Conclusiones de la Copa Centenario

El torneo continental dejó muchas  conclusiones para el equipo nacional.  Opiniones divididas  en el país acerca de la selección y del cuerpo  técnico. Para algunos todo fue negativo y su óptica solo enfoca los errores o baches evidenciados en los partidos disputados.  Para otros, un poco más optimistas y realistas, el torneo sirvió como un laboratorio experimental, permitiendo al cuerpo técnico ensayos y pruebas en aras de consolidar en nuevo proceso tricolor con el objetivo principal: Rusia 2.018
Particularmente me ubico en el segundo grupo, si bien es cierto que veníamos de dos muy buenos partidos y resultados en las eliminatorias, para nadie es un secreto que el rendimiento de la selección ha venido en descenso después del último mundial en Brasil 2.014.  Desde entonces comenzó el “recambio generacional” en el equipo asociado a variantes obligadas por bajos o nulos rendimientos internacionales: casos de Falcao, Armero, Zuñiga, Aguilar, entre otros.  
Infortunadamente para todos en Conmebol, los equipos solo se reúnen un par de días antes de las fechas de eliminatorias y el tiempo de engranaje y preparación es muy corto.  Por esa sencilla razón veo como una rotunda ganancia las cuatro semanas que estuvieron reunidos todos los jugadores con el cuerpo técnico.  Sinceramente dudo, estando casi que segura, que será imposible lograr por lo menos 15 días continuos de entrenamientos y charlas técnicas ininterrumpidos.  
Creo firmemente que el objetivo de la Copa América Centenario era abrir el abanico de posibilidades en cuanto a jugadores se refiere, si bien fue una convocatoria extraña, poco convencional y también debo decirlo no equitativa, se llevaron jugadores que estaban en el radar del técnico.  Es por eso que no critiqué cuando Pekerman alineo a toda la suplencia ante Costa Rica, era el único momento en el que podía probar realmente a los proyectos que tenía en mente, evaluarlos y determinar que puede utilizar en las eliminatorias y que no se adapta a su modelo táctico.  En ese momento, Colombia no tenía nada que perder, pero si mucho por ganar.
En cuanto a la eliminación discrepo completamente  con los que hoy aseguran que Chile fue y es ampliamente superior a Colombia, el resultado de anoche no fue un reflejo del desarrollo del partido.  Perdimos dos a cero por dos errores puntuales, casi que personales, en la línea defensiva que los australes inteligente y eficazmente tradujeron en gol.  Fuera de esas dos jugadas solo hubo un cabezazo que detuvo Ospina en el segundo tiempo, lo demás fue dominio de Colombia que terminó por convertir, al menos en la primera parte, en figura al guardameta Bravo.
Evidentemente hubo falencias claras en la selección, ambos goles entraron por las bandas: el primero fue una seguidilla de errores iniciando en la marca de Fabra, el no posicionamiento de Arias y terminando con el mal cabezazo de Cuadrado;  mientras que el segundo fue una mala marca en la banda de Arias. En común ambos goles confluyen en la escasez de laterales con jerarquía en el país.  Desde el adiós de Zuñiga y Armero se sabía que no había suplentes para esa posición.  Santiago Arias se ha perfilado y es el dueño de la banda derecha con buenas actuaciones – exceptuando la de anoche- mientras que en la banda izquierda está el dolor de cabeza.  Diaz es el titular, pero ante cualquier lesión o expulsión sinceramente no hay quien ocupe ese lugar.  Con el respeto que me merece Fabra, está demasiado inmaduro para ser el indicado, todos sabemos las grandes falencias que tiene en la defensa y al momento de ir al ataque es muy desordenado.
En este punto radicó el error de Pekerman para enfrentar a Chile, conociendo el estilo de juego del rival debió tapar las bandas, más aun cuando por obligación el titular fue Fabra, debió colocar un apoyo con una línea de tres volantes de marca por delante.  Tarea que Cardona no cumplió y que nunca ha cumplido, él es un jugador de ataque y no de marca, además se vio muy lento en toda la Copa América lo cual pronosticaba una ventaja para los chilenos.  El profesor debió poblar el ancho de la cancha para cubrir espacios y aumentar la presión, sin embargo se dejó llevar por un estilo establecido que debilitó la defensa y nos pasó factura.
A todo lo anterior debemos agregar que jugadores referentes como Bacca, James y Cuadrado no estuvieron al nivel mostrado y conocido en sus clubes.  El primero llegó resentido físicamente – razón por la cual no fue titular ante Chile – el segundo viene sin ritmo en su club y el tercero estuvo siempre con una o dos revoluciones por encima de lo requerido.  Sin embargo no se puede ocultar el sacrificio que ellos y todos hicieron en cada partido, si hay algo que no se esconder es el compromiso de la mayoría de los jugadores al vestir la camiseta nacional.  Muchos se burlaron de las lágrimas de alegría de James al clasificar, pero eso denota compromiso y amor por un país. 
La Copa América dejó un equipo mas compacto, con mayor engranaje entre los jugadores.  Además dejo claro en que posiciones el cuerpo técnico debe seguir escarbando para encontrar variantes y en cuales otras se debe volver a sus inicios: Teofilo Gutierrez debe estar si o si en las siguientes convocatorias nacionales.  Espero que se haya aprendido la lección en cuanto al confeccionamiento de la lista de convocados, se debe prever lesiones, suspensiones y expulsiones y armar un grupo inteligente que te de variables y opciones en cada una de las posiciones.
Respaldo completamente el proceso de Pekerman, siempre he estado montada en este bus y lo seguiré estando, es un PRO-CE-SO que requiere tiempo, en la barra de carga de loading  vamos mucho más allá de la mitad, cortarlo ahora o darle F5 al proceso sería un retroceso gigante.  El objetivo es Rusia 2.018 y después mejorar lo hecho en Brasil, disto del pensamiento que promueve que lo que se hizo en el mundial fue por el buen momento de los jugadores, dejando sin validez al cuerpo técnico. Acorde con eso, ¿Tuvimos 16 años de malos momentos en los jugadores del país? Algo tuvo que ver y en algo tuvo que impactar la sabiduría de Pekerman.  La selección Colombia tiene material, tiene jugadores y tiene técnico para permitirnos soñar con más, por aquí la Fe sigue intacta y el objetivo Rusia 2.018 se mantiene y nos espera.

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