Campeón Tu Papá!

Amaneceres lindos y uno como el de hoy, alegría en todas las caras de la ciudad de Barranquilla que aún tienen en la mente y en el corazón la frase: “Junior Campeón” Imágenes con Viera levantando el trofeo inundan las redes sociales y  los periódicos de la ciudad y hacen soñar a toda la hinchada con el objetivo de alcanzar la octava estrella en la Liga Águila.
Fue una fría noche capitalina donde el cuadro rojiblanco con actitud y amor propio jugó un partidazo digno de una final ante un muy buen rival como lo fue Santafé.  Infortunadamente para los nuestros el camino de los 90 minutos sería difícil y complicado en consecuencia de un tempranero gol de Seijas de tiro libre cuando tan solo iba poco más de un minuto de juego. 
Como buena hincha y fiel seguidora del cuadro currambero ya estoy acostumbrada a que si no se sufre, no es Junior.  Para la muestra el partido de ayer, solo un minuto nos duró la ventaja por dos goles, fueron 88 minutos de agonía y de sufrimiento en los que no solo enfrentamos a los once jugadores cardenales, sino que también sufrimos el inclemente pito del señor Adrián Vélez, a quien no pienso dedicarle más allá de estas líneas en mi escrito, pero sobre quien si espero caiga alguna amonestación por tan nefasta presentación. 
En temas futbolísticos, Junior fue un equipo de adultos, justo cuando todos pensábamos que el equipo se iba a desmoronar ocurrió lo contrario, los rojiblancos sacaron la casta y se agruparon fuertemente en sus líneas defensivas. Claramente el gol fue un duro golpe en el equipo, nadie esperaba irse abajo en el marcador en tan poco tiempo, a algunos jugadores les tomo más tiempo que a otros el reacomodarse en la cancha, pero sin embargo el equipo en conjunto supo manejar el resultado adverso parcial.
El primer tiempo fue de mayor resistencia, la presión del equipo cardenal era evidente, los santafereños adelantaron notablemente sus líneas en búsqueda del gol que les diera la igualdad en la serie.  Afortunadamente el profesor Alexis alineó una línea con tres volantes recuperadores para poblar el medio campo: Cuellar, Narváez y Celis se convirtieron en la primera línea defensiva del equipo, recuperando innumerables balones que inicialmente eran rechazados a cualquier parte, dándole a Santafé, durante aproximadamente 20 minutos,  el dominio del balón y la oportunidad para organizar un nuevo ataque local.  
Gracias a Dios tenemos en nuestras filas a un guerrero que se crece en las finales: Luis Narváez asumió el liderazgo del medio campo y junto con Gustavo Cuellar no solo recuperaban y cortaban los avances rivales, sino que colocaron el  balón en juego;  ya con el esférico en el piso Junior cambio su cara, aparecieron Vladimir Hernández y Juan David Pérez que con rápidos contragolpes y triangulaciones a un toque inquietaron en varias ocasiones el arco rival.  
Para la segunda mitad el cambio era cantado, ingresó Ovelar y se retiró Toloza – de muy discreto partido, no le daré palo por aquello que hoy solo celebramos el campeonato – del campo de juego.  Mientras tanto los cardenales retiraron a Anchico e ingresaron a Omar Pérez, cambio con el que perdería marca, pero buscaría mayor dominio y generación en la mitad del campo.
Con el paraguayo en la cancha el juego de Junior creció, el Búfalo sirvió de pivot y además con su técnica controló innumerables pelotas aéreas manejando los tiempos y bajando las revoluciones del partido. Posteriormente saldría Juan David Pérez – agotado físicamente – quien dejo todo en la cancha, e ingresaría Jorge Aguirre para cumplir doble función: ataque en contragolpes y defensiva haciendo una segunda línea de cuatro en los retrocesos. 
Sinceramente los cambios hechos por Alexis fueron perfectos y a tiempo, incluso cuando el central expulsa injustamente a Tesillo, el técnico rearma el equipo ingresando a Ramírez por Vladimir y dejando a Narváez como segundo central en el fondo para aguantar los minutos finales del compromiso.  Minutos que fueron eternos, más aun por los exagerados seis de reposición que añadió la terna arbitral, minutos en los que los centrales  mostraron un nivel notable y ganaron todas las pelotas aéreas que llovían al área de Viera. 
Pero finalmente terminaron, Vélez no tuvo más remedio que llevar su silbato a la boca y sentenciar el final del partido que acreditaba a Junior como flamante campeón de la Copa Águila.   Triunfo merecido por un equipo que en el camino dejó a los “grandes” de Colombia: Nacional, Tolima, Independiente Medellín y por ultimo Santafé.  Merecido para un técnico que a sus 54 años es el primer Barranquillero en llevar a Junior a conseguir un campeonato, que además se une a un selecto grupo que ha tenido el privilegio de coronarse campeón como jugador (con Junior en el 95 y 93)y como técnico. Merecido para un grupo de jugadores que con actitud demostraron que tienen calidad para jugar este lindo deporte, jugadores que no se amedrentaron ante un gol de camerino y que con un alto nivel de concentración y amor propio lograron el objetivo.  Merecido para una hinchada que siempre aguanta y que nunca pierde la Fe en el equipo de sus amores, Fe que está reactivada para la búsqueda de la octava estrella en la Liga, Fe que hoy nos hace celebrar y gritar a todo pulmón: Viva Junior tu Papá, Viva Junior Campeón de la Copa Águila 2.015 !!!

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