En
un fantástico partido de fútbol, el cuadro barranquillero remontó para llevarse
los tres puntos con un 3-2 que nuevamente demostró el talante de la plantilla.
Fue un primer tiempo explosivo, muy temprano el Independiente
Medellín se fue arriba en el marcador tras un error personal de Rafael Pérez en
defensa, sin embargo el equipo no se dejó golpear y un par de minutos después
anotó un golazo a través del delantero de moda: Luis Díaz.
El guajiro estaba en modo on fire y en una estupenda jugada
individual vence a la defensa y al cancerbero David González para romperle el
arco por su palo. No siendo suficiente
con el empate temprano, una nueva desatención en defensa, esta vez por el juego
aéreo y la poca marca en el área, los rivales vuelven a irse al frente en el
marcador.
Nuevamente el equipo se vuelca al ataque y logra anotar el gol del
empate a través de Teófilo, pero este es anulado por una supuesta mano, que aun
después de varias repeticiones no es clara. Sería a través de la pelota quieta
que llegaría el empate parcial, cobro libre de Piedrahita y remate en el aire
de Fuentes para el empate parcial 2-2, claro trabajo de semana y jugada
preparada que hasta ese momento nos daba la paridad.
En el minuto 32 nuevamente un error del árbitro, esta vez expulsa
incorrectamente a un jugador de Junior: Gabriel Fuentes es expulsado en una
jugada en donde va directamente por el balón y lo saca primero, no obstante, el
juez central le muestra la segunda amarilla y por ende la tarjeta roja. Hubiera
parecido en ese momento que se venia la noche para el cuadro currambero, lejos
de eso, la ausencia de un jugador no se hizo sentir, el juego prolijo del
equipo continuó con triangulaciones perfectas, paredes maravillosas y
sociedades de juego de barrio, de bola’e trapo de calle que vislumbraban a mas
de uno en el Metropolitano.
Justamente de esa forma llegaría el gol del triunfo, un pase
magistral de Víctor Cantillo habilitando a Teófilo Gutiérrez y el crack de la chinita haciendo lo propio…
castigando el arco rival y definiendo con magia para gritar el tercer y
definitivo gol.
Todo esto ocurrió en la primera mitad, la segunda parte fue menos
vertiginosa sin llegar a perder el buen fútbol que presentó Junior. Realmente no parecía
que jugaba con un hombre menos, los 10 que estaban en la cancha cubrieron la
ausencia de forma impecable, solo sobre los 10-15 minutos finales Medellín
intentó irse encima en el terreno de juego, lanzando centros desde los
costados. Sin embargo, cabe destacar,
que para la segunda mitad, la zaga defensiva mejoró notablemente el trabajo en
marca, los espacios se acortaron y las anticipaciones fueron notorias.
Podemos concluir entonces que Junior hasta ahora, ratifica que
juega bien con la pelota al piso, es más que evidente que tiene jugadores con
pie sensible al buen juego y que han logrado engranarse entre sí para producir
fútbol de calidad constante en el terreno de juego.
Como en todos los partidos, siempre habrán cosas para mejorar, la
defensa inició quedada en marca y con desatenciones importantes que nos
costaron los dos goles de la visita, sin embargo, tal como lo anoté
previamente, se evidenció el cambio para la segunda mitad.
Por ahora el desempeño individual de la mayoría de los jugadores
es bueno, el nivel de Sambueza sigue siendo para aplaudir, junto a Cantillo, Teófilo
y Díaz proponen un nivel de fútbol altísimo en ataque, al cual sumándole el
aporte por bandas de Fuentes y Piedrahita da como resultado un fútbol alegre y
ofensivo. Por otro lado, jugadores como Narváez
deben levantar el nivel, en general el triangulo defensivo en Junior aún se ve
permeable y permisivo.
Lo cierto es que el supercampeón de Colombia enlaza dos triunfos
en línea, y no justamente triunfos al azar, triunfos merecidos y bien
disputados. El hincha debería valorar eso y apoyar con su presencia en el
estadio.
Del árbitro Gallo, mejor ni mencionarlo, con sus errores menos mal no
logró influir en el marcador, pero los desaciertos fueron notables.
Por ahora el campeón está vigente, el equipo gana, gusta y juega de forma agradable al paladar del barranquillero. Aún con 10 jugadores y con un resultado positivo, nunca jugó a esperar o a esconderse en su propia cancha, el técnico entiende cual es el ADN de esta plantilla y con sus retoques impulsa a mejorar el mismo.
Pdt: espero que entiendan el título del blog y no empiecen ahora a
decirme que esta mal escrito el verbo…creanme que sé que hemos vuelto a ganarles.
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