El Maestro y el Profesor

Poco o nada que rescatar del terrible partido que se jugó en el estadio Metropolitano donde el Atlético Nacional literalmente, le pasó por encima a un desdibujado Junior de Barranquilla.
Finalmente “cesó la horrible noche” en la arenosa y la cuenta llegó al total de cuatro goles para los visitantes y ni un solo gol para los locales, sumándole la expulsión de Guillermo Celis y la segura suspensión de la plaza por agresión de los hinchas a la terna arbitral y al equipo rival después de la clara provocación de Alexis Henríquez.
En el tema futbolístico se puede concluir que tal como lo deja ver el resultado, los visitantes jugaron su mejor partido del semestre, ayudados por el que también fue el peor partido de Junior. 
Se necesitaron solo cuarenta minutos para sentenciar la goleada y para dar un knock out de autoridad a los locales.  Tan solo al minuto ocho de juego Jefferson Duque dejaba ver la tragedia que se asomaba al coloso de la ciudadela.  La pesadilla la continuaría Yimmy Chará a los 17 minutos y Marlos Morelo a los 38 y 40 minutos.
Mientras tanto un Junior irreconocible, solo observaba como las camisas azules hacían fiesta en la cancha, se paseaban por el área sin inconvenientes, atravesaban la mitad del campo con facilidad y lujos ante un anclado rival que jamás salió al campo de juego.
Los dirigidos por Alexis Mendoza carecieron de … TODO!! Sinceramente ayer no hubo un solo jugador que sacara la cara por el equipo, todas las líneas estaban erráticas:  en la defensa Correa y Tesillo dejaron que Duque  y Chará les dieran clase de desdoblamiento, encare y pase al vacío, todos lo balones que tocaron se filtraron y ni siquiera hubo posibilidad de mano a mano porque la marca de los centrales solo fue hecha con la vista, mientras tanto Noguera y Vélez ni en ataque ni en defensa;  en la primera línea de volantes se borró el cassette, al terreno no llegaron las recuperaciones de Cuellar y Celis, por el contrario estaban sin timing, sin encare y sin ganas; del medio… el error es del técnico, ¿Por qué coloca a Pérez por la mitad?, pero hay un párrafo exclusivo para el señor Mendoza; los delanteros: Aguirre, no se aun de que quiso jugar, como enlace no estuvo y al arco nunca llegó, y Toloza, las escasas pelotas que le medio llegaban, las dejaba ir porque se la paso cayéndose en el campo, al parecer salió al terreno de juego sin taches en los guayos.
Un verdadero circo fue lo que vimos en el Metropolitano, sin brújula y sin norte los jugadores parecían veletas en el campo de juego y corrían sin fundamento atrás del balón – cuando corrían – lo mas preocupante de todo, es que este barco se hundió sin capitán, Alexis Mendoza nuevamente queda con el saldo en rojo en Barranquilla, lo que anteriormente era un fortín – Metropolitano – hoy es una carpa grande para la función del circo.
En la calurosa noche de Barranquilla quedó plasmado en el papel, en el resultado y en el terreno de juego que Reynaldo Rueda sigue siendo el “ Maestro” del profesor Alexis Mendoza.  El técnico verde le propinó una clase magistral de cómo plantear un buen partido y además de cómo mover sabiamente sus fichas.  Por su parte Mendoza nuevamente se equivoca de principio a fin, aun sigo sin comprender ¿Cuál fue su intención con la titular alineada?  Como lo expresé previamente, colocar a Juan David Pérez por el medio es sacrificarlo y perderlo, dejar a Vladimir sin socio es sentenciarlo a muerte, insistir con Aguirre es terquedad y dejar en punta a  Toloza es crucificarlo con la hinchada.  A todo lo anterior le agrego la increíble pasividad y falta de determinación en la toma de decisiones del estratega,  ¿Cómo es posible que teniendo un marcador 0-2 al minuto 17, no se inmute siquiera para un cambio y espere hasta el minuto 36 para ejecutar uno? Increíble la parsimonia e inclusive terquedad para sostener un modulo que no funcionó jamás; además se equivoca monumentalmente en el cambio, ingresando a Ovelar  por Toloza, solo modifica jugador y no figura táctica, cuando todos los asistentes evidenciábamos que el problema no era definición, sino falta de creación. ¿No era mas coherente ingresar a Jarlan por Aguirre?... Pero la noche aun era virgen y la terrible lectura del partido por parte del técnico apenas comenzaba.  La verdad todos sus cambios me parecieron completamente desacertados, nunca debió sacar a Pérez del campo, el problema que aquejo a Junior los 90 minutos fue la falta de tenencia de balón y por supuesto la falta de creación.  Erróneamente el cuerpo técnico aplicó la teoría de “con mas delanteros llega el gol” e ingresó a SU solución – digo SU porque la llegada del jugador al Junior fue solicitud expresa del técnico – Zamir Valoyes, para que lo ingresó? Solo consiguió que se ganara mas abucheos y criticas de la hinchada.  En conclusión con sus cambios el cuerpo técnico jamás enderezo el camino, por el contrario termino empeorando la situación y aumentó la presión y las criticas en su contra.
Una noche para el olvido, un equipo carente de todo, incluso de pundonor, si bien es cierto que la clasificación esta muy cerca, también es cierto que ayer desnudaron TODAS las falencias tácticas y técnicas de Junior.  Equipos como Nacional son los que “miden el aceite” y te dan una sentencia clara del nivel futbolístico propio, la cual evidentemente fue catastrófica.
Finalmente fue un partido mas, pero aquí lo que preocupa no es la derrota sino la forma como se llegó a ella.  No pido la cabeza del técnico, porque no es momento de cambio de uno, estamos previos a una final en Copa Águila y en la recta final de la Liga Águila, no es inteligente un “revolcón” en este momento, pero si espero que este 0-4 no pase desapercibido,  no se puede solo pasar la pagina sin hacer una lectura lenta, detenida y con altos niveles de autocritica de lo vivido.

Estos cuatro goles no me hacen mas ni menos hincha de Junior, el sentimiento hacia un equipo no se mide por triunfos y derrotas, sino por amor a una institución y a una camiseta. Ese amor esta intacto, pero el ego como hincha esta dolido.

Perdida de memoria


Dura derrota sufrió la Selección Colombia en el que sin miedo a equivocarme fue y espero sea el peor de los partidos desde que José Néstor Pekerman es el técnico de la tricolor.  Con un claro desorden dentro y fuera de la cancha, ideas incomprensibles y falta de reacción se selló un apabullante 3 – 0 de los charrúas sobre los cafeteros.
Con cabeza fría y apegándonos exclusivamente a los números y a las matemáticas, el inicio de eliminatorias de Colombia fue aceptable:  tres puntos de seis disputados, se ganó en casa y se perdió en Montevideo ante un rival directo, pero siempre difícil.  Tal como exprese en varios trinos, la derrota ante Uruguay no nos elimina de Rusia y de haber logrado una victoria tampoco nos clasificaba al mundial.  Ahora bien, se jugó mal, terrible, horroroso, nos pasaron por encima y nos golearon, lo que duele no es perder, sino la forma como se perdió.
La derrota se empezó a gestar desde el momento que se dio a conocer la titular del equipo. Fue un desacierto completo el repetir la nómina que enfrentó a Perú, en este caso no encajaba la dichosa frase de cajón : “Equipo ganador no se toca”, bastaba con revisar el juego ante los Incas para darse cuenta que el partido ganado ante ellos fue una carambola a tres bandas: jugamos igual de mal que ante Uruguay, pero el palo y un par de goles nos dieron los tres puntos -  valiosos y preciados puntos que serán de gran importancia a lo largo de esta eliminatoria – que amortiguaron un poco las críticas a la selección nacional. En otras palabras, la suerte nos acompañó en Barranquilla, pero en Montevideo  no hubo suerte ni azar que nos librara de la efectividad Uruguaya.
Me rehúso a aceptar que a los jugadores no se les advirtió o no conocían la superioridad del juego aéreo del rival, el primer gol es imperdonable, cabecea solo y sin problema dentro del área el máximo referente Uruguayo: Diego Godín… gol de libro, gol de historia, gol que no tiene justificación.  Se quedan en marca varios jugadores Colombianos, entre ellos Zapata que ni siquiera salta para estorbar el impacto y le deja el camino libre al defensor charrúa que ya suma dos goles iguales en esta eliminatoria.
El mar de errores  en la Selección continuaría durante todo el partido, la defensa estuvo irreconocible.  La zona que ha sido el baluarte del equipo se desmoronó en mil pedazos cada vez que los rivales atacaban;  todo parecía una película repetida, llegadas sin cesar por las bandas que terminaban en centros peligrosos al área, despejes errados que recuperaban fácilmente los uruguayos e imposibilidad para al menos sostener el balón y bajarle la revolución al juego rápido que proponía el rival.  Un medio campo desconectado que nunca encontró el camino para conducir el balón a los delanteros y dos islas solitarias arriba que murieron desahuciadas por la falta de creación.
En síntesis Colombia ayer evidencio un mal que lo aqueja desde la Copa América: pérdida de memoria táctica.  Justamente en lapsus como ese es cuando el equipo debe resucitar de la mano de un líder en el campo – no existe en estos momentos en Colombia alguien que cumpla la tarea completa de ser capitán, como extrañamos esa faceta del Gran Yepes  -  y debe ser reconstruido con reajustes y cambios ideados por el cuerpo  técnico....
Puntos suspensivos, eso fue lo que dejaron las acciones del profesor Pekerman, a quien admiro y respeto profundamente, pero quien estuvo completamente desacertado en sus decisiones de principio a fin: escogió terriblemente los once titulares, ubicó erradamente en el campo los once que eligió y cuando se vino la noche, sus cambios terminaron confundiendo aún más a los jugadores.  Para cerrar, en la rueda de prensa declara afirmaciones incoherentes como “Cuadrado estaba cumpliendo su tarea …”  un poco más de autocrítica hubiera sido mejor que salirse por la tangente en varias preguntas directas que le realizaron.
Si bien el cuerpo técnico tuvo un alto porcentaje de responsabilidad en la derrota, los jugadores pusieron la otra mitad.  En el Centenario no se salvó uno solo, colectiva e individualmente la plantilla completa se rajó:
David Ospina: no tuvo atajadas espectaculares, por el contrario se vio bastante comprometido en el tercer gol cuando el balón entra por su palo.
Santiago Arias: encabeza los peores de la noche, completamente errático en las salidas, no entregó un solo pase acertado y se quedó muchas veces en la defensa.  El segundo gol fue un error imperdonable del lateral.
Cristian Zapata: lejos de su acostumbrado nivel,  se vio inseguro, sin timing y sin fuerza en la marca personal.  Comprometido altamente en el primer gol cuando suelta la marca de Godín – perdió todos los saltos con el charrúa-  y en el segundo gol cuando no logra rechazar un balón.
Jeison Murillo: también inseguro en los cierres, sin coordinación en el juego aéreo y blando en marca. Comprometido en el tercer gol cuando Abel Hernández lo deja atrás con un amague.  Tampoco pudo ganarle a Godín por arriba.
Frank Fabra: nuevamente dejó ver que en marca y recuperación tiene una asignatura pendiente, intentó subir al ataque pero sus entregas tampoco fueron certeras.
Carlos Sánchez: recuperó numerosos balones, pero en la entrega estuvo impreciso, los rebotes y rechazos terminaron en su mayoría con receptores de camisas azules.
Edwin Cardona: por más que intentó enlazar la defensa con el ataque estuvo lejos de lograr cumplir su objetivo, queda claro que la responsabilidad de la generación de fútbol no puede ser responsabilidad suya, necesita un socio en el medio campo que maneje los hilos del partido.
Freddy Guarín: nuevamente desastroso, solo la terquedad de Pekerman lo llevo a jugar este partido. Totalmente perdido en el terreno de juego, gravitando por el medio sin encontrar su posición, intentó con remates de larga distancia que llegarían primero a Plutón que al arco de Muslera.
Juan Cuadrado: pésimo, además de jugar dos muy malos partidos, al final se hace expulsar infantilmente, a pesar de no haber conectado la cara del uruguayo, la intención es lo que le merece la roja directa. No le salió una sola gambeta, perdió en todos los mano a mano que tuvo.
Teofilo Gutiérrez: perdido adelante no pudo generar riesgo, la pelota nunca le llegó y las veces que la tuvo sucumbió ante la ordenada defensa charrúa.
Carlos Bacca: una isla en el ataque de Colombia, el porteño poco o nada pudo hacer ante la falta de oportunidades creadas por el equipo.
Macnelly Torres: suponíamos que con su ingreso se ubicaría en la segunda línea de volantes para alimentar con balones a los delanteros, pero el técnico lo utilizo como un volante seis dejándolo por detrás de la mitad de la cancha donde de magia no se vio nada.
Fabián Castillo: entró pero ni para opinar algo dio material. Su entrada cuestiona fuertemente al director técnico al ponerlo por encima de jugadores como Jackson Martínez. Claramente el estratega no utiliza la misma balanza a la hora de tomar decisiones: a Cuellar lo deja en las gradas porque lo lleva lentamente en su proceso, mientras que el jugador en mención juega en los dos partidos de la eliminatoria…… tal “Pascual”?
Falcao García: sigo sin entender su ingreso, mas allá de ser Falcao o cualquier otro … que pretendía Pekerman al ingresar otro delantero a la isla ofensiva? Obviamente el tigre siguió sin rugir.
En conclusión no se salvó ni uno solo, todos hicieron su parte en la fatídica fría noche uruguaya, todos estuvieron comprometidos en el resultado y todos deben mejorar individual y colectivamente para poder lograr el objetivo: Rusia 2.018
La eliminatoria apenas está comenzando, un largo camino de dos años cerró su primer capítulo, dejando a Colombia en la sexta posición con tres puntos.  Para los escépticos y radicales que quieren la cabeza de Pekerman: calma y paciencia, o creen que es una jugada maestra desbancar al técnico a un mes de enfrentar al líder  Chile y a una necesitada Argentina?  Y si lo sacan, a quien traerían? Hay que pensar con cabeza fría, no solo es cortar un proceso, sino iniciar otro en medio del camino.  Pekerman tenía vidas acumuladas por lo hecho en las eliminatorias pasadas y lo obtenido en Brasil, esas vidas se están acabando y él lo sabe. 
Es cierto que se perdió feo, pero también es verdad que esa derrota estaba dentro de las cuentas, para clasificar debemos ganar TODO de local y buscar tres puntos en cada una de las visitas a los que ya se perfilan como los débiles de la eliminatoria: Perú, Bolivia y Venezuela.
Es hora de empezar a trabajar y reorganizar la idea táctica del equipo, la llegada James ayudará, pero no será la solución a todos los problemas.  Es momento para que el cuerpo técnico visite uno a uno los estadios del país y realice una convocatoria inteligente, no solo para pasear – caso Cuellar – sino para retomar la memoria y el fútbol que nos caracterizó en Brasil 2.014

Yo sigo creyendo en la Selección y en el proceso Pekerman, tengo memoria y sé el punto de quiebre que implicó el Argentino en la tricolor y el cambio de chip que le hizo a todo un país; pero también sé que estas son y serán las Eliminatorias más parejas y difíciles de la historia y que si no reaccionamos ahora, tal vez mañana sea muy tarde. 

Triunfo Jerárquico


Con pie derecho inició la Selección Colombia su participación en las Eliminatorias a Rusia 2018, es cierto que no fue un decoroso partido,  sufrimos y apretamos diente durante gran parte de los noventa minutos, pero al final con el pitazo del árbitro se sentenciaron los primeros tres puntos de esta dura y difícil eliminatoria Sudamericana.

Discrepo completamente de los que hoy acribillan al equipo y más aun de los que aseguran que no merecimos ganar, que fue un resultado muy amplio para lo visto en el terreo y que incluso Perú mereció empatar como mínimo…. A ellos les recuerdo y refresco la memoria:  ¿Cuántas veces Colombia jugó como nunca y perdió como siempre? ¿Cuántas veces por falta de eficacia nos quedamos con las manos vacías? Y para los que les encanta comparar, ¿Cuántas veces equipos como Argentina, Uruguay o Brasil, jugaron pésimo y con una pelota detenida lograron el gol del triunfo?  Por favor señores, si todo lo hiciéramos perfecto sencillamente seriamos campeones mundiales !!!

Particularmente yo sí celebro la victoria, lo importante era ganar y sumar tres puntos, más aun siendo locales ante un complicado rival como Perú, o es que ya olvidamos como por perder puntos en casa ante ellos se nos escapó en eliminatorias anteriores el paso a un mundial? 

Que tenemos que mejorar… Si, por supuesto, Colombia aún sigue distante del nivel mostrado en  el mundial de Brasil, pero es mucho más fácil enderezar el rumbo con tres puntos en el bolsillo y no empezar con una caja con saldo en rojo.  Además no podemos obviar la gran ausencia de James y Macnelly, aceptémoslo o no, ese par de jugadores son la rueda de engranaje en el medio campo Colombiano, su ausencia fue más que notoria en el partido de ayer donde se evidenció un cráter gigante en el medio campo.

La selección en conjunto logró el objetivo, la zona defensiva fue la más clara, segura y compacta a lo largo de los noventa minutos,  en el medio estuvo la gran deficiencia del equipo y en la delantera se desperdiciaron algunas oportunidades de gol.  Aquí les dejo el uno a uno de los jugadores Colombianos:

David Ospina:  Muy buen partido del guardameta, si bien Perú le exigió poco en cantidad, cuando lo hizo demostró calidad, y seguridad completa evitando goles rivales.  Achicó bien en un par de oportunidades y estuvo firme en cobros de pelotas detenidas y aéreas.

Santiago Arias: consolidado en su posición, su titular la tiene ganada a pulso.  Se proyectó y buscó sociedades en el ataque por su banda y en defensa estuvo certero en los cierres. Taponó la salida Inca y cortó el juego cuando se requería, ganó todos los mano a mano.

Cristian Zapata: seguridad en los cierres y gran velocidad. Destaco un regreso rapidísimo en un contragolpe de Perú, donde el central alcanza al atacante rival y recupera el balón evitando una clara opción de gol. Muy seguro en el juego aéreo.

Jeison Murillo: baluarte de la defensa, el mejor relevo que pudo quedar por Mario Yepes.  Con fuerza y técnica recuperó numerosos balones, imprime seguridad e incluso liderazgo en la línea defensiva, es el organizador de la primera línea tricolor.

Frank Fabra: aplausos!! Gratísima sorpresa por la banda izquierda, mejoró notablemente del partido amistoso al jugado en el Metropolitano.  En el ataque llevó peligro al área rival y filtro pases precisos para dejar mano a mano a los delanteros.  En defensa recuperó varios balones y con buenos cierres cortó algunos avances peruanos.  Aún tiene mucho más margen de crecimiento en la parte defensiva, pero respondió muy bien al voto de confianza otorgado por el entrenador.

Carlos Sánchez: el jefecito del medio campo, impecable en todo el partido.  No se acobarda ante el ancho de la cancha y el calor de la ciudad, cubrió todos los espacios del medio campo adelantándose en las recuperaciones de balón con buenas entregas a sus compañeros.  Merecida entrega de banda de capitán a quien es la columna vertebral y el equilibrio de la Selección.

Fredy Guarín: el jugador más parco de Colombia, se vio incómodo y amarrado en la posición de primera línea de volantes, no encontró su lugar en el campo y tampoco tuvo fortuna con los remates de larga distancia.

Edwin Cardona : cumplió su tarea, la orden táctica de Pekerman fue pegarse y jugar por las bandas, por donde buscó sociedad con Cuadrado a lo largo del partido.  Si bien no brilló como James, aportó con  remates de tiros libres directos al arco y finalmente con el gol de la tranquilidad  un exquisito remate de borde externo en el último minuto de juego.  

Juan Cuadrado: entró al partido con las revoluciones sobrepasadas, le falto pausa y tranquilidad en su juego, se vio muy acelerado y por lo tanto falló en la definición y entrega del balón.  Está en deuda con la tricolor – sabemos su gran nivel en la Juventus -  sin embargo hay que reconocerle que siempre fue hacia adelante buscando romper la sólida defensa Inca, jamás bajo los brazos en el ataque y siempre retorno  para ayudar en la defensa.

Carlos Bacca:  lejos de su nivel con el Milán el porteño estuvo impreciso e inseguro en la definición.  Desperdició una clara oportunidad de gol en la primera parte con un cabezazo desviado - en la repetición se observa como señala que el sol lo cegó al momento de impactar el balón -  Tampoco se vio cómodo en el campo de juego y no fue el socio esperado de Teo.

Teófilo Gutiérrez: crack, jugador estelar de la selección.  No solo anotó el gol que abrió el camino a la victoria, sino que realizó una tarea silenciosa pero fundamental en la táctica defensiva: bloqueó y anuló completamente la salida de Advincula desde su propio terreno, cortando la mayor generación ofensiva rival. Teo fue el jugador que se movió por el centro de la cancha y por ambos costados, encontró espacios para romper la doble línea defensiva de Perú y siempre retrocedió para aportar en defensa.

Alex Mejía: ingresó por Guarín al minuto 63.  Fue el apoyo de Sánchez en la recuperación con cierres precisos y cortó avances ofensivos en el juego aéreo.  Cambio necesario para buscar mantener el resultado y cerrar el partido.

Falcao García: ingresó al minuto 75 por Teo Gutiérrez.  El Tigre sigue sin rugir con su fútbol, no tuvo opciones de gol y poco pudo aportar en el cierre del partido.

Fabian Castillo: ingresó por Bacca en el minuto 91.  Muy poco tiempo en cancha, sin embargo tuvo una oportunidad de contragolpe en la que fue controlado por el central Peruano.

Una apreciación generalizada en los jugadores  Colombianos fue el alto desgate físico, se supone que el calor y la humedad deben jugar a favor a nosotros, pero ayer vimos a varios terminar con calambres como Murillo y Teo.  Punto para revisar en el cuerpo técnico con el preparador físico.

La Selección va paso a paso en un duro camino, este equipo tiene algo nuevo en su ADN que es " jerarquía".  Insisto que lo importante a recalcar es el triunfo obtenido, más aun con los resultados que se dieron en la primera fecha de la Eliminatoria: Argentina perdió en su casa ante un ordenado, peligroso y difícil Ecuador, mientras que Chile pasó literalmente por encima de un desconocido Brasil.  Todo esto me hace valorar mucho más la victoria ante Perú y la unidad que se refleja en el campo y fuera de él, gestos como el abrazo en la celebración del gol entre Teo y Falcao y la dedicatoria del gol de Cardona a James dejan ver que es un grupo unido que sabe que en la Selección no se busca el brillo propio sino el objetivo común: Rusia 2.018

La siguiente estación será la difícil y aguerrida Uruguay, que mejor manera de acompañarlos en esta travesía que con nuestro apoyo incondicional. Fe, gente, eso es lo que necesitamos, el equipo ayer demostró que no depende de un solo jugador – James Rodriguez- para obtener resultados.  Obviamente requerimos de su talento para desplegar un mejor juego, pero el objetivo se consiguió, cosa que no lograron selecciones como Brasil y Argentina sin sus referentes Neymar y Messi.  Esto una vez más demuestra que la Selección Colombia es un equipo unido y no una galaxia de estrellas individuales.


Dosis de Magia


Se rompió el hechizo y por primera vez Junior está en la final de la Copa Águila, instancia que a lo largo de los años ha sido esquiva para el cuadro currambero.  Finalmente después de tres  semifinales disputadas  (2.009 – 2.011 – 2.014)  los rojiblancos rompieron el tabú y se instalaron en la gran final, ahora están  a la espera de conocer a su rival entre Santafé y Once Caldas.

Manteniendo la característica línea de  sufrimiento, la clasificación estuvo precedida de angustia y ansiedad al máximo, no solo por la definición desde el punto penal, sino por el desarrollo de los noventa minutos de partido.

Como era de esperarse los locales saltaron al terreno de juego en búsqueda del gol que les diera la igualdad, por su parte Junior estaba como su camisa de visitante: “blanco y sin ideas”. Afortunadamente el color de la camisa de Viera fue azul de principio a fin, el uruguayo fue el artífice y figura durante los 90 reglamentarios y obviamente durante la tanda de penales.

Los rojiblancos carecieron de ideas en la primera mitad, es mas continuaron de la misma manera hasta el antológico gol de Jarlan Barrrera.  Ese mítico momento del minuto 67 partió la historia del partido en dos, no solo por lo que representaba sino porque cambió drásticamente la actitud en ambos equipos.

En los primeros 66 minutos el claro dominador de juego fue el Poderoso de la Montaña, los locales ejercieron una fuerte presión en el área rival y llevaron a los visitantes a replegarse por completo en su propia área. Junior cayó en el juego del Medellín, perdió la pelota  y juntó demasiado sus dos primeras líneas defensivas, poblando de gente el espacio, pero sin lograr marca eficiente sobre los rivales.  Los rojos se movían a su antojo en el área de Junior  y rompían las tibias líneas defensivas con movimientos y pases a un toque.  Justamente sería de esta forma que el Medellín llegaría al gol a través de un desvío de Juan Fernando Caicedo que deja vencido y sin oportunidad a Sebastián Viera. 

La noche se tornaría más fría y oscura, Junior continuaba sin rumbo en el campo, abajo en el marcador, con  Ortega lesionado y ahora con un penal en contra a los cuarenta minutos de juego.  Pero justo en ese momento, empezó el milagro. Cuando estábamos al borde del abismo, Cristian Marrugo desperdicia la oportunidad de anotar el segundo gol estrellando en el palo el lanzamiento del punto penal, dejando el partido abierto para la segunda mitad.

La tendencia de Junior ha sido clara a lo largo del semestre: jugar un tiempo para el olvido y un tiempo espectacular.  Afortunadamente se mantuvo la premisa y el cuadro tiburón salió con una nueva actitud a los 45 finales.  Sin embargo Medellín no bajaría la guardia y nuevamente probó, sin suerte para ellos,  a un inspirado Viera que si bien atajo la mayoría de remates,  vería caer su arco a los 59 minutos tras una enredada jugada que no logran despejar los defensores, pero que Jhon Pajoy si emboca en el fondo de la red. 

Golpe duro para Junior, pero utópicamente, ese fue el momento en el que los jugadores comprendieron lo que estaban dejando escapar, se evidenció las  ganas y la actitud en el equipo y gracias a eso llegó el minuto mágico del partido – Minuto 68 – cuando Jarlan Barrera marca el gol del torneo, del semestre y del año….. G O L A Z O !!!!  Gol que cambió el rumbo del partido, gol que literalmente “ revivió un muerto”, a partir de ese momento, Junior recuperó el balón y se adueñó de él, manejo los tiempos y obligó a  la definición del finalista a través de los tiros desde el punto penal.

Desde los doce pasos la figura fue una sola: Sebastián Viera, el uruguayo atajó tres penales  (Angulo, Arias y Caicedo);  mientras tanto sus compañeros prolongaban la sentencia, erraron Aguirre, Pérez y Domínguez, y anotaron Vladimir, Jarlan, Cuellar, Tesillo y finalmente para la clasificación Guillermo Celis.

Nuevamente Junior celebra y silencia el Atanasio Girardot, los rojiblancos de la mano de Alexis, con la dosis de magia de Jarlan y la claridad de Viera se ubican en la final de la Copa Águila, tal como lo escribió mi buen amigo Tito Puccetti en su cuenta “ La genialidad visita el Atanasio.  El talento de Jarlan no tiene Barrera”