Impecable presentación
de la selección Colombia en su victoria tres por cero sobre Polonia. Ayer el combinado patrio mostró la cara opuesta
de lo expuesto ante Japón. En un partido
perfecto, jugadores y técnico “sacaron la casta” para decir presente en la cita
mundialista.
Las cosas
fueron diferentes desde el momento de la conformación del equipo titular, esta
vez, José Néstor no hizo pruebas ni ensayos y escogió a los once adecuados para
enfrentar un partido que era una final.
Si bien es cierto, que con la lesión de Abel hubo un punto de quiebre
positivo, también es verdad que, hasta ese punto, Aguilar cumplía de forma
correcta con su función. Obviamente el cambio obligado por lesión y por ende el
ingreso de Uribe, le dio más movilidad y salida a la tricolor.
Colombia
anuló por completo a Polonia, recordemos que, en el papel era la favorita del
grupo y era la selección cabeza de serie del mismo, sin embargo, sin tapujos,
Colombia neutralizó a su figura Lewandoski con la marcación personal que le
ejecutó Yerry Mina. El central cafetero
anuló y borró del mapa al referente rival y como si fuera poco, se levantó un
metro sobre el césped para abrir el camino a la victoria con un cabezazo
impecable tras una habilitación de James.
El segundo
gol de Colombia, fue tal vez el más gritado por todos, más allá de darnos
tranquilidad en el resultado, el gol de Falcao lo esperábamos hace 4 años. Todos hemos sido testigos de la disciplina,
responsabilidad y sobre todo la Fe de Radamel, ayer en Rusia la vida y Dios
respaldaron al tigre, que con un remate a tres dedos venció por segunda vez a
Szczęsny.
Pero
Colombia tenía más, nunca se conformó y aprovechó la ocasión para ampliar el
gol diferencia, esta vez sería Juan Guillermo el encargado de fusilar el arco
rival. Habilitación exquisita y perfecta
de James para que Cuadrado cabalgara media cancha y embocara por tercera vez el
esférico al fondo de la red.
Un triunfo valioso
desde la suma de los puntos hasta el envión anímico para la plantilla completa,
todos estuvieron a la altura de la situación y demostraron que este equipo
tiene buen fútbol para desplegar.
Escoger una
única figura es algo complicado, Ospina en el arco atajó tres clarísimas que
hubieran podido cambiar el rumbo del partido, incluso lesionado sacó un potente
remate de Lewandosky. Los laterales se
fajaron un tremendo partido, tanto Arias como Mojica aportaron en el ataque,
subieron las líneas y se asociaron con la ofensiva tricolor. Mojica no tuvo un solo centro errado en los
90 minutos y Arias siempre estuvo atento con los relevos.
Esta vez
los centrales se lucieron, Mina con gol y anulando a Lewandoski, mientras que
Davinson por fin fue el que juega en Inglaterra, seguro y certero en
cierres. Entre los dos hicieron un
cerrojo en el fondo.
Barrios,
Aguilar y Uribe, tremendo partidazo.
Wilmar literal, se comió la media cancha por completo, nunca se cansó y
corrió como si tuviera 5 pulmones.
Aguilar hacía un excelente trabajo táctico hasta que se lesionó e
ingresó Uribe, quien fue el encargado de sacar con mayor facilidad y
versatilidad al equipo, aportó en marca y siempre fue una opción de asocio para
James y Quintero. Y qué decir de este último, BRUTAL CRACK, no hay otra forma
de describir la presentación de Juan Fernando, la claridad que tiene en su
cabeza con el balón es envidiable, pone la pausa y coloca el balón donde él
quiere y como él quiere. El cambio en el tiempo de la jugada del primer gol es fantástico,
se lleva en amague a toda la defensa rival para entregarle el balón a James. Y
el pasesote para el segundo gol …. como con la mano le manda el balón a Falcao
rompiendo las líneas de la defensa polaca. Sinceramente es un gusto ver jugar a
uno de los últimos 10 puros que existen.
Arriba
James, Cuadrado y Falcao. Inmenso James,
es otro que tiene magia en el botín, o ¿cómo mas podría ejecutar la habilitación
a Cuadrado para el último gol? Se vio jugando con mayor soltura y facilidad al
tener a un socio innato a su lado. Se cae por fin la teoría que decía que él y
Quintero no podían jugar juntos…claro que pueden y cuando lo hacen, se lucen y
mejoran mutuamente su fútbol y le dan mayor profundidad y armonía al juego de
la selección.
Juan Guillermo
impecable, esta vez sí supo cuando encarar, cuando gambetear y cuando
rematar. Bajó y apoyó en marca como un
defensor más y tuvo tanque suficiente para siempre aportar en el ataque, hizo
de su banda una opción continua para el ataque colombiano.
Por último,
el tigre. Sí, ese mismo al que hace
cuatro años habían desahuciado nos dio una enseñanza de vida. El gol más gritado de la historia y tal vez
el más esperado, con borde externo y a tres dedos Radamel cumplió su sueño:
anotar en un mundial para la selección Colombia. El que nunca baja los brazos, el que todas
las corre, el que todo lo entrega tuvo por fin su cita con el gol en los
mundiales. Gol más que merecido y súper celebrado.
Lo cierto
es que más vivos que nunca y con la Fe intacta Colombia se metió en la pelea,
aun no estamos clasificados, pero ahora si tenemos claro cuál es el nivel de fútbol
que podemos alcanzar. Con los pies en la
tierra, pero con la mente en alto vamos por el siguiente objetivo: Senegal.