Viera Superhéroe

Amanece el día con tres equipos Colombianos clasificados a cuartos de final de la Copa Sudamericana y con la puerta abierta para que sean cuatro los ubicados en estas instancias.

Afortunadamente, Junior es uno de los ya clasificados.  Sufriendo, como es costumbre, y hasta un poco más de lo normal, el cuadro Barranquillero avanzó tras dejar en el camino por penales a Wanderers de Uruguay.

Hay que celebrar, si, finalmente con las uñas se logró el objetivo que era pasar de ronda;  hay que sacar el carro de bomberos y rasgarse vestiduras por haberlo hecho, NO, el equipo nuevamente evidenció falencias que pudieron haberle costado el partido… viéndolo desde otro punto de vista, estuvimos a un penal de la eliminación.

Empezaré por decir que en el juego ante los uruguayos Junior mejoró notablemente de lo hecho en el partido de ida.  Fue el dueño del balón y  gestó innumerables oportunidades de gol que fueron dilapidadas y que además convirtieron en figura durante los 90 minutos al cancerbero Burián.  Sin embargo, no se puede aseverar que “Junior jugó bien” cuando no se logró un solo gol. Jugar bien es sinónimo de triunfo, victoria y goles;  de posesión y posición no se ganan los partidos y mucho menos los torneos. 

Ahora, meter goles no es sinónimo de tener más delanteros en el terreno.  Sigo sin entender la bipolaridad en los planteamientos tácticos de Giovanni, empieza con un solo delantero (Ovelar) en la titular para poder sostener una improvisada línea de tres volantes donde acomoda a la fuerza nuevamente a Juan Guillermo Domínguez.  Cuando se ve encima el reloj y evidencia la ausencia de gol, conocida desde hace años, decide recargar el equipo con delanteros más: Toloza y Rangel ingresan por Domínguez y un desapercibido González.  ¿Esperaba en serio goles mágicos en los minutos finales? Con mucho respeto sus cambios me parecieron, además de tardíos, novatos.

El equipo sigue sin mostrar una identidad o un estilo de juego, ni siquiera se perfila hacia un proyecto o modelo. Giovanni requiere con urgencia sentar un polo a tierra y darle continuidad por lo menos a una figura táctica.  Además tiene que ser más crítico al momento de elegir los titulares y las posiciones indicadas para cada uno de ellos.   Lejos de eso, sigue empeñado y obsesionado con algunos jugadores que poco o nada aportan al equipo y menos aún en posiciones ajenas a las suyas. 

Afortunadamente para enmascarar toda esta serie de fallas colectivas e individuales está San Sebastián Viera.  El uruguayo tiene gastada la capa de superhéroe de tanto salvar a Junior en instancias definitivas y ayer no fue la excepción. Si bien durante los 90 minutos no fue exigido por el débil Wanderers, abrió sus alas para atajar en los penales para darnos la clasificación. Gracias Uruguayo, gracias por nuevamente darnos una alegría y gracias por llorar de emoción por esta camiseta.

Por lo demás, aparte de feliz por la clasificación sigo altamente preocupada por la situación actual del equipo, experimento un sabor agridulce en el paladar futbolístico. Junior ajustó ocho fechas sin ganar (dos meses), continua al borde de la eliminación en la Liga y ahora en Copa llegaron los rivales de peso.  Sino muestra una mejoría diametral a lo que se ha venido desarrollando hasta ahora, el futbol no nos va  a alcanzar.

Espero que Vladimir sostenga el nivel mostrado anoche, todas las jugadas ofensivas importantes pasaron por sus pies. Es evidente que cuando el pequeño esta enchufado, genera opciones claras de gol. Lamentablemente siguen mal posicionando a Ovelar, mientras estuvo solo, era él contra el mundo.  Mal contadas vi tres ocasiones en donde tuvo que recoger el balón en el medio campo para cabalgar, cual llanero solitario, hasta el área rival… imposible que reciba, corra, se autohabilite y anote.  

Así como no hay tiempo para celebrar, tampoco lo hay para lamentarse, solo hay tiempo para trabajar y corregir, el calendario no da espera, en un par de días continua la épica batalla por entrar al G8 y un par días después la lucha para avanzar a semifinales en Sudamericana…  ¿alcanzará? 


Posdata: Los estancos reventándose y el Metro vacío, ¿será que el dueño de Junior estará contento ahora?

La cruda realidad

Tenso ambiente el que se vive estos días en Junior de Barranquilla.  La seguidilla de “malos” resultados en la Liga y el poco futbol mostrado en el torneo local e internacional dan pie a una lluvia de críticas que recaen principalmente sobre su técnico Giovanni Hernández y que además hacen eco en los jugadores de la plantilla.
A todo lo anterior debemos sumar los cruces entre las declaraciones de exjugadores e ídolos de la institución contra el actual director técnico del equipo, quien de forma no muy prudente contestó a sus detractores con declaraciones igual de fuertes en los medios de comunicación, cazando una batalla, además de innecesaria, diría que perdida.
No es un secreto que Giovanni es un técnico “en formación”, sin embargo como profesional y adulto que es sabía a lo que se enfrentaba al dirigir un equipo con una hinchada y unos dirigentes como los que tiene Junior, más aún después de haber sido durante varios años el foco de críticas y elogios en el club.  También era conocido por él y por los dueños del club que se avecinaba un semestre lleno de partidos, sin tiempos largos de descanso y/o trabajo, sin embargo con todas esas premisas, se aceptó el reto y tomó las riendas en un momento álgido para el equipo.
Desde entonces en el equipo se vivió un “eco” del trabajo de Alexis Mendoza, claramente en los primeros partidos que dirigió G10 aún se tenía la memoria reciente del estilo impreso por Mendoza en el equipo.  Eso junto con algunas anotaciones de Hernández dieron como resultado la seguidilla de triunfos y resultados positivos del equipo, que llevó a más de uno a elogiar desmedidamente la labor del nuevo técnico.
Pero como todo tiene su final, el eco terminó y la dura y cruda realidad golpeó fuertemente al club,   seis partidos sin conocer la victoria tienen a Junior en los últimos lugares de la Liga Águila y en lucha por continuar en la Copa Sudamericana.
La realidad es que a la fecha la propuesta futbolística de G10 sigue siendo un enigma, ha cambiado la figura táctica del equipo en varias oportunidades y no ha logrado encontrar el mejor funcionamiento para el mismo.  Para la muestra el juego de anoche ante Montevideo Wanderers, si bien fue el mejor resultado que pudimos traer al no anotar goles, también es cierto que futbolísticamente nada de nada.   Con “la pesada” del equipo disponible – hay muchos lesionados- se esperaba ver un equipo con mayor aporte ofensivo ante un rival bastante discreto.  No obstante, los 90 minutos estuvieron distantes de ser una buena presentación del equipo.
Insisto en que hay muchos jugadores que NO deben ser titular por encima de otros disponibles, caso James Sánchez y  Michael Rangel.  Por otro lado, sigo sin entender la fijación con Yony González como titular, o más aun el voto de confianza a Enrique Serje en un partido internacional y no en uno local donde lo relegó a la banca.  Así mismo insisto en que hay jugadores que están siendo sacrificados en el terreno de juego, casos Ovelar y Hernández, el primero debe retrasarse cual volante de creación y atravesar con el balón hasta el arco y el segundo en vez de ocupar su lugar de volante diez está cumpliendo tareas defensivas y de recuperación.
Con eso no excuso a ninguno, el parte de responsabilidad es compartido para técnico y jugadores (no me voy a desgastar en los dirigentes que es donde está el inicio de todo), con el cuento de “rotaciones” inventadas Junior está poniendo en la cuerda floja los TRES torneos, todo porque los jugadores tienen que descansar.  No sé ustedes pero yo acabo de ver jugar a la plantilla titular del Madrid, Barcelona y City (ojo nuevo técnico también) en Champions  y liga local con la misma distancia en tiempo de descanso y allá no hay “rotaciones” obligadas. Entendible que se varíen algunas posiciones para alcanzar un mejor rendimiento, pero ¿y ahora? ¿Qué va a decidir el técnico? En tres días se juega ante Chicó por el milagro de la clasificación al OBLIGADO G8, y  tres días después es la vuelta del esperado torneo internacional.
Panorama complicado por todos los lados para el club, calendario apretado y recortada nomina por lesiones y suspendidos para cada torneo.  Sinceramente en estos momentos no quisiera estar en los zapatos de Giovanni, solo me atrevo a darle un único consejo y es que las acusaciones y criticas de cualquier persona se responden en la cancha, las bocas se tapan jugando y no hablando.  Es el momento de demostrar si tiene o no la madera necesaria para comandar un barco que naufraga llamado Junior. 

Colombia: Diferentes perspectivas

Se cerró una nueva fecha de eliminatorias al mundial de Rusia 2018 con un saldo de tres puntos obtenidos de seis disputados.  A primera vista se puede decir que la selección sigue a medias, sin embargo para analizar los puntos, el juego y desempeño del equipo hay que ver hacer un “cara a cara” de opiniones.
Iniciare por destacar que la selección de los últimos 12 puntos disputados ha obtenido 9, lo cual deja un rendimiento del 75%  que no está nada mal, siendo ratificado por el cuarto lugar que ubicamos a la fecha en la tabla de posiciones. Los resultados de esta doble fecha fueron los previsibles: ganamos ante el rival a vencer en nuestra casa y perdimos ante una potencia – sea como sea Brasil siempre fue, es y será potencia – en su casa.
En contraparte debemos añadir que claramente ésta Brasil no es la misma de las eliminatorias anteriores, no tiene las figuras acostumbradas y a las que tanto se respetaban, por lo tanto si había una Brasil ganable era ésta. Sin embargo, hasta el día de hoy, no sigue ganando la camiseta rival.  Tal como leí anoche, a Colombia le falta creérsela, pecamos por inocentes o por ingenuos y nos vence nuestra propia falta de convicción.
Vamos a la figura táctica, particularmente no estuve de acuerdo con el planteamiento técnico del profesor Pekerman.  Era sabido que Brasil explota su juego por los costados, con laterales como Marcelo y Alves propone el ataque desde las bandas, incluso Neymar siempre juega recostado a la línea.  Entonces ¿por qué dejarles el callejón abierto planteando un 4-2-3 cuando de esa última línea de 3 alineada solo Muriel cumplía con las características de marca necesarias? Macnelly y James nunca han cumplido esa función en la selección, por eso ahí peco Pekerman.  Debió jugar con un 4-3-2 o si quería sostener el 4-2-3 alinear volantes ofensivos con marca tipo Berrío o incluso Cardona.
Ahora, en contraparte, existe la teoría que dice que equipo ganador no se toca.  Puede que a eso se haya ceñido el técnico para sostener el equipo que ganó en Barranquilla con un solo cambio obligado.  Tal vez planeó el partido con un James como el que vimos en Barranquilla y no como el que jugó en Manaos, esperó que Bacca despertara del letargo vivido y saliera del dejavú y confió en un Macnelly incisivo que manejara el balón y le diera tenencia al equipo.  Lo cierto es que nada de eso se dio y además se recibió un gol antes del primer minuto que destrozó cualquier planteamiento técnico que se hubiera podido trabajar.
Colombia, pese a haber jugado un terrible primer tiempo que estuvo lleno de miedo, desorden, equivocaciones individuales y colectivas, logró milagrosamente y con la clara ayuda de Ospina encontrar el empate, inmerecido pero empate al fin y al cabo, antes de finalizar la primera mitad.
Para el segundo tiempo se vio un equipo diferente, con el cambio de banda Muriel y el ingreso de Cuadrado se logró contener la salida del rival.  Un Wilmar Barrios crecido fue el estandarte del medio campo junto con Carlos Sánchez.  Sin embargo seguíamos sin la guía clara de James, todos los balones que pasaron por el 10 colombiano carecieron de malicia y en muchas ocasiones fueron mal entregados.  Así mismo Bacca estuvo ahogado arriba pasando desapercibido ante la defensa auriverde.
Pekerman ingresó a Cuadrado, Roger y Marlos… insisto mucho jugador de ataque, poco de contención. Con un resultado favorable como lo era el empate a uno, debió poblar el medio recuperador con un tercer volante de marca e ingresar a un delantero fresco y rápido para aprovechar cualquier contraataque. 
En contraparte podemos deducir que el argentino pensó que teníamos suficiente potencial para jugarle de tú a tú todo el partido a Brasil y se la jugó con cambios ofensivos para buscar un marcador favorable.
Infortunadamente en un error en doblajes de marca llega la genialidad de Neymar.   Medina cubre un error de los centrales y recupera un balón por el centro con dos cierres precisos, para nuestra desgracia el rebote le cae a un rival que abre la cancha para Neymar por derecha que completamente solo recibe y sentencia el partido.  Para los que acribillan a Medina, les diré que revisen la jugada completa, él sale a cerrar por el centro, ¿Dónde estaba Cuadrado para el doblaje en marca por derecha? ¿Dónde estaba Barrios para apoyar la marca por su zona? Es muy fácil al caído caerle, pero en ese gol particular eximo de culpa a Steffan.
En contraparte opinaré, ¿no te brinda mayor marca por derecha Arias que Medina? ¿Por qué dejar en el banco al jugador que ha sido siempre tu titular por esa punta y que viene de ser el jugador de la fecha en su liga? Preguntas que nadie le hace a Pekerman cuando se puede, solo él tiene la respuesta a estos interrogantes.
Lo cierto es que Colombia a parte de un mal planteamiento, tuvo la ausencia de sus figuras referentes: James, Bacca, Macnelly no estuvieron.  Es más si somos bastante críticos el único que estuvo perfecto los dos partidos fue David Ospina.  Sin embargo con todo y la pérdida en Manaos se pueden rescatar cosas positivas: Wilmar Barrios jugó fantástico, lastima el balón perdido en la jugada del segundo gol, aunque su desgaste físico fue tremendo (él era un candidato a ser sustituido). 
Lo más rescatable es que los rivales directos de Colombia se enredaron en sus partidos, Ecuador al que muchos daban por clasificado se cayó abruptamente y no sumó un solo punto, Chile viene en caída libre con un camerino reventado y sumó un solo punto. Paraguay resucitó sumando tres y Bolivia dio la sorpresa al sumar cuatro.  Colombia con altos y bajos sumó tres puntos y se mantiene hasta hoy dentro del grupo de clasificados directos al mundial.
La siguiente doble fecha es a muerte contra dos rivales DIRECTOS, primero hay que ir a sacar un triunfo en Paraguay y rematar con otra victoria ante una envalentonada Uruguay en Barranquilla.  No comparto a los que destruyen y acaban a la selección en cada derrota, como tampoco a los triunfalistas que ya compraron tiquetes a Rusia. Jugamos las eliminatorias más difíciles y parejas del mundo que solo tienen cinco puntos de distancia entre el primero y el séptimo. ¿Vamos cuartos y vamos llorando?  Sigo creyendo, la Fe sigue intacta…. Rusia nos espera