol de Tolima …..que indescifrables somos no?