Colombia: Diferentes perspectivas

Se cerró una nueva fecha de eliminatorias al mundial de Rusia 2018 con un saldo de tres puntos obtenidos de seis disputados.  A primera vista se puede decir que la selección sigue a medias, sin embargo para analizar los puntos, el juego y desempeño del equipo hay que ver hacer un “cara a cara” de opiniones.
Iniciare por destacar que la selección de los últimos 12 puntos disputados ha obtenido 9, lo cual deja un rendimiento del 75%  que no está nada mal, siendo ratificado por el cuarto lugar que ubicamos a la fecha en la tabla de posiciones. Los resultados de esta doble fecha fueron los previsibles: ganamos ante el rival a vencer en nuestra casa y perdimos ante una potencia – sea como sea Brasil siempre fue, es y será potencia – en su casa.
En contraparte debemos añadir que claramente ésta Brasil no es la misma de las eliminatorias anteriores, no tiene las figuras acostumbradas y a las que tanto se respetaban, por lo tanto si había una Brasil ganable era ésta. Sin embargo, hasta el día de hoy, no sigue ganando la camiseta rival.  Tal como leí anoche, a Colombia le falta creérsela, pecamos por inocentes o por ingenuos y nos vence nuestra propia falta de convicción.
Vamos a la figura táctica, particularmente no estuve de acuerdo con el planteamiento técnico del profesor Pekerman.  Era sabido que Brasil explota su juego por los costados, con laterales como Marcelo y Alves propone el ataque desde las bandas, incluso Neymar siempre juega recostado a la línea.  Entonces ¿por qué dejarles el callejón abierto planteando un 4-2-3 cuando de esa última línea de 3 alineada solo Muriel cumplía con las características de marca necesarias? Macnelly y James nunca han cumplido esa función en la selección, por eso ahí peco Pekerman.  Debió jugar con un 4-3-2 o si quería sostener el 4-2-3 alinear volantes ofensivos con marca tipo Berrío o incluso Cardona.
Ahora, en contraparte, existe la teoría que dice que equipo ganador no se toca.  Puede que a eso se haya ceñido el técnico para sostener el equipo que ganó en Barranquilla con un solo cambio obligado.  Tal vez planeó el partido con un James como el que vimos en Barranquilla y no como el que jugó en Manaos, esperó que Bacca despertara del letargo vivido y saliera del dejavú y confió en un Macnelly incisivo que manejara el balón y le diera tenencia al equipo.  Lo cierto es que nada de eso se dio y además se recibió un gol antes del primer minuto que destrozó cualquier planteamiento técnico que se hubiera podido trabajar.
Colombia, pese a haber jugado un terrible primer tiempo que estuvo lleno de miedo, desorden, equivocaciones individuales y colectivas, logró milagrosamente y con la clara ayuda de Ospina encontrar el empate, inmerecido pero empate al fin y al cabo, antes de finalizar la primera mitad.
Para el segundo tiempo se vio un equipo diferente, con el cambio de banda Muriel y el ingreso de Cuadrado se logró contener la salida del rival.  Un Wilmar Barrios crecido fue el estandarte del medio campo junto con Carlos Sánchez.  Sin embargo seguíamos sin la guía clara de James, todos los balones que pasaron por el 10 colombiano carecieron de malicia y en muchas ocasiones fueron mal entregados.  Así mismo Bacca estuvo ahogado arriba pasando desapercibido ante la defensa auriverde.
Pekerman ingresó a Cuadrado, Roger y Marlos… insisto mucho jugador de ataque, poco de contención. Con un resultado favorable como lo era el empate a uno, debió poblar el medio recuperador con un tercer volante de marca e ingresar a un delantero fresco y rápido para aprovechar cualquier contraataque. 
En contraparte podemos deducir que el argentino pensó que teníamos suficiente potencial para jugarle de tú a tú todo el partido a Brasil y se la jugó con cambios ofensivos para buscar un marcador favorable.
Infortunadamente en un error en doblajes de marca llega la genialidad de Neymar.   Medina cubre un error de los centrales y recupera un balón por el centro con dos cierres precisos, para nuestra desgracia el rebote le cae a un rival que abre la cancha para Neymar por derecha que completamente solo recibe y sentencia el partido.  Para los que acribillan a Medina, les diré que revisen la jugada completa, él sale a cerrar por el centro, ¿Dónde estaba Cuadrado para el doblaje en marca por derecha? ¿Dónde estaba Barrios para apoyar la marca por su zona? Es muy fácil al caído caerle, pero en ese gol particular eximo de culpa a Steffan.
En contraparte opinaré, ¿no te brinda mayor marca por derecha Arias que Medina? ¿Por qué dejar en el banco al jugador que ha sido siempre tu titular por esa punta y que viene de ser el jugador de la fecha en su liga? Preguntas que nadie le hace a Pekerman cuando se puede, solo él tiene la respuesta a estos interrogantes.
Lo cierto es que Colombia a parte de un mal planteamiento, tuvo la ausencia de sus figuras referentes: James, Bacca, Macnelly no estuvieron.  Es más si somos bastante críticos el único que estuvo perfecto los dos partidos fue David Ospina.  Sin embargo con todo y la pérdida en Manaos se pueden rescatar cosas positivas: Wilmar Barrios jugó fantástico, lastima el balón perdido en la jugada del segundo gol, aunque su desgaste físico fue tremendo (él era un candidato a ser sustituido). 
Lo más rescatable es que los rivales directos de Colombia se enredaron en sus partidos, Ecuador al que muchos daban por clasificado se cayó abruptamente y no sumó un solo punto, Chile viene en caída libre con un camerino reventado y sumó un solo punto. Paraguay resucitó sumando tres y Bolivia dio la sorpresa al sumar cuatro.  Colombia con altos y bajos sumó tres puntos y se mantiene hasta hoy dentro del grupo de clasificados directos al mundial.
La siguiente doble fecha es a muerte contra dos rivales DIRECTOS, primero hay que ir a sacar un triunfo en Paraguay y rematar con otra victoria ante una envalentonada Uruguay en Barranquilla.  No comparto a los que destruyen y acaban a la selección en cada derrota, como tampoco a los triunfalistas que ya compraron tiquetes a Rusia. Jugamos las eliminatorias más difíciles y parejas del mundo que solo tienen cinco puntos de distancia entre el primero y el séptimo. ¿Vamos cuartos y vamos llorando?  Sigo creyendo, la Fe sigue intacta…. Rusia nos espera

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