El bus de Pekerman

Nublada, gris y lluviosa amaneció la casa de la Selección después del triste y negro partido que se jugó ayer en el estadio Metropolitano.  Uno a uno se van los jugadores a sus respectivos clubes con la cabeza abajo y la sensación de no haber cumplido con un objetivo, que ayer más que nunca, estaba más cerca de alcanzarse: hacer respetar la casa ante Argentina.  Sin embargo pasaran otros cuatro años para poder lograrlo – sumando para entonces 26 años de triunfos gauchos en Colombia  - la albiceleste nuevamente se llevó tres puntos de oro que fueron además una inyección de adrenalina que revivió un moribundo en las eliminatorias…. Y dejando ahora  en cuidados intensivos a Colombia, ocupando el séptimo lugar (solo por encima de Bolivia, Perú y Venezuela) con cuatro puntos. 
Pero como en el fútbol todo es tan subjetivo, depende entonces de la óptica con que se mire, Colombia está en el séptimo lugar con cuatro puntos, pero a tan solo tres puntos del tercero.  La eliminatoria esta tan reñida e impredecible que entre el tercer y el noveno lugar solo hay cuatro puntos de diferencia;  el mejor equipo de Sudamérica empató en casa con Colombia y también fue goleado por Uruguay en Montevideo, Argentina y Brasil revivieron tan solo en la cuarta fecha y el que comanda el grupo es un intratable Ecuador.  Con esto quiero dejar claro que aún no está nada establecido, el camino es largo y si bien ya está avanzado no vamos ni siquiera por la mitad.  Entonces no entierren desde ya al equipo y a su cuerpo técnico, y tampoco entierren la clasificación al mundial.
Dicho lo anterior, analicemos el pésimo partido de la tricolor.  Colombia jugó sin lugar a dudas su peor partido en la era Pekerman en Barranquilla, desde que estamos bajo la dirección del argentino es la primera derrota en casa, a la fecha tenemos seis triunfos, un empate y la derrota del día de ayer.  Irónicamente después de venir del que fue sin dudas el mejor partido táctico de José Néstor nos estrellamos con una Colombia perdida, pobre y sin ideas.  Sin embargo la titular escogida por el técnico era la adecuada, teniendo en cuenta el terreno, el clima y la forma de juego de la selección –además de los suspendidos - siempre se anticipó jugar con dos volantes de marca, dos volantes creativos y dos delanteros.  El gran problema fue el abismo que hubo entre lo planeado por el estratega en su cabeza y lo ejecutado por los jugadores en el terreno de juego.  Los once que entraron a la cancha estaban completamente desconectados mentalmente, con tristeza debo anotar que Colombia no tuvo una sola opción clara al arco, hubo un par de indicios como la jugada de Bacca o el remate de Palacios, pero Romero bien pudo sacar su mate y tomarlo con calma porque jamás fue exigido.
Todo lo ocurrido fue crónica de una muerte anunciada, mientras muchos celebraban por anticipado un triunfo por las bajas sensibles que traía argentina, otros más coherentes anticiparon las falencias que también llevaba Colombia.  Ayer me dolió mucho más la amarilla que le sacaron infantilmente a Arias ante Chile, la selección tenía dos callejones libres en las bandas que fueron explotadas por Argentina cada vez que quiso, Fabra y Palacios – como se sabía – no marcaron en lo absoluto a los rivales en sus zonas y en el ataque tampoco fueron desequilibrantes, no creo haber contado un solo centro correcto de alguno de los dos.  Por su parte los recuperadores tampoco hicieron el relevo que se esperaba, Torres y Mejía se vieron sumamente inferiores ante los gauchos, reventando balones a cualquier parte y cuando intentaban el pase corto, era errado.   Los centrales se vieron nerviosos todo el partido, para la muestra el garrafal error de Zapata en el gol. 
Pero si atrás estábamos mal, del medio para adelante ni se diga, a los delanteros no les llegaba el balón, y los pocos que llegaron los desaprovecharon con mal control, ni siquiera remataron al arco!!!  MacNelly y James brillaron por su ausencia, se supone que la estrategia era tenencia y administración del balón en el campo, pero ocurrió todo lo contrario, Colombia se dedicó a tirar pelotazos y nunca puso el balón al piso.  MacNelly no estuvo claro, es más nunca estuvo en el campo y James… personalmente pienso que fue el peor del partido, y no es para acribillarlo, es y será por mucho tiempo el mejor jugador y el referente de Colombia, pero ayer se evidenció su falta de fútbol, por lo que debió ser reemplazado desde el entretiempo.  Es ahí donde va mi crítica a Pekerman, siendo el técnico su función es tomar decisiones, entre ellas está no solo colocar una titular, sino modificarla con cambios efectivos cuando no de resultados.  Por muy estrella y “10” del Real Madrid que sea, James es humano y puede tener un mal partido, es responsabilidad del técnico sostenerlo los 94 minutos y exponerlo como lo hizo.  Además ¿Qué solución brindó con el ingreso de Muriel por MacNelly? ¿De que sirven tres y cuatro delanteros en cancha si el balón no pasa limpio por la mitad del campo? ¿Por qué dejarle la responsabilidad completa de la creación a James cuando es evidente que está desgastado físicamente y agotado mentalmente?   Supongo que al ver que no hubo solución con lo propuesto decide ingresar a Cardona al terreno de juego, pero saca a Teo, errado nuevamente, es cierto que Teofilo al igual que todos los demás jugadores estaba muy por debajo de su nivel, pero si la gran falencia es el manejo de balón y la transición del  medio al ataque, ¿no es un mejor enlace Teo que Bacca?  En un último intento, claramente desesperado, ingresa a Ramos por Mejía, poblando el campo de delanteros, pero sin ningún conductor…. ¿Por qué  no refresco el medio con otro volante creativo que pudiera colocar el balón arriba y dejar mano a mano a los delanteros?  Preguntas que nadie  hizo en la rueda de prensa y que nuevamente se quedaran en el tintero. 
Lo cierto es que perdimos feo y la sacamos barata, fácilmente pudo quedar cero a tres y la humillación hubiera sido mayor.  Nadie sabe a ciencia cierta cuál habría sido el resultado final con Messi, Agüero y compañía, pero es cierto que, respetando completamente a los jugadores que estuvieron, las ausencias eran bastantes sonoras y mal o bien jugamos con cinco suplentes de Argentina.
La próxima fecha es en el mes de Marzo, lo cual quiere decir que hay cuatro meses para trabajar y preparar, por lo menos, a los jugadores locales pensando en  los partidos que se vienen en la Paz ante Bolivia y en Barranquilla ante la revelación Ecuador. De más está aclarar que hay que sacar seis de seis puntos. A favor tenemos que se sacaran puntos entre sí: Chile que enfrenta a Argentina y Brasil que enfrenta Uruguay.
Ratificó que no es momento de acribillar jugadores y destronar a un técnico, sin embargo si hay que exigirle trabajo en el día a día y no en la previa a los partidos.  Es momento de hacer microciclos como el de España y de realizar un seguimiento a fondo para cada uno de los jugadores que se van a convocar, es momento de visitar a todos los equipos de la liga local, es momento de hacer un cronograma de trabajo con metas a corto, mediano y largo plazo. Colombia no puede ser Jamesdependiente, Colombia debe crear una identidad de juego y un estilo propio que se potencie con un buen momento de James, Bacca, Teo, Jackson, Sánchez, Ospina, entre otros. Que las individualidades potencien un grupo y no que un grupo dependa de individualidades.
No es momento de bajar los brazos, es momento de ponerse el overol y trabajar, un equipo es más que un jugador y más que un técnico. No seamos un país sin memoria y no seamos un país amarillista y oportunista,  el bus de Pekerman está en el taller, pero sigue siendo una buena máquina, hay que hacerle cambio de aceite, revisión de frenos y cambio de filtros, volver a encenderlo y seguir luchando en la carrera… la Fe sigue intacta…. Rusia nos espera!

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