Amargo debut en Copa



Con una dura y clara derrota debutó Junior en la Copa Libertadores 2019 ante el rival mas fuerte de su grupo, Palmeiras.  
En principio, la nómina escogida por el profesor Suarez invitaba a esperar un mejor despliegue futbolístico por parte de los locales.  Dentro de los once escogidos se encontraban los estandartes y referentes rojiblancos: Teófilo Gutiérrez, Matías Fernández, Luis Díaz y Víctor Cantillo. Sin embargo, ninguno brilló acorde a las exigencias del encuentro. 
En los minutos iniciales, Junior no se pudo acoplar con rapidez al juego, lució desordenado e incluso sorprendido ante la presión alta del cuadro visitante. Justo en esos primeros minutos, Palmeiras aprovechó la flaqueza en la línea defensiva rojiblanca y Scarpa anotó el primer gol de la noche.
La idea de juego de los visitantes era clara, no habían venido a esconderse y era evidente que tenían muy bien estudiado el circuito de creación del cuadro tiburón, de esa forma supieron como desactivar cualquier indicio de ofensiva tiburona en prácticamente todo el partido. 
La llave para lograrlo la tuvo Felipe Melo, quien desarticuló el engranaje de Junior con una marca personal sobre Víctor Cantillo.  
En términos generales los dirigidos por Luis Felipe Scolari plantearon un excelente partido táctico,  con mucho orden cerrando los espacios cuando no tenían la pelota y con un gran juego vertical cuando estaba en su poder.
La lucha del medio campo la ganaron los cariocas, lo cual repercutió en la desaparición de los jugadores ofensivos rojiblancos.  Teófilo Gutiérrez prácticamente fue un espectador más, quien contrario a aportar, terminó restándole al equipo cuando fue expulsado en la segunda mitad.
Matías Fernández fue de menos a más, inicialmente muy estático y sin astucia en el terreno. Para la segunda parte intentó mostrarse un poco mas y por momentos pidió el balón sin que las jugadas tuvieran una incisión notable en el área rival.
Por su parte, Luis Díaz se movió por todos lo frentes de la cancha, trató de buscar una grieta en la dura muralla verde y con alguna que otra jugada individual tuvo pocas aproximaciones al arco defendido por Weberton.
Mirando hacia atrás en la cancha, los laterales no estuvieron lúcidos. Piedrahita no fue claro en salida y en defensa fue bastante permeable, por su banda entró el primer gol de la noche. Fuentes sigue en un momento de estanco futbolístico, no se ve seguro como antes y sigue cometiendo faltas innecesarias y peligrosas para el equipo en zonas prohibidas.
En defensa era sabido que estábamos con “muletas” por así decirlo.  Con las lesiones de Pérez y Gómez, Suárez tenia que sortear quien iba a acompañar a Ditta.  Recordemos que en liga probó con Martínez y con Balanta y los resultados no fueron satisfactorios. Por el contrario cuando fue Narváez su compañero, fue cuando hubo una mayor seguridad en la pareja de centrales.  Justamente por eso, el técnico apostó nuevamente por la experiencia de Narváez atrás y con Serje arriba para apoyar el trabajo de recuperación.
Sin embargo, los resultados, como bien son evidentes, no fueron los esperados. Narváez se vio superado por la velocidad de los atacantes de Palmeiras, Ditta pecó nuevamente por inexperto con jugadas innecesarias en zonas de alto riesgo y Serje, no fue tan preciso como en juegos anteriores. 
El partido no se perdió por el árbitro, me parece que estuvo correcto en su actuar.  Fácilmente pudo ser roja directa y no doble amarilla para Teófilo, que por cierto venía jugando al límite desde el primer tiempo.  El partido tampoco se perdió por el error del cuarto árbitro en el momento de la sustitución e ingreso de Hinestroza. Se debe pasar la queja correspondiente, pero no escudarnos en eso para esconder las falencias que se evidenciaron en el tema futbolístico.
En conclusión hay que aceptar que Palmeiras ganó bien y fue superior a Junior durante todo el partido, redondearon su victoria con un gol de Rocha ante un equipo jugado en la búsqueda del empate. 
Se empezó mal en la Libertadores sí, pero eso no quiere decir que ya estamos eliminados o que no hay equipo para pelear un pase de ronda. Sí lo hay, pero hay que hacer bastantes ajustes tácticos y mentales en el equipo en poco tiempo.
Los jugadores deben saber que el chip de juego en este torneo es totalmente diferente al del torneo local. Los partidos en la Libertadores se juegan con mucha más adrenalina y los rivales no vienen a esconderse, sino a proponer.
La pregunta es, el sábado ante Bucaramanga ¿deben jugar los titulares para lograr mayor cohesión en el juego? O por el contrario ¿deben descansar para llegar plenos a jugar con San Lorenzo? Y el otro interrogante para Suarez es: ¿cómo confeccionará ante los argentinos la defensa, repite Narvaez o va Balanta? ¿Modificará el modulo táctico al no tener a Teofilo como opción?
Amanecerá y veremos, mientras tanto siguen siendo “Junior Días”, por ahora a pasar la página y el trago amargo, ya vendrá el momento de la revancha en Brasil, mientras tanto a mejorar el juego porque en un par de días, la competencia continúa.

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